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Ochenta familias de Ovejería carecen de luminarias públicas desde hace un mes

barrio. El problema afecta a los vecinos de la población Lago Rupanco, quienes temen por su seguridad. Y pese a que la empresa Saesa concurrió hace unos días a solucionar el problema, el apagón persiste.
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Ochenta familias de la población Lago Rupanco, en Ovejería, están desde hace un mes sin luminarias en la vía pública, lo que se ha transformado en un riesgo para los residentes del lugar. Se trata del área que comprende las calles Eduardo Llanos, Ningue y Vicente Zegers.

La junta de vecinos ha llamado en varias ocasiones a la empresa eléctrica Saesa para solicitar la restauración del alumbrado público sin obtener una solución definitiva al tema. Según explicaron los vecinos, la firma envía personal al lugar, quienes dejan las luminarias funcionando sólo por un par de horas.

Gladys Catrilef, presidenta de la Junta de Vecinos número 10 del Barrio Industrial, explicó que como organización han solicitado en cuatro oportunidades a Saesa que solucione el apagón de los postes.

"Ha venido personal de Saesa, revisa las luminarias, vuelve la luz un par de horas y después la oscuridad nuevamente. Acá viven adultos mayores que no pueden salir porque el barrio queda como "una boca de lobo"", dijo la dirigente de Ovejería.

Senovia Bastías vive en calle Vicente Zegers y está cansada y angustiada por la oscuridad con que se encuentra el sector desde hace un mes.

"Quedamos en total oscuridad y llevamos un mes así, cuando llueve no se puede caminar. La mayoría de los vecinos hemos llamado, pero nada, es una constante inseguridad", dijo Bastías.

Para los vecinos, el problema de se genera por la antigüedad de las conexiones eléctricas en el sector. La población Lago Rupanco fue entregada en 1973 y desde entonces nunca se ha realizado una mantención al sector.

Gilibaldo Cárdenas, vecino de calle Eduardo Llanos, comentó que es agotador tener que llamar y solicitar cosas que para los vecinos significan gasto de dinero. "Cuando la gente se atrasa en el pago, le cortan la luz de inmediato, pero para reparar sólo entregan excusas", dijo Cárdenas.

Asimismo, están preocupados por el estado de los palos postes, los cuales a su juicio son antiguos y muchos de ellos se encuentran en mal estado.

"El poste frente a mi casa está quebrado y con el viento de invierno vivimos pensando que puede caerse sobre una casa", dijo Bastías.

La empresa eléctrica Saesa, en tanto, reconoce que existió un problema en el sector causado por la falla del circuito, lo que provocó que las luminarias se apagaran. Sin embargo, la falla fue arreglada el 21 de agosto cuando se cambió el interruptor del automático de las luces.

Claudio Lexchmar, jefe de Productos y Servicios de Saesa, explicó que "no hemos recibido llamados ni reclamos por las luminarias desde el 23 de agosto. Para nosotros la situación está superada", dijo.

Debido a que los vecinos señalan que el problema persiste, los dirigentes vecinales solicitarán nuevamente la presencia de Saesa para buscar una solución definitiva.

Entregan subsidios a 76 familias de los comités La Toma y Arrayanes de Río Negro

social. Se trata del subsidio habitacional con sitio propio, proyecto que demandará una inversión de 800 millones de pesos.
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Ochocientos millones de pesos serán invertidos en la construcción de las 76 casas para familias de los comités La Toma y Arrayanes de Río Negro, las que fueron seleccionadas para usufructuar del subsidio habitacional con sitio propio, el cual les permitirá echar abajo el viejo inmueble en que han permanecido por generaciones y levantar allí uno nuevo.

Siete años debieron esperar los 33 felices asignatarios para lograr el beneficio estatal, según recordaron las dirigentas del Comité La Toma, donde les correspondió adecuar su proyecto a la nueva política habitacional.

El comité Los Arrayanes, en tanto, está integrado por 43 familias, que al igual que la otra agrupación, son en su mayoría adultos mayores vulnerables.

Según indicó el director regional del Serviu, Javier Tapia, el subsidio es de 380 unidades de fomento (UF), a lo cual se une la localización o habilitación del terreno que lo eleva a 490 UF, más el ahorro de las familias que en este caso es de 10 UF (250 mil pesos) hasta completar las 500 Unidades de Fomento para cada familia con la que podrán construir una casa de 60 metros cuadrados.

Son 30 mil unidades de fomento las asignadas para ambos proyectos, según reveló el seremi Fernando Gunckel.

Por su parte, el alcalde Carlos Schwalm indicó que estas 76 viviendas se agregan al mejoramiento de los edificios de departamentos que están ejecución "y pronto debiera conocerse otra noticia positiva para las 100 familias del comité Las Amapolas", comentó.

La concejala Mónica Villarroel, coordinadora de los comités desde sus inicios, reconoció la gestión del municipio y agradeció la voluntad del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu).

Al cierre de la emotiva reunión se consignó una nota que podría calificarse como curiosa por parte de la asamblea del comité La Toma. "Tenemos un acuerdo desde hace varios años, que cuando inauguremos las casas lo vamos a hacer comiendo chivos. Así es que desde ya estamos recibiendo las donaciones", dijeron los vecinos.