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Vecinos de Hueyusca cruzan a pie un río tras demolición de puente

conectividad. El problema afecta a 200 familias, quienes exigen tener una pasarela segura, ya que la firma encargada de la obra instaló vigas de madera húmeda. Vialidad, en tanto, indicó que no hay irregularidades y que los vecinos conocían el proyecto.
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A pie, en la cabina o pala de una máquina retroexcavadora, incluso en algún vehículo que se atreva a cruzar el río Los Molinos, es como las 200 familias que viven en los sectores Los Cajones, Río de la Plata, La Naranja y Collihuilco deben ingeniárselas desde hace una semana para llegar hasta el poblado de Hueyusca y así tomar el bus que los lleva hasta Purranque para realizar diversos trámites. Están obligados a transitar de esa manera, ya que el puente Los Molinos (que conectaba los diferentes poblados con la otra parte de la comuna) fue desarmado hace unos días y sólo quedan las bases de la estructura.

El agua llega hasta las rodillas y existe desnivel en el fondo del río, por lo que cruzar a pie es muy riesgoso. Pese a ello, algunos vecinos se internan en el río porque no tienen tiempo para caminar los 20 kilómetros adicionales que implica tomar la vía alternativa por el sector La Naranja.

vigas y molestia

Los problemas comenzaron el 12 de agosto cuando la firma Constructora Stange inició el desmantelamiento del puente que conecta la salida norte de Hueyusca con el resto de los sectores rurales.

Los vecinos explican que nadie les avisó que comenzarían las obras y que no existe un buen plan de contingencia para evitar las molestias que la interrupción del paso provoca en las personas que deben hacer sus trámites en la localidad de Hueyusca o en Purranque.

Los habitantes del lugar están molestos y argumentan que la empresa no se ha esforzado en entregar un buen servicio, ya que sólo le dice a los lugareños que se den la vuelta por el sector La Naranja para llegar a Hueyusca sin considerar que el puente queda a dos kilómetros de la localidad.

Ayer, Carlos González, secretario de la junta de vecinos de Los Cajones, esperó desde las 10 de la mañana poder cruzar el río Los Molinos, ya que la firma estaba instalando unas antiguas vigas de madera para facilitar el tránsito peatonal, labor que se concretó pasado el mediodía.

Mientras los trabajadores de la firma lo miraban sin atinar a decir nada, el hombre nos gritaba y explicaba que ya están cansados del aislamiento y de las complicaciones que ha traído esta obra.

Argumentó que no está en contra del progreso, todo lo contrario, pero lo mínimo que pudo hacer la empresa es haber puesto un paso alternativo y adecuado para evitar accidentes y molestias, dijo.

De hecho, hace dos días el privado instaló una viga para el paso peatonal, pero la estructura no duró mucho porque el agua se la llevó tras la subida del cauce y dejó nuevamente cortado el cruce.

González sostuvo que lo que más le molesta es que ninguna autoridad ha ido hasta el lugar para entregarles una solución y ni siquiera se han dignado a contestar las solicitudes que ellos han formulado al municipio de Purranque.

"Nuestros niños llegan tarde a clases y si ocurre una emergencia, los abuelitos deben recorrer una distancia muy larga para recibir atención", dijo el hombre, quien después de tanto esperar y gritar, tomó su bicicleta y se volvió a su casa.

Agregó que esperará que la corriente baje y que instalen otras vigas para hacer sus trámites. El miedo de cruzar de González era justificado, pues el río tiene desniveles y hoyos de gran profundidad, donde la intensa corriente del agua puede arrastrar a cualquiera.

Arriesgado

Sin embargo, hay quienes debido al poco tiempo que tienen deciden igual arriesgarse y cruzar a pie. Ese fue el caso de Juan Huenchuan, quien pasado el mediodía tomó su bicicleta y comenzó a zigzaguear entre el caudal.

El hombre, que trabaja internado hacia la cordillera, expresó que lo mínimo que pueden hacer las autoridades es instalar un paso que les garantice que no sufrirán ningún accidente.

Dijo que él se atrevió a cruzar el río porque andaba con botas y un traje de agua, pero que en el caso de los niños o de los adultos mayores la situación es totalmente diferente, porque no tienen la suficiente fuerza como para luchar con la corriente del río.

De hecho, la experiencia se notaba, pues Huenchuan al cruzar sabía exactamente dónde pisar y refugiarse para no caer ante la fuerza del cauce.

"Tienen que poner una pasarela digna para todos los que trabajamos por estos lados, porque hay quienes se pueden caer", enfatizó Huenchuan.

De hecho, minutos antes que Huenchuan cruzara por las suyas el río, una mujer de la tercera edad se acercó hasta los trabajadores de la firma y les pidió que la transportaran hasta el otro lado en la máquina retroexcavadora, a lo cual accedieron y acto seguido metieron a la mujer dentro de la cabina.

Pero según los vecinos, el actuar de los encargados de la obra no siempre ha sido así. Los dirigentes vecinales aseguran que suben a las mujeres en la pala excavadora y así cruzan el río, lo que fue negado por los mismos trabajadores.

larga distancia

El director de la escuela Nueva Israel de Hueyusca, Héctor Torres, también dijo que la falta de un plan de contingencia los ha afectado, pues los niños que viven en los sectores ubicados al otro lado del puente llegan una hora más tarde a clases.

Actualmente hay un bus licitado por el municipio de Purranque para trasladar a los estudiantes, pero el director explicó que viven con la incertidumbre de que el recorrido se vaya a cortar, ya que el gasto que hace el privado es mucho más alto del esperado, considerando que debe recorrer un trayecto más largo al que se acordó en un principio.

Torres agregó que si bien hasta el momento no han tenido ningún accidente en el paso, sabe que el lugar es peligroso debido a que la estructura con vigas húmedas que habilitaron es insegura. De hecho, cuando los alumnos que viven en las cercanías del cruce se atrasaron el lunes debido a que esperaban pasar por las vigas que aquel día se llevó la corriente del río, supo que la situación era crítica, por lo que ahora todos los niños toman el bus.

Obras

El encargado provincial de Vialidad de Osorno, Héctor Carrión, explicó que la obra fue fiscalizada como corresponde y que no incurre en ninguna irregularidad.

"No hemos tenido ninguna notificación de que pasen a la gente en retroexcavadora. Lo que sí puedo decir es que se dio una instrucción para que se use de forma obligatoria la pasarela habilitada en el lugar", dijo Carrión.

Y aseguró que la pasarela hecha con vigas que fue levantada ayer en el lugar, cumple con todas las normas de construcción y no presenta ningún peligro para los pobladores.

Carrión detalló que los trabajos durarán hasta fin de mes, ya que sólo tienen 20 días para entregar la obra, que consiste en la reparación del puente Los Molinos, donde se instalarán vigas nuevas y se remozará la estructura superior del viaducto, dejando la base intacta.

Al contrario de lo que afirman los vecinos, Carrión señaló que toda la comunidad estaba enterada de que se realizarían trabajos, por lo que no pueden alegar desinformación.

"Nos reunimos con ellos y les contamos lo que iba a implicar la reparación del puente, así que todos sabían", dijo.