"Esto se está dilatando demasiado y no tenemos soluciones (…) Lo único que tenemos son fechas"
Susana Carrillo, centro de padres de Escuela Emilio Surber, por falta de agua
"Gestioné para que lo borraran (…) Todo lo que signifique fomentar división creo que no conviene"
Jorge Concha, obispo de Osorno, por
el retiro de placa con nombre de Barros
Una difícil situación enfrentan alrededor de 200 familias que residen en tres villas situadas en la parte posterior del Liceo Rahue, a raíz del anegamiento de calles, viviendas y falta de recolectores de aguas lluvias. Literalmente los residentes reclaman que viven entre el barro y el agua luego de las lluvias de los últimos días.
Su satisfacción manifestó la alcaldesa de Puyehue, María Jimena Núñez, tras conocer que el Ministerio de Obras Públicas destinó 1.500 millones de pesos para la pavimentación de 16 kilómetros de la Ruta Interlagos, en el tramo comprendido entre la villa de Entre Lagos y Desagüe Rupanco.
El Regimiento Reforzado N°9 Arauco dejará las instalaciones de calle O'Higgins para trasladarse hasta las dependencias ubicadas en Cañal Bajo. El cambio se concretará en diciembre, cuando se movilicen los mil efectivos -entre ellos 600 conscriptos-, junto a sus equipos, vehículos y apoyo logístico.
De una manera u otra, tal parece que el destino de Osorno, desde que un operario de Essal olvidó cerrar la llave del petróleo, inundando la planta potabilizadora en Caipulli, quedó indeleblemente ligado a las más diversas manifestaciones que el agua pueda encontrar en su relación con el ser humano. Aparte de las múltiples consecuencias que dejó la extensa interrupción del suministro en la ciudad, con derivaciones que van de las acciones judiciales a la negociación de las compensaciones que se espera pague la compañía sanitaria, desde entonces el agua se las ha arreglado para permanecer presente en el imaginario colectivo de los osorninos, ya sea en los temores de la población para retomar el consumo directamente de la llave, en la suspensión de funcionamiento de un centro de salud por el rebalse de aguas servidas, en la rotura de matrices que abastecen a amplios sectores, o en la ya recurrente contaminación de los ríos Rahue y Damas.
El más reciente de estos episodios se produjo hace pocos días en la vecina comuna de San Pablo, donde contrariamente a lo que hacen desde tiempos inmemoriales, dos comunidades huilliches quedaron imposibilitadas extraer agua desde el Rahue porque la Autoridad Sanitaria encontró una alta concentración de coliformes fecales, lo que pone en riesgo la salud de decenas de familias. Para paliar esta emergencia, el municipio sampablino y la Onemi les llevarán agua mediante camiones aljibe, repitiendo así el procedimiento que se usa de manera regular en las zonas amagadas por el déficit hídrico.
Tristemente, el río Rahue, a pesar de toda su magnificencia y sinónimo de vida que va escurriendo hacia el océano, ha sufrido el maltrato de un entorno humano que no lo ha sabido valorar. Este episodio de contaminación no es el primero, y seguramente no será el último, por culpa de empresas sin ninguna conciencia ambiental en tiempos en que cada vez queda al descubierto la fragilidad del planeta.
En este caso, todo indica que la presencia de coliformes fecales se produjo por el vaciado de baños químicos de parte de una empresa en el cauce. Aquí corresponde la actuación de los organismos fiscalizadores, pero lo que más se echa de menos es el respeto de parte de actividades productivas hacia el río.
La Universidad de Los Lagos desde su plan estratégico que la proyecta al año 2030 ha establecido una estrategia clara, focalizada en lograr un posicionamiento regional, una institución con mayores niveles de acreditación institucional y de programas, y una institución más compleja, con más investigación, de calidad y con postgrados acreditables.
En esta estrategia que plantea el posicionamiento regional, la calidad y complejidad está en el territorio donde desarrolla sus actividades. Hoy, en la ULagos, el 93% de su matrícula se concentra en la Región y de ellos, el 82% en carreras profesionales y un 95% en carreras técnicas son de la Región de Los Lagos.
Como institución hemos aprendido las lecciones del pasado y aspiramos a ser una universidad que realiza una significativa contribución al desarrollo regional, ser una institución líder en equidad en el acceso a sus aulas, contar con una oferta académica cada vez más pertinente y con un sello distintivo en áreas de desarrollo focalizadas con un fuerte sello regional.
Nuestro compromiso es claro y a las inversiones realizadas y proyectadas en el Campus Osorno, se suma una inversión importante los próximos años en el Campus Puerto Montt por $5 mil millones, mientras que en la Sede Chiloé se encuentra en plena construcción la infraestructura por $6 mil millones con aportes del Gobierno Regional. Una buena gestión también es parte del compromiso que tenemos como institución, lo que se observa en el incremento patrimonial, por los positivos resultados financieros que al año 2018 llega a los $43.400 millones.
Como nos proyectamos al futuro y como anhelamos que nos distinga la comunidad, lo expresamos en nuestra visión al año 2030, donde la Universidad de Los Lagos "será distinguida por la contribución de sus profesionales, técnicos y postgraduados a la región y el país, valorada en su quehacer investigativo, reconocida en el país por su equidad en el acceso y la promoción de la igualdad de género, conectada globalmente y apreciada por su contribución significativa al desarrollo sostenible del territorio".
Óscar Garrido Álvarez, rector
de la Universidad de Los Lagos