Hijos de Piñera
Lamentables noticias que ya no sorprenden. Se supo que los hijos de Sebastián Piñera no pagaron sus pasajes en el viaje del Presidente a China.
Luego se supo que durante 30 años (el mandatario) no pagó ningún peso en contribuciones por su parcela de 20 hectáreas a orilla del lago. Y a cualquier persona la llevan a remate por no pago, una vergüenza a la que nos tiene acostumbrados una persona. Sólo aprovechamiento.
Jorge Martínez González
Clases de filosofía
Cuenta Raïssa Maritain, destacada filósofa francesa de origen ruso-judío, en su obra "Las grandes amistades", la decepción que experimentaba en la Universidad de La Sorbona (Francia) al descubrir cómo aquellos que entregaban su vida a la reflexión y el estudio de la verdad, se habían alejado de ella. Los filósofos, dice ella, "se dedicaban al análisis sin fin del detalle de las causas históricas como si fuera esa su tarea esencial". Y agregaba que el joven Jacques, su futuro esposo y compañero de vida, "se desesperaba en su habitación porque no obtenía respuesta a ninguna de sus interrogaciones.
Nuestros maestros, filósofos, a decir verdad, desesperaban de la filosofía". La pregunta que uno podría hacerse es si acaso la filosofía sigue anclada en dicha actitud. Y son varias las razones para pensar que sí: el extremado utilitarismo, la creciente tecnologización de la sociedad, la excesiva especialización del saber filosófico que lo reduce a un ámbito de pocos especialistas difíciles de entender y el triunfo arrollador de las ciencias empíricas, entre otras.
Señal inequívoca de esta desesperanza es el deseo que se aprecia en muchos ámbitos de la sociedad en prescindir de ella, apartarla, e incluso, como se pretendió con insistencia, desterrarla del corazón mismo de la escuela y de la universidad. Si la filosofía quiere poder ser verdadera luz que ilumine las inteligencias y los corazones de las personas para, de ese modo, contribuir al bien común, es urgente y necesario -no sólo mantenerla en la enseñanza media-, sino también que sea fiel a sí misma como ciencia de las primerísimas causas de las cosas; que vuelva a ocuparse de los asuntos humanos y más cercanos al ser del hombre; que recupere la humilde actitud socrática del "sólo sé que nada sé"; que se ponga al servicio del pensar humano y escape a las trincheras de los sistemas filosóficos; y sobre todo, que se abra a un diálogo fructífero con los otros saberes y disciplinas científicas, que le permitan una colaboración estrecha y eficaz en vistas al verdadero bien del hombre.
Mariano Bártoli, académico del Instituto de Filosofía de la Universidad San Sebastián
Beneficios de la cotización
Las personas solemos pensar en el valor presente de las cosas y no en el valor futuro. En ese contexto, no debería sorprender que, según cifras de la Superintendencia de Pensiones y del Instituto Nacional de Estadísticas, de más de dos millones de ocupados independientes (empleador y cuenta propia) sólo el 5,8% ahorró para su pensión a marzo de este año.
Y es que si aún no generamos conciencia, necesitamos normas que nos obliguen a "guardar" para el futuro, pero que también nos rentabilicen en el presente, tal como lo hace la recientemente aprobada ley de cotización independiente, porque los ahorros no sólo se ven retribuidos en nuestra jubilación. Al cotizar recibimos beneficios como una mejor cobertura de salud, acceso a una protección integral, un seguro en caso de accidente, posibilidad de tener licencia médica pagada, pre y post natal en el caso de las mujeres y acogerse a la Ley Sanna, en caso de enfermedad de los hijos.
En esto no hay dobles lecturas: debemos dejar de pensar en la cotización para la jubilación como una pérdida de recursos, sino en una gran inversión, con retornos en el futuro, y también en el presente.
Tomás Orellana B.
Reducción de lista de espera
Aunque cueste dimensionar en cifras, reducir el 90% de la meta autoimpuesta en lista de espera quirúrgica es un gran logro para el Gobierno y todos los chilenos que se atienden en el sistema público.
De acuerdo a datos del Ministerio de Salud de la administración anterior, en marzo de 2014 existían 194.939 casos en espera de una cirugía, y a mayo de 2017 esa cifra aumentó en un 43%, es decir, el gobierno anterior logró multiplicar los pacientes en espera en más de 83 mil.
El actual gobierno de Sebastián Piñera recibió esta pesada mochila y de a poco ha logrado reducir su peso: en un poco más de un año ha resuelto efectivamente más de 73 mil casos de pacientes que llevaban desde 2016 esperando por una intervención, reduciendo las listas de espera de 483 días a 152.
Por cierto, todavía queda mucho camino por avanzar. Pero no deja de ser meritorio que hoy sólo deba esperar apenas cinco meses quien antes tardaba un año y cuatro meses en ser atendido.
María Ignacia Garrido