Sergio Silva
Los últimos incidentes del viernes en la noche donde tres personas resultaron heridas a bala y seis casas quedaran con daños por impactos de proyectiles, lo que obligó la tarde del sábado a la visita del gobernador Daniel Lilayú junto al prefecto de Carabineros Eduardo Mora, quienes escucharon los relatos de los aterrados residentes del sector, generó una serie de acciones tendientes a buscar que la seguridad y tranquilidad regrese a ese sector del campamento "Por un Futuro Mejor 3" al final de avenida real en Rahue Alto.
Los dirigentes encabezados por su presidente Adrián Águila, habían convocado a una reunión extraordinaria en la sede del campamento, donde llegó la noche del sábado Carabineros de Rahue Alto, donde los vecinos que asistieron hicieron saber sus inquietudes y necesidades a los dos oficiales de grado subteniente que participaron de la cita.
Entre los planteamientos se cuenta la mayor presencia de carabineros en el sector, el patrullaje por el interior del asentamiento, poder mejorar las luminarias y coordinar el resguardo en la limpieza de unos sitios que están al interior del asentamiento que estarían siendo utilizados por bandas delictuales para ocultar especies o simplemente para comercializar droga.
Además los funcionarios escucharon el audio de una grabación que capta los gritos desesperados de los vecinos y culmina con más de una decena de disparos que aparentemente provienen de un arma automática.
Las necesidades fueron escuchadas por la pareja de uniformados quienes se comprometieron para los próximos días en realizar un nuevo encuentro en conjunto con el delegado de cuadrante y ver cómo buscar soluciones, ya que algunos de los requerimientos implica pedir apoyo a la municipalidad o servicios públicos.
Testigos del incidente
Mientras permanecían en el interior de la sede los oficiales policiales, dos patrullas se mantenían en las inmediaciones. Esa presencia mantenía tranquilos a los vecinos, sin embargo, tras la salida de los funcionarios cerca de las 22 horas del sábado y mientras los asistentes continuaban en el interior de la sede analizando otros temas, un ruido similar a un disparo de escopeta rompió la tranquilidad del sector, y con ello la reacción de los padres que estaban en la reunión de salir a buscar a sus hijos que estaban en el patio e ingresarlos a la sede. De ellos fue testigo un equipo de prensa de El Austral.
Las miradas de preocupación aumentaron la incertidumbre entre los asistentes, hasta que una segunda detonación se escuchó más cerca. Eso generó que uno de los asistentes alzara la voz y pidió suspender la reunión por falta de seguridad, lo cual fue aceptado por el presidente.
Minutos más tarde, dos patrullas de Carabineros arribaron e iniciaron un recorrido por el sector sin poder ubicar al responsable de los disparos, ante la mirada de preocupación de los vecinos que desde sus sitios observaban el tenso ambiente.
"Aquí los niños no tienen infancia, deben pasar gran tiempo dentro de sus casas, porque no hay seguridad en las calles o pasajes del campamento. Aquí pasa gente vendiendo droga y portando armas, y eso es lo que queremos erradicar, pero necesitamos el apoyo de las autoridades. Si me preguntan, los vecinos actualmente estamos inseguros, hubo tres heridos y un número indeterminado de balas locas", comentó Adrián Águila, presidente del campamento.
Pronto actuar
El dirigente espera que los compromisos expresados por las autoridades que llegaron la tarde del sábado se cumplan, para intentar que las familias puedan volver a vivir en paz.
"No esperemos que alguien muera para hacer algo, que no sea tarde su actuar. Nosotros sólo queremos que nos ayuden de manera rápida a salir de estos campamentos, pero nos hemos encontrado con una serie de trabas que el mismo Gobierno las pone. Trabajamos con los vecinos para tener todo en norma pero necesitamos también que las autoridades nos ayuden y que no sea demasiado tarde. Aquí hay niños y adultos mayores quienes junto a sus familias están con miedo", sostuvo.
Para la jornada de hoy se espera una reunión de trabajo que ya estaba agendada entre el gobernador Daniel Lilayú y los jefes policiales de Carabineros y PDI, donde se abordarán temas de seguridad, ocasión en la cual la propia autoridad manifestó en entrevista con El Austral que el tema de la balacera del viernes será abordado en profundidad en busca de una rápida y oportuna labor para el bien de los vecinos del sector.
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