Unionino utiliza varillas de bronce para descubrir agua subterránea gracias a la radiestesia
TÉCNICA. Diome Poffald ha recorrido el país implementando este sistema, el cual asegura brinda un 99% de efectividad. La escasez hídrica afecta labores de riego como también el consumo humano y animal.
Un vecino del sector Champel, en el límite con la comuna de Río Bueno, ejerce la radiestesia, aquella capacidad para detectar corrientes de agua o napas mediante el uso de varillas, a través de la sensibilidad para recibir la corriente energética que genera el líquido bajo tierra.
Diome Adelfo Poffald Wiederhold (59 años), ejerce esta actividad hace más de 40 años, con extraordinario resultados, que ha permitido a más de 200 agricultores y pequeños propietarios, ahorrar una cantidad importante de recursos, gracias a este "don" que no todas las personas poseen.
Ha dedicado una parte importante de sus actividades a detectar napas y vertientes de agua, indicando dónde se pueden hacer excavaciones o perforaciones de pozos profundos.
Esta facultad que no todos poseen, le ha llevado a recorrer gran parte del país, acompañado de sus dos varillas de bronce, cada una de casi un metro de largo y algunos milímetros de diámetro, que puestas en sus manos se transforman en eficaces instrumentos para seguir las napas o vertientes bajo tierra, con profundidades de hasta 18 metros, detalla.
Un alemán
El año 1973 su padre y un tío adquieren en Champel una pequeña parcela de ocho hectáreas, a unos 4 kilómetros de Río Bueno, y necesitaban agua para su consumo y abrevar su ganado, por lo que debían llevarla desde una vertiente existente en las cercanías. Lo ideal era tener un pozo, pero ¿cómo saber dónde excavar? y allí apareció el dato.
Un vecino, de origen alemán de Osorno, era conocido por su capacidad para detectar napas o vertientes y como ellos provenían de Osorno, lo contactaron y el año 1974 llegó con las varillas para señalar el lugar en el que debían cavar. Lo hicieron y hasta hoy mantienen el pozo que tiene agua a unos 8 metros de profundidad, y que jamás ha perdido su nivel de agua.
"Lo simpático fue que este señor nos prestó a los ocho mirones juegos de varillas, para saber si alguno de nosotros podía hacer el trabajo que él desarrollaba. Primero nos hizo juntar las manos y luego nos instruyó cómo usarlas y curiosamente el único que sentí el movimiento de las varillas, cuando aparecía una napa, era yo", y agrega que le dijo que en tres semanas más vendría a verlo, para enseñarle con mayor detalle y tranquilidad la forma de lograr el éxito en la búsqueda de agua para ayudar a su comunidad. "No volvió nunca, y después supimos que se había enfermado y falleció. Yo tenía entonces 15 años y desde entonces sigo en esta actividad, que comparto con mi responsabilidad en la parcela, la siembra y la crianza de animales", explicó.
99 por ciento
"La detección de agua es muy segura, con casi un 99% de efectividad, usando dos varillas de bronce en forma de ele (L). Y claro, no todos pueden hacer lo que hago, de mil, sólo uno. Por lo que me han dicho, existen personas que usan varillas de mimbre", afirmó.
Está demostrado que se requiere de condiciones especiales y entender que existe una especie de energía que se desprende de las napas o vertientes que se reflejan en las varillas de bronce, explicó, generando un movimiento que permite saber el inicio y final, "con lo que podemos recomendar una perforación con mínimas diferencias de espacio", detalló.
Sobre el nivel de aciertos, enfatiza que es sobre el 99 por ciento de efectividad. Aclara que tiene un costo, que considera mínimo por el ahorro de esfuerzo y de tiempo para descubrir los puntos donde existen napas.
"He trabajado desde San Bernardo hasta Chiloé. He recorrido diferentes lugares buscando agua para solucionar los problemas que tienen por la escasez en las labores de riego, para consumo humano y de animales", comentó.
"En la detección con las varillas, el agua la encontramos desde los tres y hasta los 18 metros. He trabajado con quienes trabajan en la perforación de pozos y hemos tenido extraordinarios resultados".
Señala que la detección se puede hacer en cualquier época, incluido el invierno, aunque la mayor demanda se produce en los meses de marzo a abril, cuando todos los pozos disminuyen su nivel de agua, "pero estamos capacitados para descubrir cauces en invierno", asegura.
"Me siento realizado, porque con esta actividad he conocido mucha gente y es muy gratificante recibir el afecto y agradecimiento de la gente que confía en esta capacidad que pongo a disposición de quien la necesita. Todas las llamadas que recibo son por las recomendaciones que realizan aquellos que me han visto trabajar", concluyó Poffald.
"He trabajado desde San Bernardo hasta Chiloé. He recorrido diferentes lugares buscando agua para solucionar los problemas que tienen por la escasez en las labores de riego, para consumo humano y de animales"
Diome Poffald"
fue el año en que descubrió esta técnica, la que un día le enseñó un osornino de origen alemán. 1973
metros hasta los 18 puede encontrar agua, proveniente de napas o pozos subterráneos. Desde 3