Acciones concretas para los ríos locales
El éxito de la comisión especial para el Rahue y el Damas pasará por la materialización rápida de los planes que se diseñen para frenar la contaminación.
Afortunadamente, pareciera que al fin el mundo público y la ciudadanía organizada están iniciando un camino concreto para frenar de una vez por todas los recurrentes episodios de contaminación en los ríos Rahue y Damas, los principales cauces de la zona y que le dan un carácter distintivo a una ciudad que no ha podido o no ha sabido sacarle partido a la belleza escénica que ambos representan. Después de las denuncias formuladas al comenzar el verano (como tantas de las que hay cada año), se articuló una mesa de trabajo, compuesta por organismos públicos, organizaciones ciudadanas y planteles universitarios, que se ha dedicado a estudiar un problema que se arrastra desde tiempos inmemoriales, pero que ahora exige una respuesta rápida y eficaz de parte de la autoridad, en el contexto de una sociedad cada vez más consciente de su derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
Por cierto, el éxito de esta comisión especial para la descontaminación de los ríos de Osorno, como se le ha denominado, no pasará por los estudios, diagnósticos y anuncios de buena voluntad, de los que ha habido bastantes, en una especie de historia cíclica de la ciudad. Lo que la comunidad espera, y lo que el entorno necesita para la sustentabilidad ambiental, son acciones concretas, diseñadas por la autoridad responsable y con el respaldo de la ciudadanía, para identificar y sancionar a los responsables de los vertimientos de contaminantes en las aguas de los cauces, los que con toda probabilidad han seguido actuando a su antojo por la ausencia de fiscalizaciones efectivas y sanciones ejemplarizadoras.
La posibilidad de utilizar drones para la vigilancia, como se mencionó en la última reunión de la comisión realizada esta semana, asoma como una de las tantas alternativas a explorar, a pesar de las evidentes dificultades de costo y operación que demandaría. A esto quizás se agreguen más adelante patrullajes constantes en los ríos, monitoreos de la calidad de las aguas, planes de recuperación, etc. Lo relevante aquí es pasar rápidamente del discurso, que ha habido bastante, a la acción, que ha sido poca.