Papa admite que sacerdotes abusaron de monjas
SEXUALMENTE. El líder de la Iglesia Católica agregó que estas prácticas "continúan" y que el maltrato a la mujer es un problema de la sociedad en general.
El Papa Francisco admitió, por primera vez, que varios curas y obispos abusaron sexualmente de monjas y se comprometió en hacer más para luchar contra ese flagelo.
El Pontífice habló con los periodistas que viajaban con él en un avión al Vaticano desde Emiratos Árabes Unidos. Francisco recordó que el Papa Benedicto XVI tomó medidas contra una orden francesa luego de que algunas de sus hermanas fueron reducidas a un "esclavismo sexual" por parte de curas y del fundador.
"¿Debemos hacer más al respecto? Sí ¿Existe la voluntad? Sí, pero es un sendero que ya hemos comenzado", dijo.
"No es que todo el mundo haga esto, pero ha habido sacerdotes y obispos que lo han hecho", añadió Francisco. "Y creo que continúa, porque no es como que una vez que te das cuenta se detiene. Continúa. Desde hace un tiempo hemos estado trabajando en ello".
El tema ha surgido en medio del escándalo sobre el abuso sexual de menores de edad en la Iglesia Católica y en la era del "YoTambién", en que se reconoce que incluso los adultos pueden ser víctimas de abuso, cuando hay un desequilibrio de poder en la relación.
El año pasado, varios medios de comunicación informaron sobre casos de monjas abusadas en América del Sur, India, África y Europa, lo que demuestra que el problema no se limita en absoluto a una zona geográfica determinada.
Abortan
En noviembre, la organización de todas las órdenes de religiosas católicas del mundo, la Unión Internacional de Superioras Generales, denunció "la cultura del silencio y del secreto" que impidió que las monjas hablaran y exhortó a las hermanas a denunciar los abusos a sus superiores y a la policía. La revista Women Church World escribió que el escándalo tiene un corolario: las monjas se ven obligadas a abortar a los hijos de los sacerdotes.
Francisco dijo que algunos clérigos fueron suspendidos por abusar de las religiosas, pero también expresó que el maltrato a la mujer es un problema en toda la sociedad, donde aún son consideradas "ciudadanas de segunda clase".