A descontaminar el Rahue y el Damas
Ojalá que este nuevo intento por recuperar los cauces sí dé ahora con la receta exacta para que Osorno tenga los ríos que se merece.
Así como de larga data es el problema de la contaminación de los ríos Rahue y Damas, así de antiguos son también los tibios intentos que se han articulado en Osorno para acabar de una vez con este flagelo y rescatar, para el goce ciudadano y el potencial turístico, la magnífica escenografía que brindan los dos cauces que atraviesan la ciudad. Coincidencia o no, justo cuando se cumplían 20 años de la creación de un Comité de Gestión Ambiental que tenía por misión diseñar los planes para recuperar el río Damas, se anunciaba esta semana el inicio de una iniciativa que apunta a descontaminar ambos cauces, que cada año que pasa van acumulando denuncia tras denuncia por el indiscriminado vertimiento de sustancias tóxicas y otras indeterminadas en el caudal.
La serie de tratativas sin destino no puede ser obstáculo para impulsar nuevamente tamaña tarea, en un contexto de creciente preocupación de parte de la opinión pública para vivir y desenvolverse en un entorno sustentable y respetuoso con el medio ambiente. El nuevo plan, liderado desde la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional (Core), se ha dado la tarea de articular los esfuerzos del sector público, privado y ciudadano para que los ríos Rahue y Damas se liberen alguna vez de la maldición de la contaminación y se conviertan en el polo verde y turístico al que están llamados a ser.
En este proyecto deben embarcarse todos los actores relevantes, desde el municipio hasta la empresa sanitaria, entidades ecologistas y los organismos estatales encargados del medio ambiente. Desde ya, hay uno de los elementos adelantados durante la reunión constitutiva que será de gran utilidad a la hora de conocer el panorama general y detallar las líneas específicas: la Superintendencia de Servicios Sanitarios está realizando los trabajos para identificar dónde están los ductos ilegales que vierten sustancias tóxicas en los cauces, sean de origen domiciliario e industrial. De obtenerse esta información, como se hizo en Puerto Varas con el lago Llanquihue, será definitivamente un gran avance en la tarea de descontaminación, siempre y cuando, claro está, luego vengan los procesos sancionatorios y correctivos que se requieran. Osorno se merece ríos limpios y con futuro.