Brasil dejó el Pacto Migratorio y se une a EE.UU. e Israel
INMIGRACIÓN. En casi dos años, el país recibió más de 154 mil venezolanos.
El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aclaró que no negará ayuda a los inmigrantes que la pidan pero que esta no podrá ser "indiscriminada", tras confirmar que su país se retiró del Pacto Migratorio de la ONU.
El Mandatario hizo la aclaración a través de su cuenta en Twitter, tras haber enfatizado horas antes, por esa misma red social, que Brasil era "soberano" para decidir la aceptación de inmigrantes.
"Nunca rechazaremos ayuda a los que la necesitan, pero la inmigración no puede ser indiscriminada", aseguró Bolsonaro, quien dijo que se requiere buscar "la mejor solución de acuerdo con la realidad de cada país".
"Si controlamos quién dejamos entrar en nuestras casas, ¿por qué haríamos diferente con nuestro Brasil?", se preguntó el Presidente del mayor país latinoamericano, que en los últimos años ha acogido miles de refugiados, sobre todo venezolanos, haitianos y sirios.
El Presidente aseguró que las personas que entren al país tendrán que someterse a las leyes brasileñas y respetar su cultura. Y dijo que "no es cualquiera el que entra en nuestra casa ni será cualquiera el que entrará en Brasil vía pacto adoptado por terceros".
El gobernante cerró el mensaje con un "No al Pacto Migratorio", con lo que ratificó algo que ya había anunciado en días pasados.
152 países dieron el sí
El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de la ONU fue suscrito en diciembre por 152 países, entre ellos Brasil, durante la gestión del ahora expresidente Michel Temer.
Dos de los países que rechazaron adherir al pacto fueron Estados Unidos e Israel, con los que el Gobierno de Bolsonaro busca estrechar los lazos durante su gestión.
Bolsonaro expresó su voluntad de salir del Pacto Migratorio la misma semana en la que fue firmado el acuerdo en Marrakech, pero la retirada se hizo efectiva el martes, después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores notificara a las Naciones Unidas.
El líder ya había manifestado su intención de fijar criterios para limitar el ingreso al país de venezolanos que buscan refugio en el país huyendo de la crisis política, económica, sanitaria y social en Venezuela.
Según datos oficiales, desde 2017 y hasta septiembre pasado ingresaron a Brasil 154.920 venezolanos por Pacaraima, en el estado amazónico de Roraima y único paso fronterizo entre ambos países, pero 79.402 ya ha abandonado el territorio nacional.