La temporada de verano y las vacaciones son sinónimo de descanso y recuerdo agradables, pero que si no existe conciencia del cuidado de un órgano tan importante como la piel, puede traer problemas. Es importante tomar conciencia y se otorgue educación a los niños para formar adultos responsables respecto de los cuidados y protección que debemos considerar.
En la realidad local, en ocasiones no sabemos cómo salir vestidos de nuestra casa, ya que el tiempo varía drásticamente durante un solo día. Prueba de ello es que cada vez que disfrutamos de un día con altas temperaturas -sea soleado o nublado-, la ropa ligera es la primera en salir de nuestro armario y luego la elección más cómoda, pero olvidamos la prenda ideal: el bloqueador solar.
Nuestro organismo está compuesto por diferentes órganos y de ellos la piel reviste gran importancia por su extensión y por ser la barrera que nos protege de microorganismos y factores que puedan afectar nuestra integridad. Pero, ¿la cuidamos? ¿Ayudamos a su protección? Durante todo el año los factores externos y en principal la radiación ultravioleta (RUV) al no cuidar nuestra piel, pueden producir cáncer de piel, llamado melanoma, que a nivel mundial ha tenido una alta incidencia. Por ello, debemos procurar la protección y cuidado de la piel para evitar tener complicaciones.
Cursando la temporada de primavera-verano, los índices de radiación ultravioleta aumentan y con ello la exposición de nuestra piel ante esta radiación puede ser perjudicial para nuestra salud, ya que puede producir irritación, enrojecimiento, insolación y en casos de mayor exposición, el cáncer de piel.
Para evitar estas alteraciones, debemos protegernos con una crema bloqueadora con protección solar mayor a 30 FPS y aplicar media hora antes de exponernos al sol, repitiendo cada dos horas; tomar abundante agua; preferir las zonas de sombra y no exponernos al sol directamente entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde; utilizar ropa que proteja en gran parte nuestra piel; sombrero de ala ancha y gafas con certificación de protección UV.
La alimentación se transforma en un escudo interno para fortalecer la piel. Se debe favorecer el consumo de alimentos antioxidantes, omega 3 y ricos en vitamina A, C y E, tomando conciencia además que, aunque en verano se aconseje incidir más en el cuidado de la piel, la rutina a lo largo del año es lo que garantiza tener una piel sana.
Sonia Paredes Rodríguez, directora
del área de Salud de Inacap Osorno