Como cada fin de año, hemos realizado el tradicional ejercicio de resumir en una serie de categorías, los hechos y personajes más relevantes de la zona de los últimos doce meses. Y como pocas veces, dicha selección no ha sido prolífica, lo que de alguna manera refleja lo que ha ocurrido en la región en el último período, en términos que no se generaron grandes noticias ni abundan liderazgo que marquen el camino.
El tema nos debiera inquietar, porque si bien tenemos diversas potencialidades, da la impresión, que no hay un trabajo conjunto y organizado, que nos permita un desarrollo mayor.
El año venidero, se desarrollará en la zona sur la Cumbre Apec, una oportunidad única sin duda, para exhibir lo mejor de lo nuestro; pero también para potenciar lo que tenemos y proyectarlo en el tiempo. Hay consenso en que somos una potencia agroalimentaria, que la producción de la carne, la leche, los salmones y los choritos, nos distinguen; que la industria del turismo debe ser un pilar fundamental de nuestro desarrollo, y que existe aquí, un potente ecosistema de emprendimiento que debiera posibilitar la creación de una gran incubadora de negocios, que nos posiciones en un estadio distinto a nivel sudamericano. Pero pese a ese alentador diagnóstico, no existe una conexión entre todos estos mundos, tan distintos, pero a la vez tan complementarios como para explotar la marca "Los Lagos" de mejor manera.
El desafío está planteado, se requiere de una alianza público-privada, donde la academia también tenga presencia y voz, y donde se incorpore a la sociedad civil, a través de ONGs o fundaciones, que están trabajando por sus causas particulares, pero que a raíz de este mismo déficit, no trabajan por un objetivo común y mayor, que nos permitan un desarrollo sostenible y sustentable en el tiempo.
La ubicación geográfica de la región, los efectos del cambio climático, el papel que juega la capital regional en cuanto a la conectividad y a lo logístico, hacen de este emplazamiento territorial, un lugar único y con enorme potencial, que ojalá seamos capaces de advertir y sobre el cual trabajar con una mirada de largo plazo, más allá de las urgencias políticas y electorales que siempre condicionan y dañan cualquier proyección.