Nuestro país se ha mostrado especialmente permeable a la penetración de las redes sociales en América Latina. De ahí el poder que se les atribuye y se entiende de éstas, especialmente en estos últimos dos años, donde sus usuarios son una verdadera amenaza para quienes incurren en delitos o faltas a la ética, o simplemente para quienes no lanzan frases ni políticas empáticas.

Según el estudio "BBVA Research: Contexto Digital Alianza del Pacífico (AdP)" del año pasado, cerca del 85% de la población chilena, entre los 18 y 34 años, utiliza de manera frecuente las redes sociales. La investigación agrega que Chile supera a todo el resto de los países de la Alianza del Pacífico, incluso sobre naciones desarrolladas como Estados Unidos (75%) y Reino Unido (65%).

Los datos expuestos tendrían una estrecha relación con el acceso masivo que tienen los chilenos a Internet. Según los últimos datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, presentando en la última Encuesta de Accesos y Usos de Internet, el 87,4% de los hogares en Chile tiene acceso a la red. En otro sentido, se observa el poder de convocatoria que hoy tiene Internet a través de las redes sociales. Claramente se ve que es mucho mayor a lo que ocurría antes. Whatsapp y Netflix son las aplicaciones más conocidas y utilizadas. Hoy, por ejemplo, los usuarios son capaces de posicionar temas en la agenda noticiosa y convocar a movilizaciones frente a algún tipo de colusión o impulsar una estrategia comercial.

Sin embargo, todo este empoderamiento plantea también un nuevo escenario. Uno mediante el cual las mismas redes sociales y sus usuarios se pueden convertir en jueces y ejecutores virtuales. Es en este caso en que se espera que las instituciones del Estado funcionen y sean autónomas, sabiendo recoger la "temperatura" social, pero resguardando también los marcos de racionalidad.

Hay una cosa que debe tenerse muy clara. Ni las redes sociales, ni los medios, son jueces. Ello es patrimonio exclusivo de las instituciones formales.

30 años | 3 de noviembre de 1988

Denuncian la presencia de taxis "piratas" en Osorno

El creciente número de taxis que se observa a diario en Osorno, ha generado diversas complicaciones, según han expresado los mismos conductores, especialmente en relación con la seguridad de los usuarios. Incluso, advirtieron que existe la presencia de taxis "piratas", lo que también representa una merma económica.

20 años | 3 de noviembre de 1998

Serviu: formulan cargos contra cuatro funcionarios

La Contraloría General de la República, a través de su oficina regional, formuló cargos contra cuatro funcionarios en el marco de un sumario que instruye a petición del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) por presuntas irregularidades en la compra de un terreno en Rahue el año 1995, por el que se pagó 20 veces más.

10 años | 3 de noviembre de 2008

Miles de personas regresan por el paso Samoré

El largo fin de semana fue la ocasión ideal para salir fuera de la ciudad. Ello se intensificó en el paso Cardenal Samoré durante los últimos tres días, donde el mayor flujo se registró la jornada del viernes 31, primer día del feriado largo. El paso se intensificó además por el cruce de las delegaciones argentinas a los Juegos de la Araucanía.

El teleférico es un medio de transporte aéreo que consiste en cabinas cerradas para varias personas que viajan suspendidas transportadas por uno o más cables. Son motorizados por energía eléctrica o petróleo y se usan para desplazar personas en zonas con diferencias de altura (cerros) y para salvar distancias en lugares en que otros medios como el automóvil o las vías peatonales no son eficientes.

Con más de 100 años de uso el primer teleférico fue construido en San Sebastián (España) el año 1907. A partir de 1950 se construyen masivamente para movilizar millones de pasajeros en parques y montañas, promoviendo la práctica del skí y el acceso a lugares de altura y miradores.

Los teleféricos fueron usados por primera vez como transporte colectivo urbano en Medellín (Colombia) con gran éxito y seguridad, gracias a que la velocidad de desplazamiento es muy conveniente, puede recorrer una cuadra de 125 metros en 40 segundos a un costo muy similar al transporte terrestre y cabinas con capacidad para 30, 60 y hasta 200 personas. Cada recorrido requiere de dos estaciones a lo menos, una estación se construye al inicio y otra al final, pero dependiendo del largo del tramo y la necesidad de paradas se pueden construir estaciones intermedias.

Destaco esta tecnología por ser totalmente rentable para resolver el traslado de pasajeros en ciudades congestionadas como lo es y será en el futuro nuestra avenida Mackenna. Los habitantes de Rahue Alto tardan más de una hora cada día en llegar a su destino debido a la congestión vial que sufre Osorno por tener pocos puentes donde cruzar el río. Son barrios dormitorios que no tienen otra alternativa de desplazamiento que el auto, la micro o el colectivo y que inevitablemente en la tarde deben gastar otra hora en regresar por el mismo camino. Cruzar los 7 kilómetros de Osorno de oriente a poniente en teleférico tomaría 30 minutos y desde Rahue Alto a la Plaza de Armas apenas 15 minutos. ¿Un placer, no?

Nuestras autoridades deben mirar hacia una red de teleféricos amigables con la ciudad que pueden mejorar el caos actual. Con inversión privada o pública un sistema aéreo de transporte será más económico de construir y operar que cualquier otro terrestre, además se agrega un componente turístico de gran utilidad y una tarifa baja que puede generar ahorros al bolsillo familiar.

Raúl Ilharreguy, arquitecto