Alarmante tasa de obesidad en Chile
La reducción en el consumo de vegetales por parte de las familias ha sido considerable: de 113 kilos por persona en 1963 a 71 kilos en 2013.
Han generado preocupación las últimas cifras acerca de la obesidad, dadas a conocer por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que sitúan a Chile como el segundo país de la Ocde con la tasa más alta, luego de Estados Unidos. El estudio ha revelado que uno de cada tres chilenos es obeso (34% de la población mayor de 15 años), y que en solo dos años Chile pasó de estar en el octavo puesto de este ranking, al segundo lugar.
De acuerdo con los especialistas, el rápido avance de la obesidad se relaciona con el fuerte aumento del consumo de carne, la baja ingesta de vegetales y alimentos que contienen fibra y, por el contrario, la cultura de mal alimentarse por medio de comida chatarra, entre otras muchas causas. El consumo de carne por persona pasó de 29 kilos en 1963 a 48 kilos en 1994 y a 85 kilos en 2013, cambio que se explica por un mayor acceso a este alimento, que durante años fue considerado de lujo entre las familias populares, por los altos precios que tenía. Como consecuencia, hoy la carne está presente en la preparación de la mayoría de los platos. Expertos del Instituto de Nutrición y Tecnologías de los Alimentos han advertido que la grasa saturada de las carnes se suele acompañar de papas fritas, lo que aceleran la obesidad.
En cambio, la reducción en el consumo de vegetales por parte de las familias chilenas ha sido considerable: de 113 kilos por persona al año en 1963 pasó a 71 kilos en el 2013. Las legumbres también fueron desapareciendo de la dieta, con un consumo de 6 kilos por año a sólo 4 kilos.
Ciertamente, el crecimiento económico, los mayores ingresos de las personas y la integración a los mercados internacionales han reducido el consumo de preparaciones tradicionales y aumentado el consumo de los "fast food" o comida chatarra.
Dentro de las políticas públicas realizadas en Chile, se destaca la vigencia de la ley sobre composición nutricional y etiquetado de los alimentos; y se dispuso que los alimentos sanos sean los que se vendan en las escuelas en vez de otros ricos en azúcares, sodio y otros elementos dañinos en exceso.