Crisis de la Iglesia
Si bien estamos viviendo una profunda crisis de la Iglesia Católica, nada amerita pensar abandonarla o dejar de aportarle nuestra contribución mensual. Con más razón aún debemos seguir con las tareas pastorales y poner más energía y corazón para responder al llamado y vocación que hemos recibido de nuestro querido Jesús. A Él servimos y a Él seguimos por amor, nada más!
Mirando la historia de la humanidad, vemos que desde los comienzos se han visto enfrentadas las fuerzas del bien y del mal, y mirando ahora a nuestra iglesia no podemos ser neutrales, o tomamos la bandera de Jesucristo o tomamos la bandera de Satanás, a alistarse en uno de los dos ejércitos, pero neutrales o tibios, jamás!
Fabiola Portales Pape
Alcohol
La propuesta de los senadores Francisco Chahuán y Girardi, en torno a la regulación de la publicidad de bebidas alcohólicas es una iniciativa que está estancada en el congreso ya hace un par de años.
Países como Islandia han suprimido por completo la publicidad de este tipo de productos, acompañado de políticas públicas como apoyo a actividades deportivas para adolescentes y programas de prevención de consumo.
Evitar la naturalización del consumo, como ocurre hoy en día con la publicidad y también las noticias, recordemos la apología que se realiza a algunas bebidas en el pasado periodo de fiestas patrias, son pasos fundamentales para prevenir el consumo y la adicción.
En el caso del deporte recordemos como algunos ídolos como Marcelo Salas han omitido su presencia en spot publicitarios de este tipo, lo cual, es un interesante antecedente en tomar en cuenta.
Recordemos que el consumo de alcohol no se previene por ley sino por una cultura y medidas íntegras, las cuales también tienen que ver con otros ámbitos que deben ser considerados.
La iniciativa de Girardi y Chahuán es un interesante paso que tal vez debe sortear el intenso lobby de grandes empresas.
Francisco Sánchez
¿Inglés al debe?
No es extraño hoy escuchar a autoridades referirse a la importancia del inglés como herramienta para el desarrollo profesional. Lamentablemente tales declaraciones no ayudan mucho al mejoramiento de la enseñanza-aprendizaje de esta lengua en el mundo globalizado y/o académico. A menudo suena más a 'embrollo' que a motivación cuando se habla de multimedia, aulas multisensoriales, uso de redes, alumnos seguros y felices (pedagogía del amor).
Se parece a marketing, en el sentido de "propaganda y agitación" Ello confunde a profesores en lugar de orientarlos hacia una eficiencia y eficacia de la enseñanza. Además, las disparidades hoy entre las mallas que forman profesores de inglés en Chile se suman a lo anterior. Hace varias décadas, que las "metodologías" han venido perdiendo su Norte por sobre-confianza en tecnologías y declaraciones accesorias.
Desde las deficiencias de "didácticas especiales" en la formación de profesores, a la reclusión del inglés en "centros o coordinaciones de idiomas", el nivel académico de esta lengua se ve bastante desmejorado al ubicarse sólo como requisito de titulación. Las primeras van desde la pobreza de contenidos en enfoques (teorías), métodos (camino hacia…) y técnicas (actividades) basados en las contribuciones de la "lingüística aplicada" (LA) y la "psicología del aprendizaje verbal" pilares fundamentales en una metodología de enseñanza. Las omisiones de pasos o momentos en una clase para presentar, ejercitar y usar la lengua en situaciones comunicativas (léxico, sintaxis, fonética, fonología, fluidez y precisión) aumentan las dificultades para la producción y comprensión de la lengua (oral /escrita). Conclusión: no se puede formar un profesor de inglés sin metodologías específicas, o, a medias.
Hoy por hoy, la confianza desmesurada en las TICs se confunde con un enfoque didáctico efectivo basado en un verdadero "enfoque comunicativo". La confusión - dicho en lenguaje figurado - entre "anestesia y magnesia" seguirá erróneamente marcando rumbos. Seguiremos por mucho tiempo al debe con la enseñanza de esta lengua a pesar de una "campaña por un Chile bilingüe". Entre otras cosas, la meta bien pudiera ser emular los logros demostrados por un carabinero bilingüe o la fluidez demostrada por un funcionario PDI en el aeropuerto. O sea se pueden lograr competencias comunicativas en esta lengua si mejoramos su enseñanza a nivel de todo el sistema educacional. ¡pongámonos racionales!
Omer Silva Villena, lingüista