Sergio Silva
Vecinos y automovilistas del villorrio de Pichil, a un costado de la ruta U-55 a Puerto Octay, manifestaron su preocupación por la escasa mantención de la calle principal del sector, que desde la caída del puente Cancura el 23 de junio pasado, ha registrado un aumento en el tránsito de vehículos.
El deterioro de los primeros metros de la calle de ripio es evidente y en dos tramos se acumula el agua lluvia en los costados; incluso, hace unas semanas, luego de tres días de intensas precipitaciones, el barro y el agua dificultaron el paso de personas y automóviles.
Así lo confirmó Edilia Cocio, presidenta de la villa, quien sostuvo que la tranquilidad de los vecinos se alteró tras la tragedia del puente Cancura.
"Desde que se desvió el tránsito, este sector ha servido para que algunos acorten camino y pasen por dentro de la población, tanto camiones como vehículos particulares. No podemos prohibir el paso, pero que lo hagan bajo las normas establecidas y una velocidad prudente, o simplemente que ingresen donde está señalizado el desvío, que es en el cruce Pichil y lleguen al puente Esperanza que va al camino a Chan Chan", dijo la mujer.
Recarga de material
Pablo Sanhueza, conductor y usuario del sector, expresó que tras el desvío, la mantención por parte del organismo pertinente no ha sido frecuente, tal como en los tramos que comienzan desde la variante Pichil, Puente Esperanza y de ahí hasta lo que es el tramo que vuelve a conectar la ruta U-55.
"El reclamo de los vecinos es cierto. Si bien pueden decir que es una calle interna de la villa, también hay tramos que están malos y esos días de lluvia el problema se intensifica" manifestó el trabajador lechero de Pichil.
La dirigenta vecinal, en tanto, lamenta la imprudencia de los camiones principalmente.
"Si bien hay un letrero que indica 40 kilómetros, hay quienes no lo respetan, por eso pedimos que se instalen más señales y que vengan a recargar la calle con material y luego le pasen la máquina", indicó la dirigenta, quien además manifestó que la calle no posee sumidero de aguas lluvias, por lo que también piden que se hagan canales para que el agua escurra y no se acumule.
"Tenemos que aguantar por ahora todo esto, pero ver cómo realizan mantención a la ruta desde la variante Pichil, cuyo camino pasa por el sector bajo del poblado y conecta con el puente Esperanza y de ahí a Chan Chan hasta llegar nuevamente a la carretera a Octay, nos genera molestia. Nos sentimos postergados", manifestó airada.
Este medio intentó obtener una versión de la directora provincial de Vialidad o del seremi del Ministerio de Obras Públicas (MOP), sobre una solución a los vecinos, no obstante, fue imposible ubicarlos.
En la actualidad son ceca de 80 familias las que viven en Pichil y el 80% de los habitantes son personas de la tercera edad, que pasan el día a día en la villa, ya que el resto son trabajadores y estudiantes que acuden a la ciudad a realizar sus actividades.
de los vecinos son de la tercera edad y viven el día a día en el villorrio de Pichil, a un costado de la ruta. 80%