Verónica Salgado
Ocho meses han pasado desde que se decretó la alerta sanitaria para las regiones de la Araucanía, Los Ríos y Los Lagos por la presencia de Fiebre Q en algunos predios lecheros de la provincia de Osorno, lo que llevó a prohibir la tradicional muestra de animales durante la realización de la Sago Fisur 2017, además de la suspensión de la donación de sangre en el Hospital Base de Osorno.
El daño provocado con estas medidas, según los dirigentes del gremio agropecuario, fue injustificado ya que aseguran que las investigaciones realizadas por organismos técnicos competentes y los análisis realizados incluso en el extranjero darían cuenta que la gran mayoría de los casos de contagio de la enfermedad a humanos no corresponden a la bacteria Coxiela Burnetti, agente causante de la Fiebre Q.
Los cuestionamientos fueron realizados mediante una declaración pública emitida ayer por la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago) y firmada por su presidente Christian Arntz.
"Lo más probable es que nosotros suspendimos la muestra bovina en la Sago Fisur 2017, se cerró el banco de sangre y todo por una hipótesis que se debió haber analizado en un estudio científico riguroso y no crear una alarma pública que causó enormes daños, principalmente al rubro", expuso Arntz.
Daño injusto
La alerta sanitaria por Fiebre Q comenzó el 22 de noviembre del 2017 a sólo días que comenzará la versión número 100 de la Sago Fisur, que por primera desde 1917 no tuvo muestra de bovinos ni ovinos durante el evento más importante del rubro del sur del país.
"En su momento no podíamos entender cómo muchos profesionales veterinarios, médicos e incluso especialistas que vinieron de otros países indicaron que no les parecía que fuera Fiebre Q y dada la tozudez de la autoridad del momento, no encontrábamos otra explicación que argumentos antojadizo", expresó Arntz.
Precisó que actualmente y luego de variadas investigaciones se puede decir que la mayoría de los casos de personas que se aseguraba estaban contagiadas por Fiebre Q, resultaron ser negativos.
Así lo presenta la Sago en su declaración pública donde se lee textual: "hoy es claro que los casos que fueron presentados como positivos de Fiebre Q en humanos no eran tales, al menos en un altísimo porcentaje".
Arntz añadió que cuando asumen las nuevas autoridades de Gobierno en marzo de este año las cosas continuaron de la misma forma porque habían investigaciones en curso, tomas de muestras enviadas al extranjero y protocolos activados que recién están arrojando resultados que fueron los advertidos desde un principio por el gremio.
"Lo que las autoridad en su momento hizo fue culpar al sector ganadero y tendrán que asumir sus responsabilidades. Estamos en reuniones con el directorio de la Sago y junto a los abogados veremos de qué manera podemos tratar de resarcirnos de los daños", enfatizó Arntz.
Hay casos
La seremi de Salud, Scarlett Molt, si bien optó por no ahondar en la declaratoria de la Sago hasta tener mayores antecedentes, precisó que en los estudios epidemiológicos realizados hay casos comprobados y confirmados de Fiebre Q.
"Ahora tenemos que ver cómo vamos a trabajar los protocolos en materia de salud ocupacional vigentes, de forma que sean lo más practicables y fiscalizables posibles", dijo la seremi.
Precisó que para eso se desarrolla una mesa de trabajo intersectorial liderada por la Gobernación y las seremias de Salud y Agricultura e integradas por representantes del mundo pecuario.
Paralelamente profesionales de la Universidad Austral trabajan en un estudio asociados a los agentes patógenos Coxiela Burnetti y Rickettsias cuyos resultados estarán en marzo de 2019.
"Lo que las autoridad en su momento hizo fue culpar al sector ganadero y tendrán que asumir sus responsabilidades"
Christian Arntz, Presidente de la Sago."