Finalmente, se cumplieron todos los temores que algunos le avizoraron a la marcha del Plan de Descontaminación Atmosférica de Osorno (PDA) de Osorno cuando, forzadas por la llegada de la marea roja en las costas de la Región, las autoridades del gobierno anterior decidieron redestinar los recursos asignados al cumplimiento de la ambiciosa iniciativa que, en un plazo de diez años, pretende reducir en un 83 por ciento las partículas tóxicas que emanan de la incorrecta combustión de la leña.
Así al menos ha quedado meridianamente claro con las afirmaciones del actual seremi de Medio Ambiente, Klaus Kosiel, quien ha reconocido que el PDA se encuentra retrasado en al menos dos materias muy sensibles para el cumplimiento de su cronograma: a la fecha, tanto la asignación de los subsidios para el recambio de calefactores como para la aislación térmica marchan a un ritmo considerablemente menor del proyectado.
El origen del problema data de a pocas semanas de la entrada en vigencia del Plan de Descontaminación, el 1 de abril de 2016, cuando la emergencia de la marea roja, principalmente en las costas de Chiloé, motivó que el gobierno de Michelle Bachelet decidiera recortar los fondos para calefactores y aislación térmica y los redestinara a la ayuda social que exigían los pescadores, quienes por meses quedaron imposibilitados de extraer recursos marinos por su eventual presencia de toxinas. Es decir, para ir en auxilio de la población chilota, algo por cierto muy justificado por la emergencia social, se condenó a los osorninos a seguir respirando por más tiempo el aire tóxico.
Aunque en ese momento se le aseguró a la opinión pública osornina que tal redistribución de recursos no impactaría en la marcha del PDA, pues los dineros serían repuestos prontamente desde el nivel central, lo cierto es que ello no ocurrió. La principal consecuencia está en que de los cinco mil calefactores nuevos que se deberían haber entregado al día de hoy, sólo hay dos mil en operación; y de los tres mil subsidios de aislación térmica, se han aplicado únicamente 500.
Habrá que ver cómo el Gobierno de Sebastián Piñera resuelve esta deuda y de qué manera se reaccionará frente a otra contingencia similar. Y ojalá que el PDA no sea relegado nuevamente a un segundo plano.