Falta de estacionamientos
Está el eterno problema del estacionamiento. Los osorninos desde siempre se han creído muy progresistas en la construcción de su ciudad. Lamentablemente no es así, al menos en este tema.
En Concepción, y por supuesto Santiago, hace 40 años que se han construido edificios para estacionar en zonas céntricas. Conozco arquitectos que han calculado la construcción de un edificio y su rentabilidad. Pero… El alcalde siempre ha insistido en hacer un gran estacionamiento debajo de la plaza de Armas o las calles adyacentes, encontrándose con una gran oposición ciudadana.
¿Por qué no lo hace en altura? Asóciense con particulares. Debe ser un negocio redondo el estacionamiento. O se paga en forma mensual, o cada media hora que me estaciono. O sea, al contado no en cuotas a tres meses plazo.
¡Qué maravilloso sería nuestro centro para los que vivimos aquí en la ciudad!, nos gusta compartir con nuestros semejantes, caminar vitrineando, haciendo compras… Y además, que gran atracción sería para el turista que pueda estacionarse de verdad y conocer la ciudad caminando, pues desde el auto no se aprecia.
Hay edificios interesantes, variedad de ofertas de los negocios céntricos. Podría haber músicos en la plaza, que realmente se les escucharía y se disfrutaría. Y los que quieren marchar, lo podrían hacer tranquilamente, sin interrumpir el tránsito de la ciudad, con una calle Ramírez peatonal y suficientes edificios en altura para estacionar.
¿Qué estamos esperando? ¿Dónde están los que quieran que Osorno vaya enfrentándose al futuro, como corresponde a una ciudad como la nuestra?
Antje Krüger
Barros y el Papa
Inexplicablemente, se ha omitido de manera sistemática que el terrible entuerto del caso del ahora obispo emérito de Osorno (Juan Barros) fue originado, avalado y sostenido durante largo tiempo por el propio obispo de Roma.
Jorge Mery García
A los buenos sacerdotes
A los fieles, generosos y estoicos sacerdotes, que están sufriendo vejámenes, insultos, ironías y el acoso de personas, que ya sea por ignorancia o maldad generalizan, situándolos en el mismo nivel de los sacerdotes que han cometido semejantes atrocidades.
Queremos manifestarles que ustedes son la esperanza de la Iglesia y reconocemos sus sacrificios, su dedicación total y desinteresada al servicio del prójimo y la Iglesia. Valoramos su renuncia a formar su propia familia para donarse absolutamente a la causa del cristianismo, que es nuestra propia causa.
Los acogemos y tenemos esperanza en que la Iglesia saldrá fortalecida, unida, purificada, más apostólica y cercana después de estos terribles acontecimientos que tanto sufrimiento han causado. Estamos orando con fuerza y queremos ser parte de un nuevo amanecer de esta Iglesia, que somos todos, a la que queremos entrañablemente y de la que los católicos somos responsables.
Alicia Garbarini W.
Cambio de obispos
Después de pagar un precio muy "Caro", el Papa Francisco comienza a retirar los "Barros" que día tras día alejaban a los católicos de la fe. Es de esperar que esto sea sólo el principio de la profunda limpieza que requiere la Iglesia Católica nacional.
Larga vida y mucha energía para el Papa en su histórica tarea, el devolver a la Iglesia Católica al lugar que nunca debió abandonar; de seguro sus drásticas y muy esperadas decisiones actuales son las que tomaría Cristo en su lugar, porque Francisco se debió haberse hecho la pregunta que nos dejó en su última visita, que cada vez que tengamos que tomar alguna decisión en nuestra vida, nos preguntemos... ¿qué haría Cristo en mi lugar?
Claramente la respuesta que escuchó fue fuerte y clara.
Luis Enrique Soler
Abusos a menores
El lector Vladimir Guinao, en su carta del 12 de junio titulada "Obispos" (publicada en El Austral de Osorno), se pregunta si los políticos que hoy atacan a los obispos no han ocultado también abusos de menores. La respuesta está en las declaraciones del diputado René Saffirio en El Mostrador del 12 de julio de 2017 en que reconoce haber sido testigo de tocaciones y besos del ex senador Jorge Lavandero con una niña de 15 y haberlo denunciado 17 años después.
No creo que este diputado fuera el único que lo haya protegido, si hasta el día de hoy, después de haber sido el ex senador condenado, dirigentes, diarios y ONGs de izquierda lo defienden e incluso la Fundación Neruda le dio un premio.
Federico Aguayo Bustamante