Provincia: 19 médicos venezolanos ayudan a suplir falta de especialistas
VOCACIÓN. Profesionales del país llanero han llegado a hospitales y consultorios de la provincia. Alaban la organización y eficiencia del sistema de salud, pero se sorprenden ante el alto índice de diabetes, hipertensión y enfermedades mentales.
La llegada masiva de inmigrantes venezolanos producto de la crisis económica y política que afecta a ese país, ha tenido beneficios para Chile, nuestra región y provincia. Y no solo respecto a gastronomía, música y cultura, sino que un aspecto positivo fundamental es la llegada de profesionales calificados.
En muchos casos estos profesionales universitarios, más de alguno incluso con magíster o doctorado, no han podido encontrar trabajo de inmediato en su área. Pero dentro de ese grupo existen 19 afortunados que sí están ejerciendo su profesión en nuestra tierra: los médicos.
Según cifras del Servicio de Salud de Osorno (SSO), 19 médicos venezolanos ejercen la actividad en algún centro de la red provincial, ayudando a "parchar" la falta de especialistas en determinadas áreas de la medicina, en ciudades pequeñas o zonas rurales.
Lo anterior cobra importancia, considerando los tiempos y recursos que se requieren para formar un médico especialista. Como mínimo, y en el mejor de los casos, el estudiante pasará diez años en la facultad antes de titularse como tal.
De maracaibo a osorno
Alberto Criollo tiene 47 años y es traumatólogo. Estudió en la Universidad del Zulia, en Maracaibo, la segunda ciudad más importante de su país y donde ejerció posteriormente en importantes hospitales.
Debido a la crisis social y política por la que atraviesa Venezuela, decidió emigrar a Chile en 2016. En un primer momento debió hacerlo solo y dejó a sus dos hijas allá. "Fue muy duro", recuerda.
Hoy trabaja en el Hospital de Purranque. "Para conseguir trabajo, como dicen por allí, 'hay que caminar'. Hay que salir de Santiago y buscar en regiones", señaló. Desde febrero trabaja en dicho centro de salud y también en el Hospital Base de Osorno.
Alberto está en proceso de convalidar su título. Debe rendir el Eunacom y el Conacem, este último que certifica las especialidades de los médicos extranjeros. Durante 2016 y 2017 hubo una prórroga administrativa que permitió ejercer a médicos titulados fuera de Chile, mientras se preparaban para rendir dichas pruebas. Hoy existe una cierta tolerancia en el sistema para contratar médicos titulados de afuera, con la condición de que estén inscritos para rendir el Eunacom en junio próximo.
La experiencia de Alberto aquí ha sido buena. "La verdad no cambia mucho, realmente lo único que no estoy haciendo es la parte quirúrgica, porque no he revalidado el título", dijo.
Al mismo tiempo, alaba en general a nuestro sistema de salud, realizando una inevitable comparación con el de su país en la actualidad: "Evidentemente Chile tiene una muy buena organización en salud, en lo que corresponde a la dotación de los hospitales. Uno tiene disponible lo que haga falta, no como en Venezuela. Aquí hay solvencia para sanar a los pacientes", destacó.
Alberto Criollo se dio el tiempo de investigar antes de venir. Se interiorizó sobre el sistema público de salud de varios países y le pareció que el nuestro, en líneas generales, funcionaba bien como para trabajar en él.
"Es muy organizado y muy controlado. El control te da calidad. Hay hospitales como el de Purranque que reciben un certificado de servicio", apuntó el profesional.
A la hora de atender pacientes, el especialista no ve mayores diferencias en cuanto a lo que llega al centro de salud.
"Son casi iguales en mi área. Pacientes que por estadística presentan patologías propias de la edad. Los tratamientos quirúrgicos son iguales, lo que varía es lo de los medicamentos", comentó.
Este médico pudo traer a sus hijas, que hoy viven con él. "Estoy muy satisfecho y feliz de seguir ejerciendo lo que hacía en Venezuela, a diferencia de otros colegas o de otros compatriotas en general, que tristemente deben trabajar en otra cosa", señaló.
"Mi objetivo es quedarme aquí en Chile y hacer mi vida. Concretar lo que no pude en Venezuela", sentenció.
Diabetes y depresiones
Francisco Díaz tiene treinta y dos años y es médico cirujano, especialista en medicina laboral y ocupacional. Vive en Chile hace un año tras ejercer previamente en Venezuela, concretamente en San Juan de Los Morros, capital del Estado Guárico. Hoy se desempeña en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Pampa Alegre, en la primera línea de atención primaria.
"Me gusta el entorno de trabajo, son muy organizados, tienen un sistema de salud que cuenta prácticamente con todo: especialistas, nutricionistas, químicos farmacéuticos, entre otros profesionales", comentó.
Respecto a sus compañeros de trabajo, los define como "excelentes, no he tenido ningún tipo de problemas con médicos chilenos. Han sido muy receptivos con los venezolanos".
Lo que sí le ha llamado la atención, son los protocolos (procedimientos previamente establecidos para tratar determinadas enfermedades o sospechas de). "En Venezuela nos guiamos simplemente por las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entonces el médico tiene un poco más de libertad. Eso ha sido más difícil acá, aprenderse todos los protocolos, qué utilizar, etcétera".
También cuenta que "aquí uno maneja menos urgencias que allá. En Venezuela uno tiene muchas más cirugías, traumatología por accidentes de tránsito, heridas punzo penetrantes o por armas de fuego. Acá es más medicina interna".
Sobre lo distinto que uno puede encontrarse entre un consultorio chileno y uno venezolano, Francisco dijo que "con respecto a las enfermedades, se manejan las mismas. Pero aquí hay un alto índice de pacientes cardiovasculares, diabéticos, hipertensos, con artrosis o artritis".
También le sorprendió "el alto índice de pacientes de salud mental. Demasiados casos de esquizofrenia y depresiones. En Venezuela no se maneja mucho, el índice allá es muy bajo".
De los compañeros que trabajaban con Francisco en Guárico, la mayoría ha emigrado a países como Estados Unidos, España, Colombia o el nuestro.
"Y los que no, me cuentan que la cosa está realmente muy mal", señaló.
Él llegó a través de sus hermanos, que tenían amigos en Chile. "Fue la mejor decisión que pude haber tomado. Incluso, los médicos venezolanos que no están ejerciendo la medicina aquí están mejor que allá", sentenció.
Aporte
Durante décadas Venezuela se destacó por tener uno de los mejores sistemas de salud en Latinoamérica en cuanto a la calidad de sus profesionales (no así respecto al acceso, que era muy desigual, según el ingreso del paciente o la zona del país). De hecho, el médico venezolano de origen judío sefardí Baruj Benacerraf obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1980.
Luego, el chavismo amplió el acceso a salud de las clases populares y también propició que más jóvenes de sectores desfavorecidos estudiaran medicina. Sin embargo, la crisis económica actual ha dejado a los hospitales desabastecidos, sin insumos básicos, sin médicos debido a la emigración y además a muchos pacientes sin medicamentos.
De manera indirecta, en Chile nos hemos beneficiado de la situación, gracias a la llegada de médicos especialistas con una buena base académica y práctica.
La doctora Muriel Muñoz, directora subrogante del Servicio de Salud de Osorno, señaló que "valoramos mucho su llegada, porque le da continuidad a la función. Son necesarios para extender nuestra cartera de servicios".
Explicó que el artículo 112 del Código Sanitario faculta a la Seremi de Salud para permitir, excepcionalmente, que profesionales extranjeros puedan ejercer la medicina dentro del territorio. Agregó que "se han hecho concursos abiertos de especialistas y no ha habido postulaciones de médicos chilenos, mientras que sí lo han hecho los extranjeros".
Sobre la situación de los médicos extranjeros en la provincia, dijo que "tenemos a la mayoría con el Eunacom rendido y los pocos restantes lo rendirán ahora en junio".
"Mi objetivo es quedarme aquí en Chile y hacer mi vida. Concretar lo que no pude en Venezuela".
Alberto Criollo, Médico traumatólogo"
"Aquí hay un alto índice de pacientes cardiovasculares, diabéticos, hipertensos, con artrosis o artritis".
Francisco Díaz, Médico venezolano"
"Se han hecho concursos abiertos de especialistas y no ha habido postulaciones de médicos chilenos".
Muriel Muñoz, Directora (s) del Servicio de Salud de Osorno (SSO)"
19 venezolanos ejercen como médicos en la provincia en alguno de los centros pertenecientes a la red pública de salud. Han ayudado a paliar los déficit en ciudades pequeñas o zonas rurales.
10 años como mínimo, en el mejor de los casos, tarda en formarse un médico especialista en una universidad latinoamericana.
1980 el médico venezolano Baruj Benacerraf ganó el Premio Nobel de Medicina, algo totalmente inusual para un país latinoamericano. Hoy el sistema de salud venezolano está en crisis.