"Tenemos la leche y la carne, pero no servicios ni productos que atraigan al turista para que ingrese a nuestra ciudad"
Horacio Carrasco, nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Osorno
"Mi casa cuesta cara, pero la tengo hipotecada (…) Ha subido de valor y eso no es culpa mía".
Fidel Espinoza, diputado PS
de Osorno, por su patrimonio
Un día antes del partido que Osorno sostendrá con Palestino, el técnico Osvaldo "Arica" Hurtado renunció a la banca del cuadro taurino, lo que se hará efectivo una vez terminado el campeonato de Apertura. No obstante, el ex jugador seguirá ligado al club, ahora como jefe técnico de las divisiones inferiores.
Tres detenidos -uno por asalto, uno por estafa y por otro por robo de un auto- se registraron durante el intenso control policial ejercido por 30 funcionarios de Carabineros por distintos sectores de la comuna. En esta acción también hubo 17 detenidos por ebriedad y nueve por infracciones al tránsito.
La temperatura más baja del año se registró ayer a las 7:30 de la mañana, cuando el termómetro marcó -3,1° en la ciudad. Sin embargo, pese al frío matinal, durante la tarde hubo un día despejado y con una temperatura que se fue elevando, derritiendo así las capas de escarcha que cubrieron las calles y vehículos.
El proceso de regulación migratoria extraordinaria que dispuso el Gobierno puso otra vez sobre la mesa el impacto de este fenómeno en Chile. También nos recordó el enorme desafío que ha significado para el sistema de salud público la incorporación de los migrantes.
Chile se hizo eco rápido de la preocupación de la Organización Mundial de la Salud. A partir de 2008, manifestó su apoyo a las políticas que tienen por objeto ofrecer servicios de atención de salud a los migrantes independiente de su estado jurídico, como parte de la cobertura sanitaria universal. Hasta ahora, el Estado de Chile, a través del Decreto Nº67 de 2016, ha incorporado a los migrantes en situación de ilegalidad como beneficiarios de Fonasa, ofreciéndoles garantías de acceso a la atención de salud en el sistema público. En esta misma línea, los municipios con alta tasa migratoria han cumplido un rol clave en el monitoreo de salud de la población migrante, ya sea diseñando planes de atención especial, incorporando facilitadores culturales o promoviendo la capacitación.
Sin embargo, el lanzamiento de la Política de Migrantes Internacionales por el Ministerio de Salud, a fines de 2017, ha sido el mayor hito. La política se estructuró a través de siete ejes: adecuar el marco normativo que genera barreras o discriminación de la población migrante; impulsar un sistema que garantice acceso y aceptabilidad en el derecho a la salud; desarrollar integralmente la salud de las personas migrantes bajo el Modelo Integral de Salud, Familiar y Comunitario; incorporar a los migrantes en los programas e intervenciones de salud; monitorear, seguir y preparar información de salud que permita diseñar políticas adecuadas y disminuir el estigma asociado a la migración; considerar aspectos relativos a "trabajo, salud y migración" y su interrelación; y promover acciones comunicacionales contra la discriminación, xenofobia y estigmatización de las personas migrantes.
La Política de Salud de Migrantes Internacionales busca garantizar a las personas en situación de migración, ya sea por procesos voluntarios o forzados, su derecho a la salud en iguales condiciones que la población nacional. Migrantes reconocidos como sujetos de derecho y cuyas necesidades de atención se aborden, con una mirada integral, desde la promoción y prevención de salud.
Sin embargo, será interesante observar cómo esta política tiene su correlato en programas y acciones que signifiquen un avance real respecto de las actuales garantías disponibles. Es decir, cuando se pase del discurso a la acción.
Nelly Baeza, directora del Centro de
Salud Pública de la Universidad Central
Hace poco menos de un año, en mayo de 2017, el país quedó profundamente conmovido con la historia del jubilado Heliberto Vidal, quien a sus 79 años fue descubierto por El Austral de Osorno viviendo prácticamente al interior de un tubo en las orillas del río Rahue. Allí, con las bajas temperaturas propias de la época y la natural humedad proveniente del cauce fluvial, el pensionado, sin familia ni redes de apoyo de ningún tipo, lograba apenas sobrevivir, dependiendo de las almas caritativas de quienes lo veían en esas condiciones y de su ingenio para espantar el frío y racionar su comida.
Su historia afortunadamente tuvo un final feliz. Luego de hacerse públicas sus penurias, fue trasladado primero a un hogar de ancianos en Frutillar y después al Hogar Santa María en Osorno, donde hoy recibe la atención digna que merece quien a su edad ya cumplió con sus responsabilidades de la vida laboral activa. Pero con él, la presencia de las personas en situación de calle en Osorno para nada se ha acabado. Tal como se reseñó en este diario durante esta semana, hay por lo menos 150 personas sin hogar ni redes familiares en la ciudad, viviendo exclusivamente de lo que pueden conseguir o de la solidaridad de personas e instituciones que recorren las calles llevándoles ayuda y afecto.
De acuerdo a un catastro de la Seremi de Desarrollo Social, en Osorno hay 150 personas en esta condición. Por decisión propia, malas decisiones o producto de los infortunios propios de la vida, ahora pasan sus días durmiendo en precarias chozas que intentan ser mediaguas, en autos abandonados en sitios eriazos o incluso debajo de microbuses que ya no prestan servicios. Allí, entre objetos del más variado tipo, toda la ropa que puedan haber reunido para ahuyentar las bajas temperaturas y los fantasmas de la vida anterior que tuvieron, pasan sus días.
Su existencia, por más invisible que sea, tiene que motivar a la acción del Estado y de la sociedad civil, en particular ahora que se acerca el invierno. Cada uno de ellos se merece la mano solidaria de una sociedad que por más que haya avanzado, no puede darle la espalda a quienes la suerte los ha dejado de lado.