Cauces urbanos reciben nuevas especies de aves gracias a la mejoría de sus aguas
NATURALEZA. Luego de años de trabajo y campañas por descontaminar los ríos Rahue y Damas, comienzan a ser visibles los primeros resultados. Si bien los expertos advierten que no todos los tipos de aves son indicadores de un buen ecosistema, el hecho de que exista más vegetación en las riberas y nuevos ejemplares consumiendo alimentos en el agua, hablan de una paulatina recuperación.
Garzas blancas, zarapitos, pitotoys, bandurrias, los esquivos huairavos, patos silvestres y algunas especies de aves carroñeras, han sido avistadas durante los últimos meses en los tramos urbanos de los ríos Rahue y Damas en Osorno, algo que de acuerdo a los expertos en medio ambiente y fauna, sería consecuencia de una paulatina mejora de los ecosistemas presentes en dichos cauces, los que lentamente han ido recuperando su vegetación y microorganismos que componen la base de la cadena alimenticia de las aves y otras especies.
"En marzo, abril y mayo hay ciertas especies de aves que llegan a los cursos de agua y el río Damas ha mostrado un mejor comportamiento en cuanto a que la salubridad de sus aguas han ido mejorando, pero es sólo de manera estacionaria", advierte el presidente de la Red Ambiental Ciudadana de Osorno, Ricardo Becerra.
Y agrega que hoy existe "una mayor variedad de aves que llega al río Damas, lo que indica que cuando sus aguas están relativamente limpias o sin un grado alto de contaminación, pueden constituir un hábitat".
El doctor Jorge Nimptsch, profesor asociado al Laboratorio de Limniología Aplicada del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile (Uach), para determinar el grado de limpieza de un río en base a la llegada de avifauna, habría que medir "el tiempo de residencia de las aves y la velocidad de flujo del río, para saber cómo se va reoxigenando el río y a la vez generando el alimento".
La comida forma parte de una cadena trófica donde se generan de micro a macro organismos que son consumidos por distintos tipos de ejemplares.
"Se podría tomar como ejemplo, con cierta cautela, el caso del humedal del río Cruces, en la Región de Los Ríos, donde se produjo la mortandad de los cisnes en 2004 a causa de la desaparición del alimento, que es el luchecillo. Si no hay (comida) pueden llegar aves de paso, pero no para quedarse. Entonces, tiene mucho que ver con la disponibilidad del alimento de preferencia de las aves y de las condiciones climáticas también, porque el sistema o cadena funciona considerando todos los parámetros", sostuvo el académico.
En esa misma línea, expertos de la Uach en el estudio de las aves explican que antes de sacar conclusiones apresuradas al respecto, lo primero es verificar la disponibilidad de presas o alimento en los cauces y la cobertura de vegetación en los mismos, sobre todo si no hay estudios previos que certifiquen la calidad de las aguas y los sedimentos, ya que la mayoría de las especies nombradas no necesariamente indicarían una buena calidad del ambiente.
"Las aves que se están observando son de carácter generalista, oportunista y suele asociarse a subsidios tróficos generados por el ser humano", por lo que idealmente habría que realizar "un estudio sistemático sobre la ocurrencia de especialistas tróficos en particular (por ejemplo pitotoys y zarapitos), determinando su abundancia y uso del hábitat en el área a evaluar para inferir, al menos a priori, que el cauce está en buenas condiciones ecológicas. De lo contrario, las conclusiones serían muy sesgadas", señalaron.
Pese a ello, lo cierto es que en el Parque Cuarto Centenario, por ejemplo, en prácticamente cualquier hora se puede ver patos jergones u otras especies alimentándose de las bondades de un río que ha recuperado su transparencia, vegetación y cadena trófica.
No obstante, la mayor preocupación está en los sectores rurales, donde debido a la actividad agrícola se han producido altos índices de contaminación en las aguas.
El caso de la masiva mortandad de peces en el estero Cuinco, tributario del Rahue, es un claro ejemplo, pero es sólo uno de muchos otros arroyos que entregan sus aguas a uno de los dos grandes ríos de la ciudad.
"En las zonas urbanas hay algunos puntos críticos como la desembocadura del Damas con el Rahue, además del sector de Chuyaca, donde hay algunas industrias. Entonces, ahí es donde trataremos de potenciar la idea de que la descontaminación sea de manera integral y no puntual", indicó Ricardo Becerra, de la Red Ambiental Ciudadana, que busca la posibilidad de realizar una inspección por dentro del río Damas en busca de ductos ilegales.
"Estamos trabajando con la Superintendencia de Servicios Sanitarios para hacer un catastro y detectar los ductos ilegales que vierten sus desechos en el Damas y también en el Rahue", remató el dirigente, quien además criticó a las autoridades locales por quitar la prioridad a la norma secundaria que protegería legalmente ambos cauces que tributan al río Bueno.
Impacto urbano
Otra de las aristas positivas que tiene la recuperación de los ríos locales es el turismo, en cuanto a la posibilidad de generar nuevos espacios que sean atractivos para los visitantes, pensando sobre todo en los amantes de las aves y de prácticas como el birdwatching o avistamiento de aves.
Así lo señaló Ismael Rivera, arquitecto osornino y ex presidente del Colegio de Arquitectos a nivel local, quien asegura que situaciones como esta permiten cambiar la antigua mirada que se tenía de los ríos, considerados como punto de desagüe o patio trasero de la ciudad.
"Hay que entender que los ríos son corredores naturales de una serie de situaciones silvestres, porque las aves no solamente anidan o paran, sino que también se mueven navegando en ellos", dijo Rivera.
En términos urbanos explicó que "no basta solamente con la recuperación, sino que también hay que acercar a la comunidad y la gente a los ríos. Se han hecho buenos intentos con la remodelación de los parques, pero la idea es que el cauce no termine siendo solo un tema paisajísticos, donde la gente no pueda tocar el río ni tener un contacto más directo".
A su parecer, lo ideal sería replicar lo que ocurre en ciudades como Valdivia, donde existe una costanera navegable que genera una interacción más directa con los afluentes.
"Tengo entendido que hay proyectos que vienen más adelante, como el del puente San Pedro que sí contempla ese punto. Como Colegio de Arquitectos también en algún momento planteamos la necesidad de generar embarcaderos, de manera que se puedan recorrer los ríos y hacer algunos tours desde, por ejemplo, el Parque Keim, el Parque Hott, el Bellavista, el IV Centenario y el Chuyaca, más el Francke que está un poco a mal traer, pero que también está al lado del río", dijo el urbanista.