Esta semana se ha cumplido un anhelo muy profundo de todos los productores lecheros, por el que Aproleche Osorno ha venido levantando la voz hace ya varios meses. Fedeleche, junto a todas las asociaciones regionales que la integran, ha presentado una solicitud de salvaguardia para las importaciones de Leche en Polvo Entera (LPE), Leche en Polvo Descremada (LPD) y Queso Gouda, ante la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas (CNDP).
Para esto, la federación contrató a economistas y abogados del más alto nivel, quienes demostraron la existencia de un aumento significativo en las importaciones de LPE, con un incremento de 55,8%, y de un 122,9% para el Queso Gouda, comprobando el alto impacto en la producción lechera nacional.
Pero detrás de estas cifras, se encuentran personas de carne y hueso. Familias completas, que viven directa o indirectamente de la lechería. Una de esas personas es don José Escobar, pequeño productor de la provincia de Osorno, quien gracias al constante trabajo de toda una vida, ha logrado dar educación a sus hijas y mantener a su familia.
Los productores no son simplemente porcentajes para engrosar las cifras de las estadísticas: son trabajadores, mujeres, jóvenes y niños, que necesitan de este noble oficio para salir adelante. Como don José, son miles los que hoy requieren de un mercado sin distorsiones para seguir produciendo leche, rubro con un enorme potencial de crecimiento en esta parte del sur, pero que se ha visto truncado por las desmedidas importaciones de lácteos al país, entre otros factores.
Como asociación, hacemos un llamado a las autoridades políticas para que entienda la profundidad del impacto social que está generando la creciente sustitución de la producción nacional, a un sector económico clave de varias regiones de nuestro país. Esperamos que esta solicitud sea acogida por la Comisión Nacional Antidistorsiones y al más breve plazo se aplique una salvaguardia, la cual se traducirá en un estímulo a la producción lechera chilena, que por cerca de 10 años se ha mantenido estancada, provocando el abandono de cientos de productores, por falta de una visión en el mediano y largo plazo.
Dieter Konow, presidente
de Aproleche Osorno