Escuela osornina es una de las 3 en Chile destacada como intercultural
LOGRO. La Escuela Sociedad Socorro de Señoras, ubicada en el sector Quinto Centenario, fue reconocida por la Agencia de Calidad de la Educación debido a su programa de inclusión. Más del 80% de los alumnos es de ascendencia huilliche y también vulnerable. Su director resaltó que la comunidad educativa se ha reencantado con sus raíces.
Como uno de los establecimientos destacados en el país fue calificada la Escuela Sociedad Socorro de Señoras, ubicada en el sector Quinto Centenario de Rahue Alto, plantel que está inserto en una comunidad donde vive una gran cantidad de población de ascendencia huilliche que proviene de La Costa.
La escuela cuenta con un proyecto educativo centrado en la incorporación de la cultura huilliche en las prácticas educativas, donde además se ha devuelto el orgullo a las familias de pertenecer a esta etnia por medio de lo que van aprendiendo y transmiten sus hijos.
Escuela destacada
Carlos Martínez, director de la Escuela Socorro de Señoras, explicó que se trata de un reconocimiento a las buenas prácticas por parte de la Agencia de Calidad de la Educación, entidad que los visitó durante unos días para grabar este trabajo, específicamente en el tema de la interculturalidad.
Este reconocimiento recayó en una escuela del norte del país, otra en Valdivia y en la escuela urbana intercultural de Osorno, que es la Sociedad Socorro de Señoras, que cuenta con sobre un 80% de alumnos de origen huilliche, siendo la que tiene mayor porcentaje de familias de origen étnico en la región, con una matrícula actual de 406 alumnos.
Agregó que el proyecto educativo ha sido clave para este establecimiento, al punto de que la agencia lo haya reconocido como una buena práctica a nivel nacional.
"Hay mucha discusión con respecto a la Ley de Inclusión, pero nuestra escuela se ha visto favorecida por ella. La alta demanda está dada por el proyecto educativo, que es uno de los requisitos que pide esta ley", afirmó Martínez.
Añadió que la interculturalidad se explica como una práctica donde todas las culturas que conviven en un establecimiento educacional estén a un mismo nivel, como por ejemplo en festividades como el año nuevo mapuche o wetripantu, que tiene la misma importancia como la celebración de Fiestas Patrias.
Por el hecho de tener más de un 25% del alumnado de origen huilliche, la Ley de Inclusión indica que los niños reciben desde primero básico la enseñanza del chezungún (lengua de la etnia huilliche), lo cual el próximo año llegará hasta séptimo.
Además de ello, la escuela incorpora una tercera cultura que es la del mundo de las señas, para abrir la posibilidad de integrarse al plantel a todas las personas que tengan una discapacidad auditiva.
Aclaró que el proyecto no está orientado a los niños que tienen esa condición, sino más bien a los que pueden oír normalmente, para que ellos sean los que se incorporan en el mundo de las señas.
Proyecto exitoso
Una de las encargadas del tema de la interculturalidad en la escuela es la profesora Paulina Sáez, quien explicó que no es oficialmente profesora de la lengua ni tampoco pertenece a la etnia, pero por estar inserta en la cultura huilliche ha aprendido el idioma y conocimiento.
Detalló que lo que se produce en la práctica es un cambio de roles, ya que muchas veces son las familias las que aportan con conocimientos y los docentes se instruyen con su cultura.
"Hay un trabajo muy comprometido con los papás. Por ejemplo, celebramos el wetripantu durante una semana completa y toda la comunidad participó en ella", manifestó la docente.
Añadió que el éxito del proyecto se ve reflejado en el valor que le dan los niños al hecho de pertenecer a la etnia huilliche, lo que también se ve en el nivel de compromiso de los padres, por que lo toman como algo asociado a su vida familiar y a sus costumbres. Así, uno de los aspectos que más se refuerza en esta enseñanza es la propia identidad de los alumnos.
La profesora Regina Jaramillo, que proviene de una comunidad de San Juan de La Costa, junto a su colega Paulina Sáez se encarga de enseñar el chezungún ya por cinco años, es decir, desde cuando comenzó este proyecto.
"La educación intercultural pasó a ser uno de los pilares de nuestra unidad educativa y por ende está toda la comunidad involucrada. Todos tuvimos que aprender de cero", dijo la profesora.
La educadora precisó también que a los estudiantes se les enseña el epeu y el piam, que son formatos propios de la cultura, como lo son la fábula o el cuento en el mundo occidental, pero que tienen características propias y con ellas desarrollan la comprensión de lectura y preparan pruebas estandarizadas como el Simce.
Además, los niños estudian la comprensión del mundo a través de la interpretación que le dan a los fenómenos naturales en la etnia huilliche o, por ejemplo, se enseña la etnomatemática, donde las unidades de medidas son el almud (unidad de volumen de origen árabe y traída por los españoles), el geme (similar a una pulgada) o la vara de leña, como asimismo los números hasta el 9.999 en quinto y sexto.
Regina Jaramillo reveló que la clave para lograr que los niños se identifiquen y sientan orgullo por su origen es enseñarles el significado de sus apellidos, que al castellano siempre tienen una traducción ligada a animales, lugares o elementos de la naturaleza, lo que resulta de gran atractivo para ellos y se lo toman de manera lúdica.
"Yo les enseño a partir de mi segundo apellido Guala, que significa pato silvestre y man, que es cóndor. El pato silvestre es tímido, yo soy muy tímida a veces, pero saco las alas del cóndor y vuelo muy alto y eso le gusta a los niños y empiezan a hacer lo mismo con sus apellidos", concluyó la profesora.
Comunidad orgullosa
Mauricio Manquel es apoderado de tercero básico y está comprometido en todas las actividades del establecimiento.
"Tenemos nuestras raíces en la etnia huilliche y el colegio nos ha hecho participar mucho en sus actividades. Mi padre es un lonco y estamos muy contentos, porque en el liceo yo viví la discriminación, pero en este colegio es todo lo contrario, nos han devuelto las ganas de ser huilliches", destacó el apoderado.
"Hemos trabajado los telares, el baile y la lengua. He aprendido a saludar 'mari mari'", manifestó Amaro Huaquín, de segundo básico.
"He aprendido a saludar, los números, frases que algunas veces uso en la casa con mi familia. Por ejemplo, el sol es antu y cuando sea grande quiero seguir aprendiéndolo", expresó la estudiante de tercero básico, Javiera Poblete.
"Me ha gustado mucho aprender, porque esta es una lengua que no sabía que existía y la tía Regina me ha enseñado muchas cosas sobre el mundo huilliche que yo no sabía", indicó Cristian Paredes, de quinto básico.
"Hay un trabajo muy comprometido con los papás, ellos son parte de nuestra labor educativa".
Paulina Sáez, Profesora"
"La educación intercultural pasó a ser uno de los pilares de nuestra unidad educativa".
Regina Jaramillo, Profesora"
80% de familias de la escuela pertenecen a la etnia huilliche, por lo que la escuela debe impartir por ley la enseñanza de su lengua, que es el chezungún.
5 años lleva funcionando el establecimiento bajo el proyecto educativo intercultural, el cual le valió ser una de las tres escuelas con resultados exitosos en esta materia en el país.
406 alumnos tiene la Escuela Sociedad Socorro de Señoras, que en realidad cuenta con capacidad para 404 niños. Gracias a su proyecto educativo se ha hecho muy atractiva para familias del sector.