"Osorno hoy día es una ciudad que tiene una tremenda proyección"
Michelle Bachelet — Presidenta de Chile, en el marco de su visita a la zona.
"La intención de la geriatría nunca ha sido que las personas vivan más años, sino con la mejor calidad posible"
Ubiratán de Sousa — geriatra, sobre tratamiento para los adultos mayores.
La productividad pareciera ser el talón de Aquiles para el desarrollo de nuestro país, tanto es así que el año 2015 se creó la Comisión Nacional de Productividad, CNP, institución consultiva mandatada por la Presidenta Bachelet, con el desafío permanente de aumentar el indicador que mide la relación entre la producción obtenida y los recursos utilizados para obtenerla, en éste caso, de Chile.
La CNP en uno de sus primeros informes señala la importancia de promover una cultura de la productividad, que impulse cambios de actitud en las personas, rescatando los beneficios que la productividad genera sobre el bienestar. Pero cabe preguntarse, ¿Qué hace que las personas cambien de actitud?
Ignacio Fernández, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y experto en felicidad organizacional asegura que "cuando hay trabajadores contentos, la productividad aumenta entre 31% y 40%", esto es consistente con estudios de Grate Place to Work, donde evidencian que las 100 mejores empresas para trabajar, tienen resultados hasta dos veces superiores al promedio del mercado, considerando los resultados de la bolsa de valores de EE.UU.
Al analizar los índices de felicidad organizacional en Chile nos encontramos con que 6 de cada 10 compatriotas no se sienten felices en su trabajo, muy por debajo de países como Austria, Noruega o Bélgica, que además están entre los países con más altos indicadores de productividad de la OCDE. Frente a estos indicadores, debemos preguntarnos si buscamos generar mayor productividad laboral, ¿Por qué no comenzar por generar mayor felicidad en el trabajo?
Si nos planteamos como objetivo país el desafío de incrementar la productividad significativamente, sólo a través de la gestión del capital humano, vale decir, abrazar el desafío de gestionar lugares de trabajo que fomenten la felicidad y bienestar organizacional, las organizaciones no necesitarán altas inversiones en nuevas tecnologías o sofisticados sistemas de control de pérdida, sólo se requeriría de una inversión en el capital más preciado de una nación: las personas. Esto nos permitiría incrementar en un tercio la productividad laboral, dando un salto en el desarrollo sustentable de nuestro país.
Ramón Rubio director ejecutivo de AIEP Osorno
Trescientos setenta alumnos de siete establecimientos de la comuna participaron en la aplicación de la Prueba de Aptitud Académica experimental, cuyo objetivo es establecer aspectos técnicos del examen oficial. La prueba se realizó en el Liceo A 18, bajo la supervisión del delegado de la oficina de admisión de la Universidad e Chile.
A menos de 30 días de la inauguración de la 74° versión de la Sago-Fisur, que se desarrollará entre el 28 de octubre y el 30 de noviembre, las obras de construcción y remodelación del recinto están prácticamente terminadas. La inversión bordea los $50 millones y se espera exhibir más de 25 mil dólares en maquinaria.
Con una brillante presentación la delegación Antillanca retornó a la ciudad con dos campeonas nacionales de en el torneo Nacional infantil de Ski, realizado en las Termas de Chillán. Se trata de Macarena Montesinos y Stefanie Vyhmeister, quienes ganaron medalla de oro en las categorías C y D respectivamente.
Se han dado a conocer los resultados del estudio "Descenso en la incidencia del infarto al miocardio después de la aplicación de la ley libre de humo en Chile", publicado en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud. De acuerdo con ese trabajo, los ataques cardíacos cayeron 7,8% en Chile, tras la ley que prohibió fumar en espacios públicos, lo que revela que los esfuerzos por hacer frente al tabaquismo en nuestro país ya dan los primeros frutos. La investigación, que analizó la evolución de los ataques cardíacos antes y después de la ley 20.660, que entró en vigencia en marzo de 2013, observó una disminución de los casos en ambos sexos, así como en personas jóvenes (20-69 años de edad) y de edad avanzada (70 años o más).
Los autores atribuyen los buenos resultados a la reducción rápida de la exposición al humo de tabaco de segunda mano, que tiene un efecto perjudicial para el funcionamiento del corazón porque aumenta el riesgo de infarto. Los investigadores analizaron los casos de infartos al corazón que ocurrieron en mayores de 20 años residentes de zonas urbanas entre enero de 2011 y diciembre de 2014, es decir dos años antes y dos años después de la entrada en vigencia de la ley, para determinar que la reducción relativa inmediatamente después de la prohibición fue de 7,8%, lo que equivale a 764 casos menos al año. La ley 20.660 endureció las restricciones y prohibió fumar en espacios cerrados de acceso público, como bares, restaurantes, casinos y discotecas. También, la publicidad del tabaco en programas de televisión en vivo fue prohibida y no se pueden exhibir, hasta las 22.00 horas, contenidos o imágenes que inciten al consumo. Además, las empresas tabacaleras deben informar anualmente al Ministerio de Salud de sus gastos en donaciones por convenios con entidades públicas, deportivas o culturales. La normativa cambió los mecanismos de fiscalización, dando un mayor papel a las municipalidades, que son beneficiadas por las multas cursadas. Según la OMS el tabaquismo mata cada año a casi 6 millones de personas en el mundo y se estima que alcanzará a 8 millones para 2030 si las tendencias actuales continúan. En Chile el 40% de la población fuma.