"No quiero que se entienda que me estoy apoderando del cargo por algún interés"
Nada fácil ha sido el transitar de Ismael Rivera al mando del Colegio de Arquitectos de Osorno, un organismo netamente consultor que a partir de su independencia ha tratado de marcar el devenir de una ciudad, que según este Doctor en Arquitectura y Urbanismo, marcha por el camino correcto.
Sin embargo, la falta de participación de los profesionales en el gremio y un directorio nacional en crisis hicieron que Rivera dejara el cargo que ostentó por tres periodos consecutivos entre 2011 y 2017, para generar "un remezón" que ponga de relieve tanto la importancia como la situación de abandono que vive el gremio.
-¿A qué se debe su alejamiento del Colegio de Arquitectos de Osorno?
-En primera instancia porque ya cumplí de sobra el periodo que me tocaba. Los periodos son de dos años, en el primero de ellos hicimos elecciones, pero no hubo muchas postulaciones y en ese momento el directorio nacional del Colegio me conminó a que continuara hasta que pudieramos hacer elecciones (...). Al final hicimos otras elecciones y nos presentamos con la misma directiva y salimos reelectos. Cumplimos ese periodo y nuevamente pasó lo mismo. Y es algo que pasa a nivel nacional, hay muy poco interés de participar.
-¿A qué factores obedece?
-Si ya existe poco interés de participar en el Colegio de Arquitectos, hay que sumar el hecho de querer ser directiva, un cargo ad honorem que demanda harto tiempo. La mayoría de los colegas están en sus trabajos y algunos incluso no pueden hacerlo, por estar en algún puesto municipal o del Ministerio de Vivienda (Minvu), por conflicto de interés. Todo eso llevó a que nos siguiéramos extendiendo a pedido principalmente del directorio nacional, para que la delegación zonal no quedara sin una directiva.
-¿Cuál es el rol de este gremio?
-Como directiva participamos en hartas instancias públicas, por ejemplo, en el Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil de Osorno (Cosoci), en el Consejo Social y Empresarial de la Universidad de Los Lagos y en una serie de otras instancias donde estábamos presentes con un opinión técnica, sin ningún tipo de interés político o financiero, como sí los tiene la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Nosotros abogábamos por un desarrollo sustentable y calidad de vida en la ciudad.
Tercera razón...
-¿Hay cansancio de su parte o su renuncia pasa por la falta de renovación?
-En realidad no es por cansancio, porque me motiva mucho este tema, yo he estado siempre en la parte gremial. Cuando era estudiante fui presidente del Centro de Alumnos en la Universidad del Bío Bío y aquí en la Universidad de Los Lagos fui presidente de la Federación de Estudiantes, siendo el primero a nivel nacional de Arquitectura y luego presidente del Colegio de Arquitectos. Pero fundamentalmente lo hago por un tema de ética, para que no se entienda que me estoy apoderando del cargo por algún tipo de interés, que te aseguro que no existe, porque aquí no hay utilidades de por medio.
-¿Sólo eso...?
-Y también porque es necesario a veces generar un remezón para que otros colegas se motiven al ver que se quedaron sin directiva. Pero hay una tercera razón que te la voy a mencionar aunque se genere un poco de escozor en la CChC (...). Desde que asumí siempre habíamos tenido una buena relación con este organismo y con su directiva, eso hasta que Pablo Arce, actual presidente de la CChC, dijo que no se sentía representado por mí y solicitó que presentara mi renuncia.
-¿Fue la gota que rebalsó el vaso?
-No fue esa molestia lo que provocó que dejara el cargo. Es una estrategia, porque yo ahora tengo las bases para decir: perfecto, dejé el cargo, pero ¿qué se está haciendo por formar una nueva directiva?. Porque yo seguí en el cargo por una petición expresa del directorio nacional (...). El gran problema está en que el Colegio de Arquitectos de Osorno ahora está en tierra de nadie. No hay directiva, no hay una voz a nivel local y como el colegio a nivel nacional pasa por una crisis, lo que menos quieren es que las delegaciones zonales empiecen a desaparecer.
-¿Cuál es tu evaluación de lo que pasa con el colegio a nivel zonal?
-El gran problema que tiene el colegio y muchas otras asociaciones gremiales, donde muchas han desaparecido, como el Colegio de Constructores o el de Ingenieros, es que después del '80 se modificó la ley de las asociaciones gremiales y les quitaron la tuición ética. Antes si querías ejercer como arquitecto tenías que estar colegiado, de lo contrario no podías hacerlo profesionalmente. Si querías ingresar un proyecto a la municipalidad, por ejemplo, tenías que estar colegiado y pagarle un porcentaje a este organismo.
-¿En qué incide eso?
-Para empezar, cualquiera podía firmar el plano que quisiera, lo que por supuesto beneficia a los privados. Si nosotros como colegio tuviéramos la tuición ética, no habrían pasado cosas como el mall de Castro o que este mall esté sobre la vereda que es un bien de uso público, algo que no puede hacer ningún particular. Pero como colegio no podemos hacer nada más allá de dar una opinión.
-¿Cómo continúa su relación desde ahora con el gremio?
-No descarto la posibilidad de respostularme más adelante, en un tiempo prudente, por supuesto. Me gusta el tema de participar en el gremio. Pero en términos éticos, al ser presidente del colegio me restringí de muchas cosas: por ejemplo, nunca participé de una licitación pública. Siempre el alcalde me preguntaba por qué no participaba de los concursos y yo le explicaba que al tener una relación cercana con el municipio se podía tomar como un favor para que después diera una opinión favorable frente algún proyecto. En ese sentido, nuestra opinión fue sin interés. Con el Mercado Municipal, por ejemplo, tuvimos varias diferencias y me interesaba mantener esa independencia.
Dolores de cabeza
En su posición de experto Rivera plantea que si bien Osorno experimentará un gran progreso, éste estará asociado a constantes inconvenientes atribuidos al lobby de la CChC, según su opinión.
¿Hacia dónde debería crecer Osorno?, ¿cómo se imagina la ciudad en unos años más?
-Creo que la ruta que ha tomado la ciudad en los últimos años con Jaime Bertín es la acertada. A pesar de que hemos tenido hartas diferencias, las decisiones que ha tomado y el equipo de trabajo que tiene ha llevado a que Osorno se desarrolle más rápido en términos de megaproyectos urbanos: la avenida Mackenna y República que se viene y los parques, que sin duda han mejorado la calidad de vida. Creo que el gran problema de la comuna está en la especulación de suelo, lo que tiene que ver con que muy pocas familias son dueñas de grandes paños de terreno en el centro de Osorno. Incluso, puedes ver terrenos que no están construidos, edificios que son muy antiguos y que pertenecen a la colonia árabe-siria (...) no venden y tampoco invierten. Bayelle ha construido en los últimos años, pero siempre son muy medidos y eso impide un desarrollo mayor en el centro.
-La congestión también es otro tema importante...
-Ese problema tiene que ver con que se han hecho hartas mejoras en las calles (...). Le hice mención al director de la Secplan, Claudio Donoso, el tema de la planificación de los proyectos urbanos, porque rompen una vereda y eso dura al menos tres meses así y nunca vez gente trabajando, entonces él me explicó que esto pasa porque son supervisados por el Serviu, el Minvu o el MOP y no por la Dirección de Obras municipal, entonces no tienen mucha potestad para apurar a la empresa. Y lo otro tiene que ver con la coordinación de las empresas.
-¿A qué se refiere con ello?
-Tuvimos una reunión en El Austral de Osorno por la campaña Nuevo Aire, donde estuvieron las empresas Lipigas y Metrogas. Entonces, yo les pregunté a ellos por qué no se coordinaban para hacer los trabajos, porque con la red de gas natural al centro van a tener que romper por separado, porque la nueva ley anticolusión impide que se pongan de acuerdo (entre otras normas). Lamentablemente el progreso en Osorno nos trae una serie de dolores de cabeza con respecto a lo que está pasando en las calles, donde no veremos nunca una ciudad terminada.
-Pero por dónde pasa esto...
-Tiene que ver con que los organismos planificadores no tienen las herramientas para hacer su trabajo como corresponde, a raíz de que se han hecho una serie de modificaciones en la ley que impiden que eso pase y éstas han sido, sin miedo a equivocarme y arriesgando demanda como se dice, motivadas a nivel nacional por la Cámara Chilena de la Construcción. A la Dirección de Obras cada vez le han quitado atribuciones, sólo puede ver y evaluar las normas urbanísticas, uso de suelo, rasante y paramos.
"Los organismos planificadores no tienen las herramientas para hacer su trabajo como corresponde, a raíz de que se han hecho una serie de modificaciones en la ley que impiden que eso pase y éstas han sido motivadas a nivel nacional por la Cámara Chilena de la Construcción"."
"Puedes ver terrenos que no están construidos, edificios que son muy antiguos y que pertenecen a la colonia árabe-siria (...) no venden y tampoco invierten"."
fue el periodo 2011-2017