Jorge Bueno
Para Óscar Gómez, de 36 años y oriundo de Santiago, aunque radicado en Osorno hace dos, vivir en esta ciudad ha sido un alivio. Venir del ruido de la capital, con esas largas distancias entre un tramo a otro, para pasar a una urbe más pequeña y amable, ha sido un gran beneficio, sobre todo para el crecimiento de su pequeño hijo Renato.
Tras estudiar Pedagogía en Lenguaje en la Universidad Técnica Metropolitana (Utem), actualmente dicta clases en la Escuela Canadá de Rahue Alto. Ese amor por la enseñanza es solo una de sus pasiones. La otra es la carpintería: a través de su emprendimiento llamado "Maple" ha logrado llamar la atención por el uso didáctico de la madera y cómo se puede utilizar para confeccionar juguetes educativos y con variadas funciones.
"Lo que pretendo hacer es enseñar a través de estos juguetes inspirados a través de las filosofías Pikler, Waldorf y Montessori (sistemas educativos de enseñanza), que hablan de la libertad de movimiento, que los niños tengan autonomía, que puedan crear y que ellos se apropien del juguete. Se supone que mientras menos cosas haga ese juguete, el niño tendrá más de esa libertad", puntualiza el docente.
Carpintería
El noble oficio del trabajo de la madera fue herencia de su abuelo, según rememoró Gómez. Siempre estuvo ligado a este ámbito, por lo que era cosa de tiempo que alguna vez lo retomara en serio. Sumado además, al nacimiento de su hijo, por lo que la entrada económica era necesaria.
"Partimos vendiendo entre los amigos y la familia, pero poco a poco esto ha ido creciendo, hemos estado en varias ferias de Osorno y hace poco lanzamos el sitio de la red social Facebook (MapleMueblesyJuegos) y hemos tenido encargos desde Puerto Montt y de acá mismo. Nos ha ido muy bien y esperamos seguir", enfatizó.
En el supuesto de que si llega a crecer el negocio y en algún momento debe optar por seguir la senda del profesorado o encargarse al cien por ciento de la empresa, Gómez escogió ser reflexivo y pensar en que todavía puede ejercer ambas pasiones.
Juguetes
Entre la variedad de juguetes destaca una torre multiuso que sirve como mini escalera y como silla, un balancín multicolor que también puede usarse como un túnel, unos mini zancos de madera y una carpa transportable. A simple vista se ven fáciles de hacer y también de usar, pero esa simpleza esconde un gran trabajo y dedicación atrás.
Además, destacó que en su trabajo no utiliza materiales tóxicos, ya que la idea es que los niños jueguen seguros.
Canadá trabaja el docente de Lenguaje que también se dedica a fabricar juguetes con madera y otros materiales naturales. Escuela