Acuerdo de Rotterdam y su aplicación en Chile
Reconociendo la necesidad de un cuartel, según piden los vecinos, se requiere también una intervención mayor por parte del Estado. "Queremos saber qué exigencias se incluyen en el Acuerdo de Rotterdam para los procesos industriales"
Nuestro país firmó esta semana su adhesión a la Declaración de Rotterdam, con el fin de potenciar la sustentabilidad del sector lácteo del país y cumplir los objetivos de desarrollo levantados por la ONU para el 2030.
Hace años que los productores del sur de Chile están generando inversiones para el buen aprovechamiento de los residuos de la lechería, incorporando energías renovables no convencionales como paneles fotovoltaicos, colectores solares, biodigestores e intercambiadores de calor en el proceso de ordeña, entre otros esfuerzos que van en la línea de la sustentabilidad. También se ha avanzado en el desarrollo de capital humano y equipos de trabajo, con mejoras sustanciales en las condiciones laborales del sector.
Como asociación, encontramos positivo el marco conceptual de esta iniciativa, y los postulados se encuentran en línea con la agenda gremial de Fedeleche, y en particular de nuestra asociación.
Sin embargo, en virtud de lo genérico de esta declaración, y debido a que existen precedentes de otros tratados que de buena fe fueron suscritos por los gobiernos respectivos, pero que se tradujeron en exigencias desmedidas o inaplicables para los productores, creemos fundamental el monitorear muy de cerca los alcances que tendrá este convenio.
También, así como los productores estamos en pos de la sustentabilidad en la lechería, queremos saber qué exigencias se incluyen en el Acuerdo de Rotterdam para los procesos industriales, de lo cual poco y nada se sabe en la actualidad.
En el sur de Chile tenemos la mejor leche del mundo, y para darle valor y proyectarla al futuro es necesario seguir potenciando las oportunidades de desarrollar y vincular nuestra producción con los mercados que valoren nuestra leche de altísima calidad.
Serán entonces las asociaciones gremiales las llamadas a revisar y monitorear la implementación de este convenio en el sector productivo primario, que ya ha realizado grandes avances en estas materias, y no dudaremos en levantar la voz si es que la aplicación de este tratado a la realidad del país se traduce en limitaciones inabordables para los lecheros.
Dieter Konow, presidente de Aproleche Osorno