Discriminación a haitianos
Leía con incredulidad la grave ofensa de un guardia de un mall capitalino a dos ciudadanos haitianos, que fueron conminados a retirarse porque algunos de los asistentes protestaron al ver personas de raza negra. Me imagino que los reclamantes eran rubios, de ojos azules y tez blanca y posiblemente de apellido anglo teutón
Sentí rabia al ver como mi patria pisotea los valores ético cristianos de la tolerancia y aceptación del prójimo. Sentí ira en contra de este Chile, decadente e hipócrita y moralmente corrupto que rasga vestiduras y besa cruces un día y al otro maldice y denosta a quien no comulga como él. Sentí molestia por las autoridades que tenemos, por su indiferencia hacia la discriminación entre chilenos y de los chilenos hacia aquellos que son refugiados o tienen otro color de piel.
¿Qué o quién nos dio el poder de sentirnos superiores a los demás, a los mapuches, a los peruanos y ahora a los haitianos, o acaso somos adoradores de la teoría de la raza aria? Cuando nos formamos como nación sólo éramos los que estaban subyugados al colonizaje: los naturales de Chile y los dominadores que fueron, para bien o para mal, los castellanos de España. De ese tiempo a hoy Chile ha sido la patria de miles de personas de países europeos que han hecho de esta nación su hogar.
Los profesores normalistas jamás hemos enseñado a nuestros alumnos a diferenciar a las personas por su nacionalidad, raza, religión o creencia; muy por el contrario, nuestro verso era la unión hace la fuerza de las ideas, todos nacimos y somos iguales ante los ojos de Dios y de los demás y las personas no valemos por el dinero que tenemos, sino por como lo ganamos y como somos con los demás. Así nació, creció y se formó este lindo país que hoy se ve ensombrecido por vientos de discordia.
Para colmo, nos vestimos todo de blanco tul y nos declaramos enemigos de lo negro, compramos litros de pureza y bañamos a nuestros hijos para que no se mezclen con los "otros". ¿Qué opinan los sacerdotes y pastores de este neonazismo que está creciendo como la cizaña?
Un amigo nuevo tengo, es haitiano y llegó con lo puesto a Osorno. Le ha ido bien, pero tiene compatriotas que han sido discriminados y agredidos por personas que tienen a Dios en la boca y al diablo con el corazón. Antes de rechazar, antes de sembrar enemistad, cosechemos las flores de la hermandad.
Si todos nos diéramos la mano seríamos una sola gran persona. Como ayer se recibieron a los colonos alemanes, como hoy a los que quieran asilo en la copia feliz del edén. Bienvenidos a Chile, a Osorno, hermanos y suerte.
Sergio Mora M., profesor normalista
Beatriz Sánchez y Melnick I
Aunque difícil, si Beatriz Sánchez llegase a La Moneda, tras el reciente veto a Sergio Melnick por ser panelista de un programa de televisión, aduciendo que fue ministro del gobierno militar o "dictadura", justificándolo con que no es "censura", sino sólo "tener memoria", ¿recordará y emularía a Salvador Allende -el ex Presidente "mártir"-, adecuando sus dichos, ciertamente: "Yo soy Presidenta del Frente Amplio. No soy Presidenta de todos los chilenos", considerando al efecto que casi la mitad de sus compatriotas es pinochetista, aunque silente?
Jorge Saavedra Moena
Beatriz Sánchez y Melnick II
A propósito del veto de la candidata Beatriz Sánchez al panelista Sergio Melnick, llama mucho la atención el que ella haya ejercido como periodista en el canal de La Red hasta antes de ser propuesta como candidata a la Presidencia, considerando que el mismo Melnick fue fundador y director ejecutivo (1991-1992) de dicho canal. Tal vez su profunda contradicción actual apuntaría a que hoy su posición ante Melnick es más consecuente con el conglomerado que la apoya en su aventura presidencial y antes simplemente privilegió la opción de trabajar en la TV, haciendo "la vista gorda".
O sea, la necesidad tiene cara de hereje.
Luis Enrique Soler
Combate a la delincuencia
Personajes públicos como políticos, empresarios, altos funcionarios, embajadores, futbolistas, o sus familiares, personajes de la farándula, son de gran utilidad para el país, porque gracias a ellos se está combatiendo la delincuencia. Cuando sufren un robo en su residencia o vehículo se destinan de inmediato todos los recursos humanos y técnicos hasta atrapar a los delincuentes.
Los ciudadanos de a pie hacen la denuncia y después de unos días les dicen que se seguirá investigando, lo que, en buen chileno, quiere decir "olvídense del asunto?
Mauricio Pilleux Dresdner
Propaganda electoral
Si hay algo que espero de esta campaña electoral, es que las calles sigan siendo calles, y no pasajes del mal gusto estético y de la propaganda vana.
Esteban Meza