Los festejos de las Fiestas Patrias reviven todas aquellas costumbres chilenas que se han mantenido intactas, a pesar del paso del tiempo, y que hoy son parte del amplio abanico de nuestras tradiciones populares. Una de ellas, y la preferida por los niños en esta época del año, es el juego de los volantines.
Sin embargo, una actividad recreativa que parece ser inofensiva cobra, en algunas ocasiones, ribetes de peligrosidad cuando se incurre en la utilización de elementos peligrosos que además están prohibidos en nuestro país, en atención a su alto riesgo. Se trata del uso del denominado "hilo curado", que no es más que hilo recubierto con vidrio molido u otros componentes y que actúa como un verdadero cuchillo de varios metros de largo, que permite cortar los volantines de otros jugadores.
Y es aquí cuando lo que parece un momento de esparcimiento y tranquilidad en familia se puede convertir en un juego con dramáticas y peligrosas consecuencias. Los datos así lo avalan, toda vez que el 2016, y según estimaciones de la Seremi de Salud de la Región Metropolitana, el número de accidentes por uso del hilo curado se triplicó en comparación al año anterior.
La razón es que este hilo puede producir profundos cortes en la cara y manos, además de la electrocución de quien lo utiliza, ya que puede tener componentes metálicos en su composición, los que actúan como un transmisor de la corriente si es que cae sobre los cables del tendido eléctrico, ocasionando daños a quien lo manipula que incluso pueden llegar a la muerte.
De ahí que se deba insistir en abandonar esta práctica, que puede ocasionar graves daños en aquellas personas que se vean expuestas al roce de este hilo.
Asimismo, es necesario que la población denuncie a los fabricantes de este componente y asuma un compromiso con el rescate de nuestras tradiciones, pero también un respeto irrestricto a las leyes y al cuidado del prójimo.