Felipe Guerrero
El proyecto de las nuevas casetas comerciales del bandejón central de la remozada avenida Mackenna de Osorno, ubicadas en el tramo de las calles Cristóbal Colón y Eduviges, comenzó con críticas de la comunidad cuando se construyeron en febrero del año 2016.
Y es que cuando estos módulos comenzaron a tomar forma, como parte del proyecto de remodelación de dicha arteria, provocaron rechazo e inquietud entre los residentes aledaños y arquitectos. En ese momento criticaron que estos locales ocupaban espacios que antes eran áreas verdes y que además podrían convertirse en un eventual foco de delincuencia en el barrio.
Un vaticinio, que no estuvo lejos de la realidad, ya que en marzo de este año, cuando los stand todavía no eran entregados, los mismos vecinos y transeúntes dieron cuenta que estos estaban siendo utilizados por indigentes como verdaderos "dormitorios" donde consumían alcohol e incluso instalaron carpas.
Una situación que constató y publicó El Austral por esos días, cuando respecto a estos trabajos del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), que entregó a la Municipalidad, las autoridades responsables aseguraron que era cosa de semanas para que las casetas pudieran ser arrendadas. Algo que se concretó hace algunos meses atrás, cuando los comerciantes interesados comenzaron a postular a dichos módulos, cuyo costo de arriendo mensual -según los mismos locatarios- ronda los 100 mil pesos.
Cuentas alegres
Hoy, de los diez puestos ya hay cuatro abiertos, la mayoría de ellos funciona de lunes a domingo entre las 12 y 20 horas aproximadamente, como el local N° 10 "Daisuki Store" atendido por la señora Ruth Cárdenas, quien ya saca cuentas alegres desde su apertura.
"Llevo pocos días, desde el viernes 8 de septiembre de la semana pasada, pero ha sido bueno. Acá van a encontrar todo lo que tiene que ver con cultura animé, k-pop, póster, tazones, chapitas y todo lo relacionado. Los chicos de los colegios son mis principales clientes. Me ha ido bien gracias a Dios, he tenido una buena acogida, los jóvenes vienen harto y se llena el local", relata esta locataria.
En efecto, muy cerca están los liceos Carmela Carvajal y Eleuterio Ramírez, y las escuelas Efraín Campana y Leonila Folch. "No me puedo quejar, se vende todos los días, no en una gran cantidad, pero se vede. Pasa mucha gente por aquí, las familias salen los fines de semanas, es un buen público", agrega Ruth, cuyas ganancias estimadas están en un rango de entre $15 mil y $60 mil diarios.
Sebastián Poffalt abrió su local un poco más allá, recién el pasado lunes 11, el que se llama "La Herida". Su giro comercial es de bazar y paquetería, pero orientado a un público joven y gana en promedio 20 mil pesos diarios.
"Vendemos poleras estampadas, morrales, gorros, cine animé, documentales, tratamos de buscar un sello más juvenil", cuenta este joven.
Y agrega que "me ha ido bien, un buen recibimiento, los chicos vienen e interactúan harto, igual transita gente por aquí y lo ideal es que el resto de los locales se abran pronto".
En tanto, una de las primeras locatarias en instalarse es Cecilia Cañulef, quien vende mieles y mermeladas principalmente en su local "Delicias y Artesanías PichiRuka".
Ella cuenta que "estoy desde fines de julio, como en todo hay momentos que nos va bien, hay días que mal, pero en general me ha ido bien... tengo clientes que me encargan, me alcanza para cubrir la mensualidad".
Y sostiene que "hago en general una evaluación positiva, porque tengo un trabajo y un lugar donde vender mis productos. En este parque la gente tiene un lugar donde salir, pasear, hacer deporte y comprar".
El otro local abierto hasta ahora es la confitería llamada "Morita", atendida por la señora Carmen Ruiz.
locales de los diez módulos de Mackenna ya están abiertos y ofrecen diversos productos al público. 4