Enfermedades y pesticidas tienen en alerta a productores de miel de la zona
COMPLEJO PANORAMA. Para el miércoles 16 está pactada una protesta en las afueras del Congreso en Valparaíso, donde se reunirán apicultores de todo el país para manifestar su descontento con la Ley Apícola y la escasa protección que ofrece el Estado a este pequeño, pero vital insecto que no sólo permite la producción de miel, sino también de muchos otros frutos y vegetales a través de la polinización. Osorno y la Región de Los Lagos no están ajenos a esta situación, pero advierten que hay otros factores que la perjudican.
"Este año tengo 600 o 700 colmenas muertas y nadie me ayuda en eso, sólo mis medios. Y si no tengo la plata, tengo que correr al banco", dice Enrique Sáenz, español radicado hace varias décadas en Osorno, quien desde los años '70 se dedica a la venta y fabricación de miel abasteciendo al mercado de Santiago a Castro.
"Nunca había tenido un promedio tan bajo de producción como este año", expresa el productor, que obtuvo 30 mil kilos menos de miel que el años pasado.
A su juicio, el gran responsable de la mortandad de las abejas es un parásito que se alimenta de ellas llamado barroa. Este verdadero "cáncer" de la apicultura además se ha vuelto resistente a los medicamentos con el paso del tiempo.
"Cuando llegué a Chile no moría ninguna abeja si es que tenía alimento, era un paraíso para ellas. Pero ahora llevo 15 años comprando abejas (en la zona central) para poder mantener un stock", alega.
En términos generales, para el dueño de Miel Ralún, la apicultura en la zona atraviesa un estado crítico, donde sobrevive el que tiene el respaldo suficiente para superar los malos momentos.
"El que tiene pocas colmenas 20 ó 30 en su predio es más fácil de llevar sin que se enfermen, contagien o se maten unas a otras por la comida. En cambio uno que trabaja de las 1.200 para arriba es más difícil todavía, porque hay más aglomeración y están más expuestas", explica Sáenz.
A estos factores se agrega la avispa chaqueta amarilla, véspula carnívora que se alimenta de las abejas, la cual causó estragos hace un par de años, según el productor de origen español, debido al aumento de su población la cual se vio favorecida por la sequía.
Difícil Panorama
A nivel regional, según los datos catastrados por el SAG, la Seremi de Agricultura y el Gobierno Regional, que fue realizado en agosto de 2015, se contabilizaron 639 apicultores y 63.876 colmenas establecidas en el territorio, cuya producción se sustenta en la pequeña y mediana agricultura, concentrándose la mayoría en las provincias de Osorno (4.780), Llanquihue (49.425), Chiloé (7.279) y Palena (2.392).
"Según los registros del SAG, más del 50% de los productores apicultores de la Región trabajan en los programas nuestros de Prodesal y PDTI. Ellos están por lo tanto recibiendo asesoría técnica e inversiones. En los últimos cuatro años hemos invertido poco más de $152 millones más otros $50 millones del Gobierno Regional destinados principalmente a la habilitación de salas de extracción en los procesos de la miel y certificaciones sanitarias", afirma Enrique Santis, director regional de Indap.
Asimismo, el catastro estableció que el 50% de los apicultores encuestados pertenecen a Indap y que un 70% no está asociado. Además, sólo un 23% reconoció que su principal actividad es la apicultura.
De hecho, sólo el 28% señaló estar agrupado, situación que a futuro el Ministerio de Agricultura espera abordar porque se logran mejores resultados productivos cuando se aúnan esfuerzos.
Así lo indicó la seremi de Agricultura, Pamela Bertín, quien señaló que "la actividad apícola ha tenido un gran impulso en la Región de Los Lagos a partir de la conformación de la Mesa Apícola Regional. Esta es una instancia que como Seremi de Agricultura coordinamos y que reúne a apicultores de todo el territorio. Con ellos definimos objetivos comunes y ejecutamos una serie de iniciativas para desarrollar el rubro. La realización de un catastro apícola fue un propósito fundamental en este aspecto, ya que nos permitió focalizar de mejor forma este trabajo".
En ese sentido, en la Región de Los Lagos se producen 700 mil kilos de miel al año, mientras que el consumo de miel en Chile se estima alcanza los 200 gramos per capita al año, según datos de Odepa.
Crisis nacional
Según el mismo estudio, a nivel nacional existen 10 mil 523 explotaciones que poseen actividad apícola y que manejan un apiario de más de 454 mil colmenas.
Ellas se encuentran en todo el país, excepto la Región de Magallanes, concentrándose principalmente entre Valparaíso y La Araucanía. Además, el 82% de la producción de miel chilena proviene de especies vegetales melíferas del bosque nativo.
Lo que no se dice es que los pesticidas que se aplican a los viñedos de la zona central, desde donde -por ejemplo- Sáenz trae abejas, están matando miles de abejas.
No por nada apicultores de todo el país se reunirán el próximo miércoles 16 en el Congreso en Valparaíso para protestar por la nula o escasa aplicación de la Ley Apícola.
Aura Manríquez, presidenta de la Cooperativa Mieles del Sur -que agrupa a 11 socios desde Valdivia a Chaitén-, radicada en Frutillar, expresa al respecto que "esta es una batalla de larga data que no sólo se libra en el país".
Para Aura Manríquez, la desaparición o mortandad masiva de abejas se debe a la aplicación de pesticidas baratos de mala calidad y la escasa comunicación entre agricultores.
"Lo que se pide con la Ley Apícola es la determinación de influir en que los pesticidas que lleguen al país sean los que corresponden y no los que están en el último lugar, por ejemplo en la Región de Valparaíso las viñas han producido un exterminio de abejas, por lo mismo", dice Manríquez.
Para ella todos los agricultores debiesen ponerse de acuerdo al momento de usar pesticidas para que ambos puedan tomar las medidas adecuadas, ya que las abejas polinizan las plantaciones y no sólo son importantes para el apicultor.
"El problema no es la ley, sino que la ley se cumpla. El SAG tiene sus disposiciones y éstas deberían ser para todos. Hace muchos años que se habla de la desaparición de las abejas y si se concreta, también lo hace el hombre, porque no tendríamos qué comer", continúa la presidenta de Mieles del Sur, quien asegura que el 80% de los alimentos que consumimos: verduras y frutas, son polinizados por las abejas.
"Todos los años hay fruta que no llega a los calibres de exportación y eso ocurre porque la abeja falla, aunque nadie lo quiere reconocer", apunta Manríquez.
Volker Plarre, propietario de Miel Plarre, lleva más de 50 años en el negocio y comercializa miel de distintas variedades como trébol, ulmo y raps.
Él, al igual que Sáenz, concuerda en que el problema pasa por la gran cantidad de enfermedades que han llegado a la zona y el país.
"Han llegado bastantes enfermedades a la zona y hay que combatirlas. Anosema y el parásito de la barroa que es un piojo que le chupa la sangre a las abejas y las larvas. También los pesticidas han sido factor. En estos días falta un poco de protección, debido a que la legislación existe pero no se ejecuta", advierte Plarre, quien exporta el 90% de su producción a Alemania a través de la Cooperativa Apícola Paillaco ubicada en Los Ríos.
Plarre expresa que pese a esto todavía hay buenas condiciones para la apicultura en la zona, aunque "está viniendo mucho apicultor de la zona central que nos hace competencia con la floración y eso nos va mermando la producción".
Sin embargo, se puede observar que existen múltiples factores que hoy están afectando no sólo la producción sino también la cantidad de abejas, lo que reviste una gran amenaza tanto para el rubro apícola como para otros sectores del rubro alimentario.
Asociatividad
Otro de los aspectos a discutir o analizar es si asociarse o no. De acuerdo a los registros descritos con anterioridad sólo un 28% de los apicultores se ha agrupado en algún tipo de organización común. Aunque la gran mayoría de los apicultores son medianos y pequeños.
Según Plarre, en Osorno por ejemplo, "hay muchos apicultores que tienen pocas colmenas, pero grandes productores deben ser cinco".
Según este inmigrante alemán que está asociado a una gran Cooperativa Apicoop, "es difícil decir si conviene más asociarse en cooperativas o vender como independiente. El que tiene disponibilidad de tiempo para envasar y vender al detalle recibe un mejor precio que a granel en la cooperativa, pero depende de los volúmenes".
En el caso de la Miel de Ralún, cuya planta procesadora está ubicada en calle República, Rahue, vende en forma independiente.
"No tengo nada en contra de las cooperativas, pero yo trabajo a mi manera, me mando solo y me gusta hacer las cosas por mi mismo. En las cooperativas hay gerentes, subgerentes y las utilidades se las lleva la administración y no el que las produce", argumenta Sáenz.
Desde Indap, Enrique Santis, explica que la intención es agrupar a los pequeños y medianos productores, tanto para potenciar sus volúmenes como para mejorar sus ventas.
"Nuestro aporte ha sido el que hemos fortalecido la organización de los productores de la región y eso se ha hecho también a través de la Seremi de Agricultura que tiene una Mesa Apícola, la cual tiene que ver también con las políticas públicas y la protección del rubro", concluye Santis.
Datos:
Enfermedades: Parásitos que se han vuelto resistentes a los medicamentos son una de las principales amenazas de las colmenas.
Plaguicidas: Productores concuerdan en que el problema no es la Ley Apícola en sí misma, sino la negligente aplicación de la misma.
"El que tiene disponibilidad de tiempo para envasar y vender al detalle recibe un mejor precio que a granel en la cooperativa"
Volker Plarre, productor apícola"