"Creo que quienes se oponen a Barros no tendrán ocasión de reunirse con el Papa"
El director internacional de la organización América Solidaria, Benito Baranda, en su rol de coordinador del Estado para la visita del Papa Francisco a Chile en enero de 2018, argumentó que duda sobre la posibilidad de una cita privada entre el Pontífice y representantes del Movimiento de Laicos, que se opone al obispo Juan Barros como líder de la diócesis local.
El sicólogo titulado en la Pontificia Universidad Católica, además se refirió al aumento de personas viviendo en los campamentos en Osorno, lo que a su juicio es consecuencia del alto valor de los suelos, sumado al bajo monto de los subsidios entregados a las familias vulnerables, lo que ha frenado la construcción de viviendas sociales de parte del Estado.
Benito Baranda estuvo en Osorno esta semana para participar en diversas charlas asociadas a temáticas de superación de la pobreza, visitó establecimientos educacionales y conversó con dirigentes de algunos campamentos de la comuna. Paralelamente, la tarde del jueves 3 de agosto se reunió con representantes del Movimiento de Laicos, quienes le entregaron una carta dirigida a la Presidenta Bachelet.
-¿Qué lo trae a Osorno?
-Es una visita que tengo agendada desde hace rato. La idea era promover América Solidaria, que si bien surgió en Santiago vinculado solamente para ayudar a Haití, después se extendió por el resto del continente. Chile es el primer país que crea una rama como América Solidaria del sur, cuya sede está en la Región de Los Lagos. Actualmente estamos trabajando en el Liceo de Quilacahuín, (comuna de San Pablo).
-¿En qué consisten los proyectos de América Solidaria?
-Escogemos una organización que trabaje particularmente en educación, que involucre menores de edad y personas de un área en situación de exclusión social y pobreza. Cuando tenemos definida la intervención, buscamos profesionales en América mediante una postulación donde siempre son miles de interesados. Por ejemplo, en el caso del Liceo de Quilacahuín fueron seleccionadas dos personas, las que estarán un año. Los proyectos duran entre 3 y 5 años.
-Somos la comuna con más familias en situación de campamentos en la Región y en Chile han ido aumentando los asentamientos irregulares, ¿cómo analiza el tema?
-Hay que diferenciar los campamentos de la pobreza, que ha ido disminuyendo en Chile desde el punto de vista económico. Desde hace dos gobiernos, y por el modelo de política habitacional, ha costado mucho construir viviendas para los más pobres. Una razón es el costo de suelo alto y el tipo de subsidio que no alcanza para construir, salvo que los barrios queden ubicados en lugares muy apartados. Entonces, la vía de escape para la gente más vulnerable fue volver a constituir o agrandar los campamentos, lo que es un retroceso para la política habitacional y erradicarlos significará un alto costo para Chile.
-Usted fue director del Hogar de Cristo, ¿cómo cree que se puede incentivar el voluntariado?
-Llevo cinco años fuera, pero soy socio y participo de las actividades. Primero debes promover el voluntariado en el ámbito educacional, porque si no enseñas al joven, luego no le puedes pedir al adulto que realice el voluntariado. Claro, siempre hay gente dispuesta, pero es más difícil. Además, en el mundo de la educación superior debieras gastar mucha energía para formar estudiantes como voluntarios.
Visita del Papa
-¿Cómo ha desarrollado su rol de coordinador del Estado para la visita papal, labor que le entregó la presidenta Bachelet en junio?
-Muy bien, hemos estado en reuniones de mucho trabajo. Ya tuvimos un recorrido coordinando la seguridad en Santiago, Temuco e Iquique y estamos a la espera del informe que garantice que se cumplen las condiciones para realizar encuentros con el Papa. Trabajamos bien con la Iglesia y los diferentes organismos estatales involucrados.
-¿El Papa viene en su calidad de máxima autoridad de iglesia Católica o como jefe del Estado Vaticano?
-Ambas, existen tres actividades que realiza como jefe de Estado, que es su llegada y salida del país y la visita a la Moneda para reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet. Todo el resto de su estadía es una visita pastoral.
-¿Se ha hablado en las reuniones de trabajo sobre el tema de Osorno y el rechazo de algunos sectores al obispo Juan Barros?
-Del obispo Barros en particular no, las personas que están en el movimiento que se opone a su presencia se han contactado con nosotros y hemos tenido reuniones. Ahora, es una tensión interna que tiene la Iglesia y no le corresponde al Estado ningún rol. En todo caso, el Papa ha tenido protestas y rechazo en muchas partes del mundo y si alguien quiere manifestarse, que sea con respeto y no que arruine la fiesta que pueden tener otras miles de personas.
-¿No se ha tocado el tema, a pesar de que la situación de Osorno ha marcado la agenda en los medios nacionales e internacionales asociada a la venida del Papa?
-La presidenta no es católica y este es un tema que los católicos hablamos mucho.
-¿Cree que quienes se oponen al obispo de Osorno deben tener la oportunidad de reunirse con el Papa?
-Creo que quienes se oponen al obispo Barros no tendrán la oportunidad de reunirse de manera privada con el Papa. Dudo que sea posible, a menos que la Iglesia lo decida, ya que es un asunto de su competencia. Nunca se ha hablado de eso. Lo que pueden lograr es la posibilidad de que en alguna ciudad que visite el Santo Padre entregarle una carta.
-¿Pero usted cree que sería lo adecuado?
-No hablo a modo personal, sino del Estado.
-En octubre de 2015 usted dijo públicamente que el Papa debe pedir disculpas a la comunidad de Osorno al tratarla de "tontos y zurdos", ¿sigue pensando que debe pedir disculpas?
-Claro, cuando yo trato mal a alguien injustamente tengo que pedir disculpas.
-También señaló que "la Iglesia Católica dejó de ser una voz ética" y que era "una Iglesia cerrada" entonces, ¿mantiene sus dichos ahora que es coordinador de Estado para la visita Papal?
-Sigo pensando lo mismo, no tengo variación en relación a mis expresiones y lo escribo en columnas relacionadas a esos temas.
-¿Ahora tiene la oportunidad de generar algún cambio?
-No mucho, si estuviera en la Iglesia sería más fácil, pero como Estado nos corresponde un rol más logístico y de seguridad.
-En su paso por Osorno, ¿contempló alguna reunión con el obispo Juan Barros?
-No, yo vengo a dar charlas y no tengo vínculo con él.
-Usted es católico, ¿cómo analiza la situación de Osorno?
-Toda situación de conflicto se puede evitar. Veo difícil una solución, porque estamos muy cerca de la visita del Papa, pero siempre existe la esperanza de que las personas puedan tomar una decisión que beneficie a la mayoría de la Iglesia y no al particular de la persona.
"La vía de escape para la gente más vulnerable fue volver a constituir o agrandar los campamentos, lo que es un retroceso para la política habitacional"."
"Veo difícil una solución, porque estamos muy cerca de la visita del Papa, pero siempre existe la esperanza de que las personas puedan tomar una decisión que beneficie a la mayoría de la Iglesia y no al particular de la persona"."