Correo
Agradece a Carabineros
A través de su prestigioso medio, quiero hacer un público agradecimiento a los Carabineros de Bahía Mansa, en especial al jefe de Retén, suboficial Guillermo Villar, al sargento Carlos Becerra y a todo el personal de dicha unidad, quienes de manera incondicional me prestaron toda su ayuda y apoyo en los difíciles momentos que tuve que afrontar por mi delicado estado de salud, durante estos meses de invierno.
Ellos fueron quienes coordinaron mis traslados, atención médica y me apoyaron en todo momento, más allá de su labor como carabineros. Esto es algo que hay que destacar, ya que esta ayuda anónima muchas veces no se reconoce ni agradece como debiera.
Agradezco la publicación de esta carta y, una vez más, a estas excelentes personas de gran calidad humana, que no dudan en prestar ayuda a una persona mayor. Para el personal del Retén de Bahía Mansa vaya, una vez más, todo mi reconocimiento por la labor prestada.
Lidia Anwandter Carrillo (Oma Lita)
Los niños que no celebran
Cuando el domingo despertemos invadidos por nuestros niños ansiosos de recibir un regalo, cuando tomemos un desayuno familiar para luego salir a pasear con ellos haciéndolos sentir protagonistas y el centro de nuestra vida, no olvidemos que hay miles que no pueden celebrar.
Más de 20 mil niños se encuentran privados de los cuidados parentales, la mitad de ellos viviendo en residencias de protección de Sename. Es la realidad que hoy estamos más conscientes que nunca, pero que no quisiéramos que se olvide.
La infancia en nuestro país es uno de los grupos de mayor vulneración, con una pobreza multidimensional cercana al 25%. En otras palabras, 1 de cada 4 niños nace en situación de pobreza y exclusión social.
En nuestro país hay cientos de miles de niños que no celebran, niños que debieran contar con la protección de sus familias y del Estado, familias que también son abandonadas y negadas, invisibles cómo si no existieran. Se trata de padres y madres que no saben cómo superar las conductas que se transforman en dolor para sus hijos y hermanos que sufren por la separación. Es importante avanzar decididamente en cambiar esta realidad y tomar medidas urgentes.
Fundación San Carlos de Maipo ha impulsado algunas de estas medidas, como la reunificación familiar a través de programas terapéuticos, la asistencia legal a cada niño, la revisión de diagnósticos que implicaron la adopción de medidas cautelares de privación de cuidados parentales, la salud física y mental garantizada, además de impulsar la adopción de programas preventivos basados en la evidencia, que reduzcan factores de riesgo y desarrollen elementos protectores para el desarrollo positivo de nuestra infancia.
Este Día del Niño no es sólo de nuestros hijos, es también el día para comprometernos con aquéllos que lejos de celebrar sobreviven a su destino, el que también es nuestro. Mientras lo entendamos, tendremos la esperanza y la fuerza de cambiar esta dolorosa realidad.
Marcelo Sánchez, Fundación San Carlos de Maipo
Perros vagos
Hace unos días pasando por la plaza de Armas, alrededor de las 20 horas fui atacada por dos perros, los cuales fueron alejados bruscamente con mi cartera, habiendo personas sentadas y nadie me prestó ayuda.
Extiendo la situación que en legítima defensa hubiese muerto un perro, la justicia ¿a quién defiende? Sé que las organizaciones animalistas están haciendo un trabajo de disminución de la población canina a través de la esterilización de las hembras y de la tenencia responsable con las placas identificatorias, pero esas son medidas a largo plazo que a la ciudadanía y al Estado le significa un alto costo y los perros vagos continúan deambulando por la ciudad entregando suciedad, amenazando la salud y la integridad de las personas.
Las autoridades no han dimensionado la población canina vaga que hay en la larga extensión del país. Estos hechos conforman un paisaje de subdesarrollo que avergüenza, sobre todo cuando vienen visitantes extranjeros. Lo más penoso resulta para aquellas personas vulnerables que tienen unas cuadras de tierra y crían ovejas y aves, y estos preciosos les hacen desaparecer su única fuente de sustento.
Yo me pregunto cuántas personas mordidas llegaran diariamente al hospital de Osorno y cuál será la estadística anual respecto de esta problemática que lleva años, produce controversias y no se concluye nada por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
Lamentablemente los perros vagos seguirán libres y son amparados porque detrás los avala una inmensa industria alimentaria que cada día crece más.
Si uno observa los caninos no están flacos, no pasan hambre y sin embargo están bravos, ladran fuerte, muerden y matan. Los seres humanos debemos andar en libertad y tenemos derecho a la vida.
Sofía Casanova