Bastantes agitados han estado los últimos días en la actividad lechera, elemento fundamental en la economía local de la cual dependen no sólo las grandes empresas lácteas que tienen a sus principales plantas en tierra osornina, sino que numerosos agricultores -grandes, medianos y chicos- y proveedores de servicios, todos los cuales dependen tanto de la demanda anual del producto como de los valores que paga la industria. Mientras los gremios de los productores, representados por Fedeleche, llevan adelante una campaña ante las autoridades del sector para pedir la aplicación de salvaguardias a la importación de leche, que en el primer semestre aumentaron un 20 por ciento en comparación con igual período del año pasado; desde Exporlac, entidad que agrupa a los exportadores de leche, se reconoció -en entrevista con El Austral de Osorno- que las internaciones de este producto en polvo se usan fundamentalmente para abastecer el mercado interno, advirtiendo además que las ganancias de los envíos lácteos no son comparables con las de rubros como la fruta o el vino.

Si antes era el precio pagado a los productores por parte de la industria el principal elemento de discusión en la cadena láctea, ahora se ha incorporado el factor de las importaciones, con el añadido de la revelación respecto de que ese insumo se utiliza para satisfacer la demanda nacional. Lo que temen los productores, y en esto prácticamente hay consenso desde esa vereda, es que si las internaciones siguen a este ritmo se terminará por desincentivar la producción nacional, con el serio riesgo de que termine por liquidarse a este sector económico.

Sin desconocer que es resorte del Gobierno allanarse o no a la demanda de los productores por aplicar salvaguardias, y que son las reglas de un país de fronteras comerciales abiertas, lo cierto para la economía osornina es que se ha llegado a un punto en que la actividad lechera se encuentra en un momento clave, y que hay que evaluar todos los caminos posibles para evitar un descalabro. La producción de leche es uno de los pilares económicos de la provincia de Osorno y de su suerte dependen numerosas personas, no sólo los grandes referentes del rubro lácteo.

Con mucho agrado pudimos disfrutar de la novena versión de la ExpoMundoRural Los Lagos 2017, actividad organizada por Indap que por primera vez se realizó en Puerto Montt y con gran acierto, en baja temporada estival. Productos gastronómicos innovadores de ocho regiones, incluyendo la nuestra, con 120 expositores, dieron vida a las tradiciones, gastronomía, cultura e innovación en diferentes productos que nuestra naturaleza nos ofrece.

Sumado a estos valiosos aspectos podemos destacar, desde nuestra mirada educativa, haber apreciado a varios alumnos de carreras técnico profesionales de gastronomía, turismo, hotelería y de educación superior de turismo del Instituto Profesional Santo Tomas trabajando y participando en la feria, una valiosa oportunidad donde estos estudiantes pudieron conocer, experimentar y vivir la innovación, de modo que gatille en ellos la inquietud y las ganas por emprender en toda la amplia gama de oportunidades que ofrece el turismo rural en general.

Son estas instancias de encuentros donde se debe seguir trabajando en vincular la educación técnico profesional al mundo productivo; es también la extensión de la sala de clases, es la puesta en escena final que sirve como ventana y proyección de una idea de negocio. Debemos mantener y potenciar este tipo de ferias y vincularlas cada vez más a las nuevas generaciones, que serán el motor de cambio de nuestra sociedad, y de cómo deberán preservar desde una nueva mirada sustentable la relación entre la naturaleza y los negocios. El turismo de nuestro país y de nuestra región por excelencia es naturaleza, y la relación entre la explotación y uso racional de sus recursos es lo que dará la proyección a esta actividad. Es vital que inculquemos en los estudiantes los criterios económicos, sociales y ecológicos para hacer del turismo rural una actividad rentable, productiva para sus comunidades y sustentable para el medio ambiente.

Consideremos siempre en todos estos eventos a las nuevas generaciones, porque constituye un valioso aporte para su aprendizaje y ayuda a la pertinencia entre la teoría de la sala de clases con el mundo productivo, así lograremos más y mejor vinculación y pertinencia de la educación técnico profesional.

Jorge Iroumé, coordinador

de proyectos de ONG Canales