Fue en junio de 2016 cuando la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, Sago, planteó por primera vez al Ministerio de Agricultura la inconveniencia de llevar a cabo una campaña de conmemoración de la Reforma Agraria, donde se asumía una sola mirada.
No sólo nunca recibimos una respuesta a la misiva. Con el correr de los meses, la campaña pagada por todos los chilenos fue aumentando, con iniciativas como la destinación de recursos para un documental de 110 millones de pesos, cuya "contraparte técnica" es el ex líder mirista Andrés Pascal Allende. A pesar de este hecho lamentable, y demostrando el interés de seguir contribuyendo desde nuestro ámbito al desarrollo de nuestro país, estuvimos dispuestos a proponer y desarrollar junto con el Minagri una intensa agenda de trabajo, la cual presenta a la fecha avances en algunas áreas específicas.
No obstante lo anterior, las persistentes señales del Gobierno nos tienen hoy hablando más tiempo de su porfiada reinterpretación ideológica del pasado por sobre el futuro. La apología a la Reforma Agraria incluye una muestra fotográfica con leyendas del tipo: "Gracias a la Reforma Agraria, los niños y niñas pudieron dejar de trabajar y comenzaron a ir a la escuela" y en el mismo tenor hay obras de teatro y canciones, también financiadas por el erario nacional. Ante tamaña tergiversación, no nos ha quedado más que asumir que el Minagri, definitivamente, ha dejado atrás su tradición técnica para caer en la propaganda ideológica, invirtiendo en ello recursos que no abundan, como lo demuestra, entre otros, los más de 900 productores de Indap de nuestra región que no pudieron ser beneficiados con el último llamado del Programa de Recuperación de Suelos.
Como Sago, no sólo hemos tomado la decisión de recurrir a los organismos pertinentes para clarificar el alcance de esta campaña: también hemos decidido comenzar a exponer la otra cara de la moneda de este proceso sobre el que se cuenta una historia falsa, donde por la fuerza fue expropiado el equivalente a tres regiones de La Araucanía, sin una compensación justa a los propietarios y en medio de un clima de violencia, con la excusa de dar tierra a los trabajadores, cuando lo que en realidad se hizo fue dejar la propiedad en manos del Estado.
Sólo nos queda señalar que este Gobierno ha herido de manera profunda el histórico rol técnico del Minagri.
José Antonio Alcázar Martínez Gerente general Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, Sago