Fue un despertar brusco y doloroso el que tuvieron los habitantes de la población La Laguna de Llanquihue, tras enterarse del incendio ocurrido ayer en la madrugada y que le costó la vida a tres hermanos de 9, 10 y 15 años. Los menores habían llegado a vivir al inmueble afectado por las llamas junto a su grupo familiar, sólo algunas horas antes de la tragedia .
Ellos habían arrendado la casa número 915 de la calle Quellón. El cambio comenzó alrededor de las 20 horas del miércoles y recién se terminaron de instalar a la una de ayer.
El siniestro se declaró a las 4.15 horas después de un llamado a la central de Bomberos. Cuatro compañías llegaron al lugar, pero no fue posible controlar a tiempo las llamas, que incluso se propagaron a la vivienda contigua (pareada) número 917 y a una de menor tamaño que estaba en la parte posterior del sitio donde ocurrió la emergencia.
La casa de 2 pisos, de madera y aproximadamente 80 metros cuadrados, tuvo destrucción total; mientras que en el inmueble pareado los daños fueron de alrededor del 40 por ciento. La casa del fondo resultó destruida, al igual que una camioneta Mitsubishi que fue alcanzada por el fuego en la parte frontal y la cabina.
Los moradores recién llegados al inmueble, que estuvo sin habitantes durante una semana, estaban cansados -de acuerdo a los vecinos- por lo que no se percataron a tiempo de la acción del fuego.
Tres adultos que estaban en la vivienda, dos mujeres y un hombre, tuvieron lesiones, entre ellos la madre de los niños con cuatro meses de embarazo. Todos intentaron rescatar a los hermanos, sin resultados. Carla Espinoza Yáñez, la progenitora, tuvo que ser llevada al hospital de Llanquihue con lesiones leves y shock.
Su pareja, Joel Velásquez Montes, al ingresar al segundo piso envuelto en llamas, resultó con quemaduras y heridas de mediana gravedad, por lo que fue derivado al Hospital Puerto Montt, junto a un vecino de 25 años, que tuvo un corte en su brazo también intentando rescatar a las víctimas.
Salamandra
El fiscal jefe de Puerto Varas, Daniel Alvarado, encabeza la investigación para tratar de establecer qué pudo haber ocasionado el trágico suceso.
El persecutor dispuso un trabajo conjunto entre la Brigada de Homicidios, peritos del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la PDI y el Departamento de Estudios Técnicos.
La idea -de acuerdo al fiscal- es establecer el origen y la causa de las llamas. Para Daniel Alvarado, no se puede descartar ninguna hipótesis en cuanto a la probable causa, pero además a ello se suman los peritajes de la autopsia y para poder corroborar las identidades.
"En cuanto a establecer la probable causa, se están haciendo las pericias; por ahora, sabemos que el foco está situado en el sector en donde se ubicaba una combustión tipo salamandra", anotó.