División en la Iglesia
El pasado jueves, la comunidad osornina atestiguó la ordenación de un nuevo sacerdote. En dicha celebración, se distinguió notoriamente a un grupo de personas que sentados en determinadas bancas de la Catedral, elevaron pancartas, globos y, en fin, hicieron notar su presencia llamando la atención de las personas allí reunidas. Eran los cursillistas.
Los de la Organización de Laicos y Laicas de Osorno somos gente de Iglesia, de amplia trayectoria pastoral y de un compromiso no minimizable con nuestras comunidades parroquiales. Sin embargo, por pedir la renuncia del obispo (Juan) Barros levantando en silencio letreros de "renuncia" cuando el obispo predica, nos hemos merecido los epítetos más bajos, desconocimiento de nuestra historia de fe y soportado incluso agresiones físicas, como sucedió en la parroquia Sagrada Familia de Río Negro el pasado 20 de noviembre de 2016. Tanto así que el defensor más público del obispo pasó de referirse a nosotros de "hermanos" a "esta gente" en sus últimas entrevistas públicas.
Ante la manifestación de los cursillistas levantando carteles, globos, entre otros, me pregunto, ¿dónde están quienes reclamaban que esos letreros y globos interrumpen la misa? ¿Dónde están las voces que elevaban el discurso de que en la misa no puede haber manifestaciones?
Si los cursillistas hicieron lo mismo que nosotros, ¿dónde están los reclamos de quienes se sienten violentados?
Sin duda, un lector sensato podría argüir que los contextos son diferentes. Que hay una diferencia sustancial entre pedir la renuncia de un obispo y apoyar a un joven seminarista que se ordena sacerdote. Pero permitir a unos lo que a otros se niega en virtud de compartir o no el fondo de la causa, se llama censura.
Juan Carlos Claret
Expectativas del Provi
Desde hace un buen tiempo a esta parte, en algunos sectores ligados al deporte local se ha venido instalando una tendencia triunfalista en torno a la reaparición del fútbol profesional, y particularmente lo relacionado con el club Provincial Osorno, al cual buscan reflotar con inusitado entusiasmo provinciano, que no admite objetividad y sana perspectiva para ponderar las reales posibilidades en el próximo campeonato de la Segunda División de la ANFP, que se inicia una vez finalizada la Copa Confederaciones de la FIFA.
Lo anterior, seguramente con el propósito manifiesto de inducir a la actual SADP y también a la municipalidad para destinar mayores recursos en la contratación y operación de un plantel de jugadores de superior cotización, que no puede asegurar nada en resultados, pero sin un gran desembolso de dineros que no existen a la luz de lo que se ha dicho y demostrado ante la opinión pública.
Entonces, no confundamos la fantasía con la realidad, porque los hinchas exigen respeto en las apreciaciones de quienes tienen la obligación de aproximarse a la objetividad y sano juicio deportivo. Lo demás es música tropical, que bien se sabe, en algún instante empieza y también termina.
Manuel Cárdenas P.
Plaza y plazuela
¿Podría alguien, un arquitecto quizás, explicar las características de estos dos lugares? Mi consulta se origina al leer la información sobre el espacio de la esquina Mackenna con Cochrane (Plaza Alemana) y lo asocio con el otro más amplio y grande frente al Templo de San Francisco, conocido como Plazuela Yungay.
Germán Álvarez Hetz
Calles llenas de hoyos
Las calles de Osorno, más que de ciudad moderna, parecen tercermundistas con tantos hoyos por ahí.
Esteban Meza
Chile finalista
Cuesta aceptar la derrota, pero hay que pasar la amargura y pensar lo que fue esta Copa Confederaciones. La Selección Chilena llegó haciendo historia y se midió con los campeones de campeones, que podemos hacer más que agradecer, nos hicieron soñar y acostumbrarnos a la gloria.
Fue un triunfo llegar a la final, no es un triunfo moral, pero debemos reconocer que muchos de nosotros crecimos con la exigua esperanza del empate o no ser goleados.
Esta "generación dorada" tiene mucho por delante, los campeones del mundo estuvieron reducidos y sin lugar a dudas dimos que hablar. Dejaremos Rusia con la experiencia de un gran torneo, dar grandes pasos y decir que nuestro futbol ya no es de "segundas rondas", es de finales y ya varios la hemos ganado.
Vendrá la revancha, lo dimos todo y eso nos debe tener orgullosos, nuestros paladines nos representaron de la mejor forma... sólo falto el gol. Ya volveremos a Rusia, conquistamos San Petersburgo.
Francisco Silva