Sabemos que Chile es un país desigual. Es un rasgo que persiste en nuestra historia y que golpea a muchos -por no decir casi todos- de los que vivimos en este país. En estas semanas de franjas electorales, debates (algunos muy vergonzosos) e infinita presentación de ideas, muchos sostienen que el modelo chileno ha sido exitoso en términos de crecimiento económico y en la reducción de la pobreza, pero claramente hemos fracasado como país en disminuir las brechas de desigualdad, y por sobre todo en garantizar derechos sociales.
La desigualdad y la pobreza son una realidad que ha afectado históricamente a personas concretas, truncando su desarrollo, dejándolas fuera del goce de derechos básicos, excluidas y segregadas. Un ejemplo claro son los más de 50 campamentos en nuestra región.
Este problema nos ha acompañado durante toda nuestra vida, de hecho, muchas ciudades se han conformado desde las tomas de terreno, pero es un tema que no ha sido prioritario, sumado a que las políticas públicas no han sido efectivas.
Hoy vivimos en un país donde nuestros derechos dependen de nuestra capacidad de pago, donde las decisiones que afectan el rumbo del país las toma un grupo reducido de personas, y muchos ya estamos cansados de tanta injusticia. Entendemos que para poder construir el país que soñamos necesitamos participar activamente en política. Esto significa pensar entre todos el país que queremos y trabajar juntos desde los distintos espacios y territorios para cumplir estos objetivos, y muchos ya lo estamos haciendo. Un ejemplo claro son los dirigentes de campamentos, quienes desde sus territorios empobrecidos y vulnerados trabajan diariamente por cambiar esta realidad.
Estamos en tiempos de elecciones y es fundamental nuestra participación, nosotros somos quienes decidimos el rumbo que toma el país, a través de quien salga electo. Es por esto que tenemos una doble invitación, primero a que las distintas candidaturas se comprometan a terminar con la pobreza, la desigualdad y los campamentos en nuestro país; y a que todos y todas participen activamente de estas primarias, y de esta manera seguir trabajando por un país en el cual estemos orgullosos de vivir.
Giovanna Moreira Almonacid, directora regional de Techo-Chile