Cifras de exportación contrastan con el bajo retorno a productores
ARÁNDANOS. Sobrestock mundial, cosechas adelantadas y lluvias primaverales que afectaron la calidad, fueron algunos de los factores que devaluaron el valor del producto, lo que sumado a las multas de la Inspección del Trabajo generaron un escenario poco rentable para los agricultores frutícolas provinciales.
Amargo fue el sabor que dejó la temporada 2016-2017 a los productores locales y nacionales de berries, específicamente de arándanos, debido por una parte a factores climáticos que dañaron y adelantaron la cosecha, y por otro, a un sobrestock en la producción de Chile y de otros países exportadores e importadores que hicieron depreciar su valor tanto fresco como congelado.
El adelanto imprevisto en los embarques y problemas en la condición de la fruta evitaron que el balance estuviera en línea con los volúmenes de exportación y crecimiento en términos de mercados.
Según información del Comité de Arándanos de Chile, un total de 5.951 toneladas de arándanos frescos fueron los que se exportaron desde la Región de Los Lagos hacia los mercados internacionales durante la temporada 2016-2017, un 4% más que la campaña anterior, que registró 5.719 toneladas del fruto.
De acuerdo al mismo documento, la industria nacional en conjunto envió 103.144 toneladas de arándanos a diversos destinos, superando en 12,9% lo enviado la campaña pasada y sobrepasando incluso lo proyectado por el Comité de Arándanos a principios de la temporada.
Pese al aumento de la producción, la Región de Los Lagos mantuvo su participación en la torta de exportación nacional respecto de la temporada anterior, manteniéndose en un 6%.
Presionando a la baja
El adelanto de hasta un mes en el inicio de las semanas peak de esta temporada fue un hecho sin precedentes, según los productores.
Para el director ejecutivo del Comité de Arándanos de Chile, Andrés Armstrong, el problema estuvo en que "no fuimos capaces de predecir y alertar esta situación que impactó los procesos de cosecha, empaque y logística".
Por otro lado, Amstrong, explica que "nos encontramos con volúmenes crecientes provenientes de México y, principalmente de Perú, un mercado sin actividades de promoción, pues habitualmente no están consideradas para esas fechas. Todo esto provocó la generación de stocks sin la velocidad de movimiento necesaria, presionando los precios a la baja", indicó Armstrong.
Aunque las cuentas no fueron del todo alegres y muchos quedaron con una ingrata sensación, luego de las semanas peak adelantadas y con una actividad promocional más potente, los volúmenes se mantuvieron sobre las 6 mil toneladas del fruto.
En palabras del director ejecutivo del Comité de Arándanos de Chile, Andrés Armstrong, "se normalizó el movimiento de la fruta y mejoró algo la situación de los precios".
Ello, sumado al normal término de la temporada, hizo un poco más llevadera la situación gracias a la prolongación de la oferta de fruta chilena en los mercados, siendo los más importantes Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Holanda y China.
Experiencias locales
Rodrigo Moreno, ingeniero agrónomo con especialidad en fruticultura de la Universidad Católica de Valparaíso, también experto en suelos por la Universidad Austral, estuvo hace poco en la gerencia de Framberry, empresa a la que ahora asesora.
Para él este año ha sido complejo, porque viene adelante de otro que no venía fácil. "Si bien el crecimiento presenta la curva esperada, porque las plantaciones van aumentando cada año, las producciones son cada vez más especializadas (...), pero el precio estuvo muy castigado por el stock mundial".
Según Moreno, la calidad se vio afectada porque "se nos vino la producción antes con un volumen concentrado, porque hubo temperatura y buena acumulación de horas y al final cuando las plantas estaban muy cargadas y con mucha madurez, vinieron lluvias fuertes que tiraron la calidad para abajo".
En el fondo, lo que lamenta la industria local y nacional, es que el potencial de exportación, precio y calidad, era muy alto, sin embargo, aspectos relativos al clima, a la mano de obra y una inesperada producción de otras economías, devaluaron una temporada que en términos de volumen fue positiva.
"Un huerto que yo asesoro acá en la zona tenía 780 toneladas en las plantas y dejaron 150 colgadas, sin cosechar, porque les salía más caro producirla. Eso es algo que no sale en los resultados. Siempre en la última parte se saca para congelado, pero la cosecha para congelado a mano no se pagaba, así que había que tener máquinas y no todos tenían acceso a ellas", apunta Moreno.
Para Moreno la solución está en la redistribución, donde los productores tienen que empezar a pensar en la cosecha mecánica y en un negocio más orientado al volumen, ya que en términos de calidad la competencia es compleja por la distancia, considerando que el envío aéreo es poco rentable.
Además, los resultados siempre están enlazados con lo que ocurre en los mercados intenacionales y su propio stock de temporada.
"90 centavos"
Mauricio Momberg, productor de arándanos de Río Negro, señaló que fue una "temporada de pesadilla" donde se produjo la "tormenta perfecta" para afectar el precio y trabajo de su empresa.
"La verdad fue terrible. Hablando con otros viejos arandaneros como yo, nunca habíamos visto una temporada tan complicada como esta", explica Momberg, quien señala que todas las dificultades "rebotaron en un pésimo precio para el productor".
De acuerdo a sus registros, el año pasado se exportaron 92 mil toneladas, este año se superaron las 100 mil, "un record", asegura.
Sin embargo, el deterioro que causó la lluvia de primavera envió gran parte de la cosecha a congelados, mercado que estaba colapsado, principalmente por una gran producción en Estados Unidos.
"El precio que nos pagaron el año pasado por el congelado (2015-2016) que fue U$2.20, cayó este año a 90 centavos el kilo. Entonces, no teníamos precio para el congelado y la gente trató de exportar lo más posible, porque el congelado no daba ni para tapar los costos y podía incluso ser rechazado (por sobrestock)", comenta Momberg, explicando los volúmenes de exportación.
Consecuencias
Debido a lo anterior y las fuertes multas desde la Inspección del Trabajo, que a entender de los productores se ha excedido en el castigo a las empresas, podría comenzar un nuevo panorama frutícola donde las máquinas reemplacen a los temporeros.
Carlos Vial, ingeniero agrónomo y uno de los dueños de Olyfrut Spa, que trabaja como asesor en arándanos hace varios años y en Hortifrut, indicó que las lluvias en cosecha se irán repitiendo en el tiempo, por lo que urge tener más gente que logre sacar la cosecha a tiempo, antes que la lluvia estacional la deteriore. Sin embargo, ahora falta gente para realizar ese trabajo.
Techar los campos podría ser una alternativa, sin embargo el costo económico asociado sigue siendo una carga adicional, sobre todo para los pequeños productores.
"Por lo menos colocar techo en alguna parte del predio, pero hoy día la rentabilidad de los huertos no es mucha, entonces hacer ese tipo de inversiones es difícil", dice Vial.
En cuanto a las soluciones, además de los precios que van de la mano con el stock del mercado, es necesario contar con personal que coseche oportunamente y políticas gubernamentales que ayuden.
"Hay una presión muy grande de los organismos fiscalizadores. Uno puede estar haciendo todo bien, pero por una tontera te clausuran el huerto o sacan multas enormes, por eso muchos ya no contratan menores de edad, por el riesgo a ser infraccionados, aún cuando cumplen con todo, sobre todo en el sur", añade Vial.
La mano de obra, dicen los especialistas, es vital para reaccionar frente a una lluvia, por ejemplo, y darle más calidad al fruto.
En ese sentido, los extranjeros han cumplido un rol importante, ya que cada vez menos personas realizan estas tareas agrícolas.
Datos
Máquinas Por un lado se argumenta que es necesario bajar costos de producción y ocupar maquinaria y techos.
Personas La mano de obra se ha vuelto escasa y riesgosa por las multas y la inversión en sueldos, sin embargo, su participación otorga calidad al fruto recogido.
"Hay una presión muy grande de los organismos fiscalizadores, aunque uno lo esté haciendo todo bien".
Carlos Vial, Asesor de arándanos"
"La verdad fue terrible. Hablando con otros viejos arandaneros como yo, nunca habíamos visto una temporada tan complicada".
Mauricio Momberg, Productor agrícola"