¡Si sos un gordo bueno! Dice la canción. ¿Tiene importancia "la pinta", el modo de vestir de una persona? Y no hablamos de qué tan gordo, flaco, alto, bajo seamos. En fin, ¿y a pito de qué pregunta intrascendente en medio de tanta corrupción, desgobierno, violencia, delincuencia, etc.?
Tal vez tenga razón. Sin embargo, la falta de prolijidad de algunas autoridades y parlamentarios a la hora de presentarse, espanta (demasiada informalidad). Por supuesto, siempre está la opción que para sus madres sea la manera correcta de "mostrarse" en uno de los lugares más solemnes de nuestro territorio y así los educaron.
Como se sabe, uno no sólo es lo que come y cómo nos movemos, sino también como nos presentamos frente al prójimo, y eso incluye obviamente el modo de vestir nuestro cuerpo. Aquí entre nos, ¿cuántos millones de años demoró el troglosapiens en caminar "herectus" y cuantos más en transformar taparrabo en Armani y hoja de parra en Chanel? Sin duda, miles de años, billones de pesos y una verdadera orgía de algodones, poliéster, lanas y viscosas, para que cubramos el cuerpo con cierta dignidad y accesibilidad.
Este sí que es pelambre, hoy la ropa además de cubrir el cuerpo se usa para representar inexplicables razones, entre ellas, estatus. Así, el 5% de la población mundial usa originales Dolce y Gabbana o Carolina Herrera, el resto nos repartimos en burdas imitaciones. Mientras más grande la tienda, más grosera la imitación. Si tenemos suerte podremos adquirir algún pret a porter de cierta calidad de origen, pero está visto que la mayoría suele vestir eco cuero, eco seda, eco algodón, etc., que obviamente no es ecológico, sino petróleo usado como taparrabo.
Y aquí estamos: féminas vistiendo poleras cada día más diminutas sobre pechugas cada día más desarrolladas y varones vistiendo pantalones a mitad del trasero. Ambos se ensartan aros y se cortan el pelo tan raro que si los vemos por detrás no sabemos si es evolución o involución humana.
En fin, decíamos parece que a algunas autoridades y miembros del actual Parlamento les urge, entre otras cosas, un "fashion emergency". En una de esas si se ven formales, ordenados, pensarán ordenadamente… ¿O no?
Vivian Arend