Este 21 de mayo será el primero en muchos años sin Cuenta Pública Presidencial. La modificación de la fecha en que se llevará a efecto ésta, permitirá dar más realce a las Glorias Navales de nuestro país y a los actos conmemorativos de un aniversario más del combate naval de Iquique. Será además, una buena oportunidad para recordar y poner en valor otro hecho histórico tan importante como fue el combate naval de Punta Gruesa, hasta hoy estudiado en las escuelas navales del mundo y que tuvo al entonces Capitán de Corbeta Carlos Condell como protagonista.
Condell había participado en dos combates navales en la Guerra contra España en 1865-1866, siendo esa experiencia en batalla, más el liderazgo que ejerció en sus subalternos, factores preponderantes que marcaron la diferencia aquel 21 de mayo de 1879, cuando al mando de la goleta Covadonga logra vencer a la fragata blindada Independencia.
Uno de los aspectos que la historia recuerda, es que Condell al diseñar la estrategia para el combate hace una correcta lectura de las cartas de navegación, haciendo que la Independencia persiga a la Covadonga por aguas poco profundas con el resultado de hacerla encallar. Por la astucia y audacia de Condell la armada peruana perdió a la mejor de sus naves y eso marcó el comienzo de lo que después terminó siendo el triunfo chileno, primero en la campaña marítima de la Guerra del Pacífico y luego en la fase terrestre de ésta.
Chile debe mucho a Condell, también a Prat y a tantos otros de nuestros héroes. Sirvieron al país, lo hicieron con inteligencia y con valor. Tanto la Esmeralda como la Covadonga no eran las mejores naves que comandar, pero eso no fue obstáculo para dar lo mejor de sí mismos y enfrentar la tarea que se les encomendó. Es justo y resulta necesario recordar a ciudadanos como Condell o Prat, como un ejercicio que nos hace reflexionar acerca de lo importante que cada uno puede ser para el futuro del país. Los combates navales de aquella época dan paso a las batallas del Chile de hoy, en las que todos podemos enlistarnos en las filas contra la corrupción, contra la ignorancia y contra el desánimo de creer que nada puede cambiar. Nuestros héroes deben estar observándonos, con esperanza.
Jaime Sotomayor, abogado magíster en Gestión Pública