Sin duda el decreto supremo 105 de 1980, creado en dictadura, y que establece que las familias que vivan en tomas de terrenos, es decir, campamentos, quedan fuera de las políticas públicas habitacionales como subsidios y llamados especiales, se ha tomado parte de la agenda pública y ha movilizado distintas acciones a lo largo del país, por su carácter excluyente.
Nos impresionó que esta decisión de reactivar el decreto nazca desde un ministerio con el cual hemos trabajado durante los últimos años y que a pesar de nuestras diferencias, hemos podido impulsar líneas de trabajo integradoras, buscando siempre soluciones para todas las personas.
La noticia generó rechazo en distintas regiones del país y movilizó a distintos actores políticos, voluntarios y dirigentes, a que juntos exigiéramos al Gobierno la derogación del decreto, porque atenta contra el derecho a la vivienda.
Hoy se termina con una medida creada en dictadura y que le negaba un derecho a las familias que se ven obligadas a vivir en un campamento, ya que la ministra Paulina Saball informó su decisión de derogar el decreto. Esta medida nos parece coherente con la línea de trabajo que se venía impulsando desde el ministerio, y es un paso más hacia un país que garantice derechos sociales.
Sabemos que nos falta mucho por avanzar, que aún para el país los campamentos no son una prioridad, pero estamos seguros de que el camino que hemos elegido, basado en organización territorial de dirigentes, pobladores de campamentos, voluntarios y la sociedad civil es la correcta, y nos va a apremiar avanzar hacia un país donde los derechos sociales estén garantizados, donde todos podamos gozar de ellos, un país justo, sin pobreza, donde ninguna familia tenga que tomar la dolorosa decisión de vivir en la tenencia irregular de un terreno, excluido de derechos básicos y humanos, porque estos dependen de nuestra capacidad de pago.
Queda un largo camino por recorrer, pero nos sentimos llenos de energía y esperanzados, porque un Chile sin campamentos es posible. Seguiremos trabajando sin descanso hasta que este sueño compartido se haga realidad, y en esta lucha están todos invitados, juntos vamos a cambiarle la cara al país.
Giovanna Moreira Almonacid, directora regional de Techo-Chile