Paola Rojas
Ayer el destacado historiador, Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar, estuvo en la ciudad dictando una charla enmarcada en el ciclo "Bajo el Volcán", que mes a mes trae a algún escritor o intelectual de renombre. Esta vez fue el turno del académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Previo a la reunión con el público osornino realizada en el auditorio Francisco Valdés, el destacado historiador firmó libros en la librería Qué Leo y entregó una entrevista exclusiva a El Austral, donde se refirió a los orígenes y conformación social de la ciudad.
-¿Cuál es la diferencia entre el pueblo huilliche que habita en esta zona y el mapuche?
-Entiendo que en esta zona domina la presencia de la etnia huilliche sobre la mapuche. El pueblo huilliche quedó a la sombra del mapuche porque la expansión española y después de la chilena va de norte a sur y toda la araucanía sirvió como un bastión, que detuvo a todos los españoles, y durante un tiempo también detuvo a la expansión chilena.
-Así sobrevivió el pueblo huilliche...
-A las sombras de ese bastión, el pueblo huilliche pudo vivir con ciertas características tradicionales y en relativa situación de paz. Eso le dio características que lo distinguen históricamente de lo que pasó con el pueblo mapuche.
Falta integración
-¿Hay información suficiente al respecto?
-La verdad es que no conozco estudios que hayan profundizado en el tema del pueblo huilliche como tal, pero sí conozco a muchas personas de esa subetnia y tienen características muy especiales, porque son emprendedores, tranquilos e inteligentes, no tienen esta especie de capacidad de resistencia y agresividad que tiene el pueblo mapuche para proteger su identidad y su territorio.
-¿Qué sucede luego de la colonización de esta zona por otros inmigrantes?
-Lo que es bien interesante es que aquí hay una historia de un pueblo que tiene mucho de la cultura de resistencia del pueblo mapuche, es obvio, pero se inserta aquí una capa de inmigrantes alemanes, que es un pueblo muy orgulloso y altanero, de mucho esfuerzo y se encuentra con otro pueblo que es originario. Aquí no se ha producido una integración que se ha dado en otras partes como Santiago o Concepción.
-¿Cree que esto se percibe también en la actualidad?
-Eso se nota cuando uno viene a Osorno. Aquí hay una especie de línea divisoria muy marcada entre las clases sociales que derivan de esta etnia incrustada, que son los alemanes y las capas sociales que derivan de la constitución del pueblo huilliche. Es muy notorio y entiendo que tiene que ver con la ciudad de Osorno propiamente tal y Rahue.
-¿Sería necesario que se comiencen a hacer estudios más acabados en relación al pueblo huilliche?
-Lo que yo conozco es una gran literatura que sigue creciendo sobre el pueblo mapuche como tal, en los típicos temas que todo el mundo conoce. Pero lo que pasa con los pueblos autóctonos de esta zona, incluso los de Chiloé y los del extremo austral de Chile, no hay estudios suficientes como para tener una claridad respecto de sus diferencias con los mapuches, su identidad y su situación actual. Hay mucha ignorancia porque no ha habido investigación.
-A su juicio, ¿quiénes deberían hacerse cargo de ello?
-Yo diría que desde Santiago no se va a hacer, desde Concepción y Temuco tampoco, porque están preocupados de lo que ocurre ahí, pero creo que haría falta que Osorno y Puerto Montt inicien estudios acerca de su realidad local y no solo respecto de los pueblos indígenas, sino que de la forma en que se incrustó la colonización y la forma en cómo se ha producido la modernización actual.
-¿La modernización afecta en ese sentido la zona?
-Sobre todo en Puerto Montt, más que en Osorno, como también se está produciendo una especie de transformación cultural en Chiloé, que hay que pensarla mucho porque se puede ser muy desagradable, que es lo más autóctono que va quedando en Chile y le está cayendo una modernización brutal, que puede trastornar totalmente la identidad cultural de esa zona.
-Habría que llamar a los académicos locales para que lo hagan...
-Creo que los únicos que pueden estudiar estos fenómenos, denunciarlos, levantar políticas para defenderlos, son los intelectuales locales, tanto mapuches o huilliches, como otros.
"(Los huilliches) son emprendedores, tranquilos e inteligentes, no tienen esta especie de capacidad de resistencia y agresividad que tiene el pueblo mapuche"."