Menores ventas en comercio osornino
Aparentemente el turismo de compras de los argentinos está mostrando las primeras señales de agotamiento.
Después de varios meses de bonanza económica, explicada fundamentalmente en el alto flujo de argentinos que vienen a desarrollar el turismo de compras, las tiendas comerciales de Osorno ya están comenzando a evidenciar una relativa disminución en sus ventas en una suerte de temporada baja a la que habrán de enfrentar apelando a su creatividad e imaginación. Aunque históricamente en el mes de abril se experimenta un menor dinamismo en el comercio producto de los altos gastos que representa marzo para las familias (regreso de vacaciones, uniformes escolares, útiles y permisos de circulación), las primeras señales parecen reflejar que además de este fenómeno propiamente nacional, la baja en las ventas se explica también en una lenta reducción en la afluencia de los ciudadanos trasandinos, los que al menos durante dos años han representado una buena parte de las ventas en los locales de Osorno.
Es muy probable que junto a los factores estacionales, en la disminución del turismo de compras esté comenzando a incidir también el primer impacto de los cambios arancelarios en Argentina que buscan facilitar la internación de artículos de tecnología, que por lejos han sido los productos más demandados por los trasandinos cuando atraviesan el Paso Cardenal Samoré. Si bien esta modificación se encuentra en marcha blanca en el vecino país, es muy probable que al final termine desincentivando el turismo de compras que ha empujado la actividad comercial en las ciudades cercanas a los cruces fronterizos.
En este escenario, las tiendas locales, en lugar de esperar el advenimiento de algún factor externo que les permita retomar el dinamismo de los últimos años, ya deberían estar delineando estrategias específicas para que tanto los consumidores nacionales como argentinos vean en Osorno una oportunidad ventajosa de compra. Algunas ya están planeando la materialización de más ofertas, la suscripción de convenios y la llegada de nueva tecnología para ponerla a disposición de los consumidores, en una actitud que debería ser replicada y, además, tener carácter constante para actuar en lugar de sólo reaccionar a lo que sucede en el entorno.