Licencias médicas y Censo I
Espero que los empleados públicos que el miércoles estuvieron ausentes con licencia médica del Censo por problemas de salud hallan amanecido mejor; les deseo un pronto restablecimiento. No se perdieron de nada.
Por ejemplo, no se perdieron que un vecino compartiera una lata de cerveza barata con el censista; de conocer a dos amigos que la economía los desprecia y que compartían una mediagua con piso de tierra, calentados por un brasero y que con evidentes problemas con el alcohol hayan hecho el esfuerzo de estar sobrios para contestar las preguntas.
Ahí estuve un buen rato escuchando sus historias y de lo nada que tenían me sirvieron una taza de té. En la próxima casa tomé también café y en otra mate; la abuelita cuando me excusé se molestó mucho. ¡Me obligó!
Y en la ultima casa, que no estaba considerada porque quedaba en el interior del patio y el casero no quería que se sepa que la tiene porque no quiere compartir el negocio con el fisco, habían dos niños, Daniela, de 11, y Tomás, de 9, que obligaron a su mamá a salir en busca del censista.
Ellos contestaron muy serios, cívicos y republicanos las preguntas. Como puede enterarse, señor Director, los empleados públicos que querían estar, pero sus problemas de salud se los impidió, no se perdieron de nada.
Claudio Vilches Macaya
Licencias médicas y Censo II
Me refiero a la información publicada en su diario, edición de hoy (ayer), sobre la inusual cantidad de licencias médicas presentadas por unos 120 funcionarios de la Municipalidad de Osorno (diversas dependencias), con el evidente propósito de no participar como encuestadores en el Censo 2017.
Es evidente que la situación no es fruto del azar. Esto se nota preparado, planeado y ejecutado para provocar problemas a la autoridad, restándose de cumplir un deber cívico que otros miles de chilenos sí cumplieron con la frente en alto.
Es de esperar que el anuncio formulado por el alcalde, en el sentido de ordenar la realización de sumarios administrativos, se cumpla para que de esta manera las sospechas de irregularidades se aclaren y se sancione a los caraduras aquellos, aunque más bien cabría aquí un chilenismo. Varias interrogantes y reflexiones surgen respecto de las licencias.
¿Es que de pronto se detectó y se destapó una epidemia en el municipio osornino? Si es así, ¿será necesario alejarse de los enfermos?, no vaya a ocurrir que se contagien otros funcionarios. También cabe una revisión sobre la validez médica de las licencias presentadas. No me imagino a médicos actuando con ligereza o poniéndose de parte de los sacavueltas que con su actitud nos presentaron ante el país como una ciudad sin compromiso frente al deber cívico.
La gran mayoría de los funcionarios municipales tienen muy buenas condiciones laborales, estabilidad, oficinas cómodas y calefaccionadas, buenos sueldos, vehículos a su disposición, y me parece, hasta uniformes gratuitos. Lo mínimo que se les puede exigir es una vuelta de mano por su ciudad. Puede que las licencias sean legales. Pero la inmoralidad está a la vista. Y no siempre la moral coincide con la ley, como en este caso. A entera satisfacción y alegría vi a ex colegas profesores del Liceo Eleuterio Ramírez con la frente en alto y el tranco firme cumpliendo su labor de encuestadores. ¡Qué diferencia, no! Para ellos y para los miles de voluntarios, especialmente los jóvenes estudiantes, un aplauso. Para los "enfermos", el chilenismo que les caiga.
Antonio Quezada Monsalves
Licencias médicas y Censo III
Mientras muchos esperábamos el Censo que, vale la pena recordar, se anunció con bastante tiempo, en otras regiones del país se pasó de la espera ansiosa a la desazón y rabia al no ser encuestados, particularmente en Osorno, una ciudad que se jacta con regocijo de ser los mejores productores de carne del país; y en el último tiempo ser la tercera ciudad más competitiva es un título que reconozco y me enorgullece.
Pero cuando sale por todos los medios que 120 funcionarios públicos presentaron licencia médica para el día del Censo (reitero, que se preparó con anticipación) definitivamente algo huele mal. Creo yo, como ciudadano, que además de iniciar un sumario para esclarecer los hechos y lo "curioso" de la situación, como lo indicó el alcalde Bertín, deberían empezar por oficiar al Colegio Médico para investigar bajo qué argumento los profesionales de la salud pudieron extender 120 licencias para el mismo día.
Pero no nos engañemos. El sumario interno puede durar meses, mientras tanto, como ciudadanos seguiremos haciendo nuestra vida normal, eso hasta que los funcionarios públicos inicien un nuevo paro y nuevamente nos metan el dedo en la boca.
Álex Baría Triviño
Avenida Guillermo Bühler
Le pido al municipio que vea la avenida Guillermo Bühler. Se está llenando de hoyos. Siempre y cuando estén trabajando y no con licencia médica.
Esteban Meza