Paola Rojas
El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, visitó recientemente la ciudad, en el marco de la presentación del Informe de Política Monetaria del Banco Central, por lo que conversó con El Austral de Osorno Sobre la realidad y las proyecciones de la industria a nivel local.
-¿Cuál es su percepción sobre el estado del gremio industrial en Osorno?
-Tuvimos un grato encuentro con los empresarios de la zona, donde me contaron sus inquietudes y problemas, como la sequía que afectó fuertemente a la ganadería y lechería. Este año al parecer las cosas han andado algo mejor, pero tienen problemas con los bajos precios de la leche. Hace algunos años había 5 millones de cabezas de vacuno y hoy hay solo 2 millones 800, esto producto de la industria y de los períodos de sequía. Los ganaderos sí están con muchas ganas de volver a esas cifras.
-¿Y en otras áreas?
-Hay una tremenda preocupación por el turismo. Osorno es una ciudad bastante privilegiada. Está en un eje entre las rutas 5 y 215, ésta última conecta con Argentina. Tuvo un gran movimiento turístico a través del pasó Samoré. Muchas de las cosas que van hacia el sur pasan por aquí y por el territorio argentino. Además, Osorno está cerca de Puerto Montt, o sea, es perfectamente un centro neurálgico en el sur de Chile. Aquí los empresarios creen que esto debe explotarse con mayor fuerza. Por eso quedé gratamente impresionado, se ve gente con ganas de emprender y con mucho empuje.
-¿Qué potenciales ve en las industrias que actualmente funcionan en Osorno, dentro del panorama nacional?
-Lo que nos interesa, y cuando desarrollamos este programa de una presencia activa de los gremios regionales en la Sofofa, es darle visibilidad a estos gremios nacionales y consideramos que más importante que hable el presidente de la Sofofa, es que hable el presidente de la Multigremial de Osorno o de otra ciudad. Es muy importante que la fuerza regional se escuche en Chile y que nosotros seamos solamente un medio para conectar los sentimientos de las regiones con las autoridades de Santiago, colocar nuestros departamentos de estudio al servicio de las regiones, hacer conexiones fuertes de la región con la academia o el mundo político y de todos los actores, para que los sueños e ideas de hacer cosas se hagan realidad.
Asociatividad
-En Osorno se habla mucho de asociatividad en distintos rubros, además de proyectos de integración vertical. ¿Esta sería realmente la clave para el resurgimiento de rubros como la lechería, por ejemplo?
-De los temas que conversamos con los empresarios osorninos, hablamos exactamente de eso, sobre la integración vertical. En la medida en que toda esta cadena vaya creciendo y siendo eficiente, no cabe ninguna duda que los productos que salgan serán de mejor calidad y más competitivos. Pero también hay otro tema que me parece interesante y es una red dentro de la ciudad que quieren formar los empresarios.
-¿De qué se trata la red?
-Más que generar competitividad, es generar asociatividad. Las cosas buenas que se pueden hacer entre las distintas ciudades como Entre Lagos, Puerto Montt o Valdivia. Hay que aprovechar de usar todos estos links para hacer algo más virtuoso en lo competitivo. Nosotros pensamos que la cooperación tiene más éxito que entrar a competir, porque se puede aprender mucho del otro. Esta red me pareció una muy buena idea, cada ciudad aportando con su propia especialidad, con su valor agregado y sus mejores capacidades.
-Osorno es una ciudad que está trabajando en su proyecto de plan regulador, lo que ha generado polémicas como por ejemplo que no se instalen más industrias en áreas cercanas a los ríos, ¿esto va en desmedro al futuro de la industria en Osorno?
-En primer lugar, Chile tiene una institucionalidad ambiental bastante clara y por lo tanto, si uno tiene la capacidad de cumplir la norma y la ley en términos de los distintos tipos de contaminación, ya sea visual, acústica, sonora o atmosférica, teóricamente la industria puede ubicarse en cualquier parte.
-¿Se puede dar en la práctica?
-Hace muchos años me tocó estar en un pueblito de Japón donde había una planta siderúrgica. Este tipo de plantas son muy pesadas, donde se funde chatarra a 1.600 grados, tienen procesos que en el pasado eran muy agresivos con el medio ambiente. La planta estaba al lado del hospital, pero cumplía con toda la normativa: no contaminaba, controlaba sus riles, el material particulado, el impacto vial y sin ruidos. Ese concepto es muy interesante, porque si se segrega a la industria siempre los que pagan la cuenta serán los trabajadores, porque deben trasladarse muy lejos a los denominados "barrios industriales".
"Esta red me pareció una muy buena idea, cada ciudad aportando con su propia especialidad, con su valor agregado y sus mejores capacidades"."
"Si uno tiene la capacidad de cumplir la norma y la ley en términos de los distintos tipos de contaminación, teóricamente la industria puede ubicarse en cualquier parte"."