Paola Rojas
El nuevo administrador del Servicio de Aduanas en Osorno, Cristian Molina, lleva 30 años trabajando en esta entidad y recientemente fue nombrado en el cargo luego de una década de desempeño en la zona como jefe de fiscalización, además de su cargo gremial como presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios de Aduanas.
-¿Al asumir este cargo, cuál es su percepción del Servicio de Aduanas en 30 años de labor?
-Este es un servicio precioso, los funcionarios tenemos mucho sentido de permanencia y pertinencia con nuestra institución. Es eminentemente técnico, profesionalizado, que exige perfeccionarnos en materias de comercio exterior, por lo tanto a mis 30 años de servicio, conociendo todas las aduanas en el país, ha sido muy importante en mi vida profesional.
-¿Y qué ha sido lo difícil?
-No es fácil ser funcionario de Aduanas, porque hay que estar alejado de la familia, pero eso se compensa con las satisfacciones profesionales. Yo empecé como funcionario administrativo por el año 86 y hoy me encuentro en un cargo directivo y cumpliendo una labor de fiscalizador a cargo de una aduana. Me siento muy grato y satisfecho por estar a cargo de un grupo humano tan importante como el de Osorno.
"cero papel"
-¿Cuáles son los roles fundamentales del servicio actualmente?
-Lo importante es la labor fiscalizadora, pero también hay otras aristas, porque tuvimos que asumir otras funciones que tienen que ver con la dinámica del comercio exterior. La globalización hizo que Chile se haya abierto al comercio internacional y tenga el 87% de tratados de acuerdo comercial con el resto del mundo, lo que obliga a fiscalizar otro tipo de mercancías.
-¿Y las metas en su gestión?
-Uno de mis objetivos locales es llegar al cero papel, que es un tema no menor para los usuarios del Complejo Fronterizo Cardenal Samoré, por lo que estamos tratando de implementar nuevas tecnologías para nuestros procesos diarios, porque hoy el 99% de las importaciones a nivel nacional se tramitan vía electrónica y el 98% de las exportaciones también, lo que significa un ahorro de tiempo y costos.
-¿Cómo ha visto la evolución del servicio a nivel local?
-Estos 10 años en Osorno han sido una experiencia importante, porque cuando yo llegué a esta aduana habían 12 o 15 funcionarios y he visto gradualmente como se ha incrementado el flujo (de pasajeros), lo que hizo que se necesitara más personal, no solo en números, también en capacitación. Tenemos que estar a la vanguardia y en conocimiento de las normas que tenemos que aplicar en nuestra labor diaria.
-¿Qué desafíos se ha impuesto al asumir su cargo?
-El principal desafío es modernizarla, dotarla de infraestructura y levantar proyectos. Nos faltan muchas cosas, sobre todo simplificar procesos, como aquellos que son manuales hay que incorporarles tecnología. Hay situaciones que tienen que ver con la burocracia y creo que podemos trabajar con otros organismos para simplificar la tramitación de documentación que a veces sólo requiere de una certificación. Queremos incorporar la ventanilla única de comercio exterior.
Tecnología
-¿Habrán mejoras de las dependencias y en la atención?
-Hay una fiscalización importante que se está haciendo en el cumplimiento de nuestras metas y objetivos, y eso tiene que ver con la creación de infraestructura, o sea la parte física de la fiscalización y elementos tecnológicos. Además de eso queremos que hayan procesos simples que la ciudadanía pueda conocer, como las franquicias aduaneras que son poco conocidas, pero hay muchas con las que pueden acogerse a beneficios.
-¿Y en relación al flujo de argentinos?
-En la provincia debemos implementar la colaboración entre servicios, entre lo público y lo privado, entre los entes económicos y con otras aduanas vecinas, como por ejemplo la argentina, con la que ya hemos comenzado a tener procesos informáticos de tráfico de vehículos, además combatir el fraude y contrabando.
-¿Cómo compatibilizará su vida dirigencial con la jefatura?
-El tema dirigencial pasa por un conocimiento de situaciones que ocurren en el servicio y que generalmente son carencias. Los funcionarios internos tienen demandas y, por lo tanto, uno procura solucionar estos temas, no solo para beneficio de ellos, sino que también para el funcionamiento del Servicio.