Para nuestra Cámara Chilena de la Construcción, estos meses estarán marcados por una intensa labor gremial con claras acciones sustentadas en tres ejes estratégicos en los que concentraremos nuestros esfuerzos. Primero, en el área de infraestructura, apuntamos a reforzar y promover este pilar como base del desarrollo comunal y regional, el que debe ser gestionado con visión de largo plazo. Nos interesa que se tome conciencia y se visibilicen las necesidades de infraestructura en nuestro territorio con una mirada integrada como sistema comunal. Apostamos al crecimiento en red, a la generación de proyectos de infraestructura que creen nuevas oportunidades de desarrollo para la provincia y la Región.

Por ello, la doble vía en la ruta 215, un nuevo y eficiente edificio de aduanas, ojalá conjunta (bilateral) en el Paso Samoré, un aeropuerto con suministro de combustible que otorgue conectividad permanente a la constelación de ciudades nacionales y argentinas, el mejoramiento de avenida Julio Buschmann, República y la Ruta U-40 al mar son iniciativas que la CChC Osorno ha impulsado por el aporte social que ellas revisten. Contar con obras adecuadas de edificación, vialidad, transporte, energía y telecomunicaciones permitirán el bienestar cultural, social, económico y de salud de las personas, fomentando el arraigo de los habitantes y un desarrollo regional equitativo, proporcionado y en red para todo nuestro territorio.

En segundo lugar, en lo que dice relación con la ciudad y el territorio inmediato, nuestros esfuerzos están enfocados en la recuperación de las cuencas de los ríos, como se hizo ver en el seminario de desarrollo urbano: corredores urbanos, una estrategia para recuperar el borde río; y asimismo, relevar la importancia de contar con un sistema de planificación acorde a las actuales necesidades. Bajo esta perspectiva y motivación, la CChC elaboró un conjunto de observaciones a la propuesta del plan regulador de Osorno.

Pero lo cierto es que lo que podamos lograr tanto en materia de infraestructura como de desarrollo urbano está relacionado con las prácticas adoptadas por nuestras empresas y la imagen que el sector construcción transmite hacia la comunidad.

Por ello, como tercer eje estratégico, nuestro gremio apunta a reforzar la sostenibilidad empresarial, esto es, que nuestra responsabilidad no sólo hace énfasis en la relación con los clientes, sino también con nuestros trabajadores, con el entorno y el impacto con que nuestras obras intervienen en la comunidad, a través de la adopción de buenas prácticas en estas materias.

Paulo Arce Moreno, arquitecto y

presidente de la CChC de Osorno

Realizados ya los estudios preliminares, finalmente se acordó que el próximo lunes 17 de abril entre en vigencia el sistema de vías reversibles para el tránsito vehicular en la ciudad, el que pretende reducir los tiempos de desplazamiento desde Rahue hacia el centro durante las mañanas de los días hábiles, y que en algunos casos demanda una hora de viaje para quienes viajan en las máquinas de la locomoción colectiva y automóviles particulares. La medida, de carácter inédito en Osorno, considera un sentido único de poniente a oriente en las avenidas República y Mackenna entre las 7 y las 8:15 horas de la mañana, precisamente el momento de mayor congestión.

Cuando se informó hace algunas semanas la intención de implementar el sistema hubo más voces a favor que en contra, pues por primera vez se ha diseñado una medida concreta para que una ciudad de las dimensiones de Osorno pueda tener un tránsito "a escala humana". Quienes eventualmente puedan resultar complicados con las vías reversibles serán quienes se desplacen a esa misma hora desde el oriente hacia Francke u Ovejería (los que tendrán que ocupar los puentes Chaurakawín o San Pablo, respectivamente), pero es evidente que se trata de una cantidad bastante menor comparada con quienes se dirigen hacia el centro. De hecho, las últimas mediciones de Carabineros indican que mientras tres mil vehículos se movilizan al centro desde Rahue, 700 lo hacen en sentido contrario.

El éxito de las vías reversibles dependerá, en primer lugar, de la colaboración de todos los conductores, quienes tendrán que interiorizarse adecuadamente acerca de los cambios y luego respetar las nuevas señalizaciones, además, naturalmente, de conducir con precaución (que es la norma para todos). Pero también su correcta aplicación pasará por otros dos actores: de Carabineros, cuyos efectivos guiarán la marcha blanca en los primeros días; y del municipio, a quien le corresponderá instalar prontamente la señalética necesaria.

Si la marcha blanca demuestra que los tiempos de viaje han disminuido, la ciudad habrá ganado, aunque sin olvidar que a largo plazo se requiere de nuevas conexiones (puentes) entre Rahue y la zona céntrica.