Periodistas candidatos
Los dos periodistas aspirantes a la Presidencia para las próximas elecciones plantean tres reflexiones. Primero, dado la influencia que tienen los medios de comunicación en la esfera pública y lo decidores que son para elecciones y gobiernos, es que al parecer nuestros políticos han encontrado en figuras del periodismo nacional salvavidas para su desprestigio.
Segundo, se pone en tela de juicio las denuncias históricas de la izquierda sobre que los medios de comunicación serían una suerte de poder fáctico para favorecer a la derecha política. Al parecer el mundo del periodismo es muchísimo más plural de que lo alegan sus críticos.
Finalmente, quizás es el momento de exigir a los periodistas, sobre todo a los militantes de determinadas posiciones políticas -en especial como en este caso, que luego se transforman en su representantes-, que sean transparentes con la opinión pública respecto de la posición ideológica desde la que informan y opinan, y no pretender vestirse, como lo hacen algunos, con una falsa aura de neutralidad y sentido común.
Este sinceramiento periodístico es bastante frecuente en Estados Unidos y quedó de manifiesto en sus últimas elecciones.
Francisco Tagle Montt, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Los Andes
Marcha de No + AFP
Baja convocatoria logró la coordinadora No+AFP, y muchas pueden ser las razones, desde las pérdidas producto de las recomendaciones de irse al fondo E, la politización del movimiento, o bien porque sus propuestas inviables simplemente no convencen a quienes cotizan. Lo cierto es que la gente quiere mejores pensiones, y eso no pasa por destruir a las AFP, meta proclamada por su líder Luis Messina.
El problema es que la discusión previsional se tornó política y no técnica como debiera ser, por lo que las propuestas que entregue el Gobierno difícilmente lograrán mejorar las pensiones. Acá la falta de coraje es transversal, pues nadie apunta al diagnóstico correcto, que es la precariedad laboral, en primer lugar, y al aumento de las expectativas de vida.
Esperemos que la hoja de ruta apunte a potenciar el mercado laboral, a retrasar las edades de pensión -sobre todos a las mujeres-, y generar los incentivos suficientes para una mayor cotización, sea obligatoria o voluntaria.
Eduardo Jerez Sanhueza
Día del Trastorno Bipolar
El 30 de marzo (ayer) se celebra a nivel mundial el Día del Trastorno Bipolar, siendo tal fecha escogida en conmemoración del pintor holandés Vincent Van Gogh, quien fue póstumamente diagnosticado con dicha enfermedad. El trastorno bipolar es una enfermedad mental grave, caracterizada por un estado de ánimo fluctuante entre dos polos opuestos: la manía/hipomanía (fase de exaltación, euforia y grandiosidad) y la depresión (fase en la que predomina la tristeza, inhibición e ideas de muerte).
Según la Organización Mundial de la Salud, es la sexta causa principal de discapacidad en el mundo. Generalmente comienza en la adolescencia o en la adultez temprana, y rara vez se inicia durante la niñez o tan tarde como a los 40 o 50 años. Es una enfermedad crónica, que presenta un alto impacto en la vida de una persona debido a que limita su funcionalidad, tiene una alta carga socioeconómica y está asociada a una alta morbilidad y mortalidad si no es tratada.
Las personas que presentan esta enfermedad son objeto de un fuerte estigma y presión social por su condición. La falta de comprensión por parte del entorno se transforma en una barrera que limita la participación social y el ejercicio de los distintos roles que cualquier persona desarrolla, ya sea en el trabajo, las relaciones familiares, de amistades, entre otras, pudiendo transformar esta enfermedad en una discapacidad.
Partiendo de la base de que la discapacidad no depende sólo de la condición de salud de un individuo, sino que del cómo el ambiente facilita o dificulta el desempeño normal de una persona, el conocer de qué se trata ésta enfermedad, abrir nuestra mente a la aceptación de la diversidad y las diferencias, son el paso inicial que nos permitiría como sociedad generar entornos amigables que promuevan una buena salud mental para quienes presentan estas enfermedades.
Andrea Díaz C., terapeuta ocupacional
Violencia en el sur
Los actos de terrorismo en el sur ya son pan nuestro de cada día mientras las autoridades de los diferentes poderes del Estado juegan al parecer a la adivinanza. Actuamos como unos irresponsables niños chicos y aquellos señalados anteriormente, excepto honrosas excepciones, pretenden desarrollar un país mejor, por caminos fuera de la ley, contra toda lógica, pero políticamente correctos, demostrando una alta capacidad de soñar.
O se está contra el terrorismo o a favor, lo demás dista mucho de ser democracia.
José Manuel Caerols